Capitulo 3. En ningún momento se digno a mirarle a los ojos.

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—Max, hablé con mi padre — Hizo una pausa — ¿Recuerdas la casa fuera de la ciudad que mi padre tiene cerca de la cascada? — Alisha bajo la vista y miro las manos de Max, estaban lastimadas, había ampollas rotas entre sus dedos, Max trabajaba de lo que podía, desde hacer mandados, limpiar casas hasta barrer calles, así tuviese que trabajar hasta el anochecer lo hacía, la alfa detestaba eso, siempre buscaba ayudarle económicamente, pero Max se negaba a recibir está ayuda, quería conseguir el dinero por mano propia, además, estaba con Alisha por su amistad, no por el dinero, y es algo que buscaba dejar bien en claro siempre.

—¿Dónde tuvimos la pijamada hace unas semanas? — La alfa asiente y levanta la mano de Max para besarlas

—Exacto. Tengo entendido que tu transformación llegará pasado mañana —El castaño sintió su piel erizarse y fue golpeado por un escalofrío que le recorrió desde el cuero cabelludo hasta la punta de los pies, como una fuerte descarga eléctrica que lo hizo temblar y estremecerse —Vayamos allí, te ayudaré con la transformación, y controlemos tu celo con supresores.

—Has hecho demasiado por mí... —Dijo con la voz rota —Jamás podré agradecerte lo suficiente, has hecho demasiado —Las lágrimas no tardaron en bajar, y derramarse sobre su pecho. Se sentía agobiado, quería creer que todo esto era una pesadilla demasiado cruel y que pronto despertaría, pero desgraciadamente, no es una pesadilla, es la realidad, una dura y difícil realidad, dónde era infravalorado totalmente, dónde era objeto de burlas y de los más crueles tratos —Y no quiero seguir molestándote... — Alisha siente como su corazón late con fuerza, amenazando con salirse de su pecho, hay una extraña taquicardia que ataca también sus pulmones y le hace perder la respiración unos segundos, sabe que algo malo está por pasar, y el silencio sobre los labios de su amigo, parece eterno —Me iré de la manada

Alisha se petrificó.

—¿Por qué harás eso? —Se levantó de su asiento y se acercó, sentía como si su mundo se desmoronase, cree que perderá la cordura, sabe que esto es culpa de las personas injustas y estúpidas que no tienen la madurez de tratar a los omegas con igualdad, sabe a quienes culpar incluso quiere correr y desquitarse, ¿Pero que cambia habrá? —Max, escúchame, quédate aquí, acepta nuestra oferta de vivir conmigo y mi Padre, él también te tiene mucho afecto.

—Les he causado muchas molestias a tu familia, no quiero que me veas como una carga.

—¿Por qué piensas que te veré como una carga? Eres mi único amigo, no me abandones así —Suplico y apretó la mano derecha de Max, sintió el mismo dolor que con la muerte de su madre, sintió su mundo derrumbarse nuevamente, la única persona que la apoyo después de la muerte de su madre se alejaría de ella —¿A dónde quieres ir?

—Escuche de una manada dónde me podrían tratar bien... Solo escuché un rumor, pero con eso me basta, buscaré esa manada

—Sabes muy bien que no puedes salir de la manada y entrar a otra sin autorización, si entras a otra manada sin permiso... —La alfa no encontró palabras para decir eso con tacto, la verdad era totalmente cruda y desgarradora.

—Me asesinarán... Lo sé muy bien

—Entonces no te arriesgues y acepta vivir conmigo —Max guardo silencio durante interminables segundos, dirigió su mirada hacia la ventana de la habitación, y pudo ver el cielo nocturno, había una innumerable cantidad de estrellas adornando el cielo, unas más grandes que otras y unas cuantas brillan con fuerza y parece que parpadean. Los pinos y los cedros se mueven de vez en cuando debido al viento, se puede ver cómo los árboles se inclinan ligeramente hacia los lados y vuelven a su posición, livianas gotas de agua empañan el vidrio poco a poco y en unos cuántos segundos, el frío viento es acompañado de lluvia.

¡No Me Lastimes!Where stories live. Discover now