Virus Letal V: The Desolation

Capitulo 8

Avanzamos a gran velocidad por la calle, no habíamos sido atacados aún...eso era un avance, sobre todo cuando estás en zona de guerra. No reconocía nada de aquella parte de la ciudad, y mucho menos con los edificios abandonados y medio destruidos, sin embargo Níger presumía conocer el camino. Yo aún no confiaba del todo en el, pero tendría que hacerlo.

Yo conducía el Apolo, y trataba de no perder la concentración, esos vehículos no eran muy difíciles de conducir, pero con un solo movimiento, podríamos volcarnos debido a la gran velocidad a la que conducía y el mal estado de las calles. Ion estaba a mi lado, y la forma en la que apuntaba con su rifle hacía los techos de los edificios me ponía nervioso.

Observaba el cielo, a lo lejos, el sol comenzaba a asomarse por encima de los edificios más altos. ¿Tan rápido estaba amaneciendo? Eso sí que era rápido. Me preguntaba...¿Qué estarían haciendo los demás soldados? ¿Estarían peleando? ¿Descansando? O simplemente, recorriendo las calles abandonadas de la ciudad patrullando.

La gran explosión al frente de la calle, me hizo regresar a la realidad. Los restos del asfalto de la calle salieron volando desde aquella nube de humo y fuego. Todos frenamos de tal forma que los autos se sacudieron de una forma inquietante, rechinando los frenos y sobrecalentando el auto. El cristal holográfico del auto comenzó a marcar cosas de un extraño color rojo.

-Se forzaron los frenos demasiado-anunció Ion.

Todos salimos de los vehículos y corrimos hacía la explosión, Han se acercó.

-Probablemente una mina-informó.

-No es que yo sea experto-soltó Wallace-, pero...

-Hay muchos tipos de mina-le cortó Han-Sobre todo con Mantícora...el camino está destruido, hay un enorme agujero que llega hasta el drenaje, tendremos que  buscar otro camino.

Observamos a Níger expectantes.

-Claro que podemos, tardaremos más, pero sí podemos.

-Antes tenemos que reparar los Apolo-dijo Bill, señalando los autos, a varios les salía humo del cofre. Han soltó un silbido.

-Dile al mecánico que se encargue-le pidió Han.

Bill salió corriendo directo hacía el grupo de soldados azules.

-Nosotros investigaremos estos edificios-dijo Han-Para asegurarnos de estar solos...

-Separémonos-sugirió Ion.

-No, vayamos juntos-ordenó Han.

Registramos el primer edificio, al parecer un pequeño complejo de antiguos departamentos. Lo más interesante que encontramos, fue un baño que aún sirviese. El segundo se trataba de viejas oficinas de alguna importante compañía, no había nada interesante ahí. Fue cuando llegamos al tercero que todo cambio.

Avanzamos lentamente por el pasillo, y justo cuando discutíamos si regresar o no, un sonido sordo proveniente del sótano, llamo nuestra atención.

-Ratas-sugirió Jack.

-Las ratas son mas silenciosas-gruñó Han, cargando su rifle.

Continuamos recto, entonces bajamos unas largas escaleras hacía el piso inferior. ¿Qué habría allá abajo? Llegamos a un estrecho pasillo, con paredes blancas con el logo de Mantícora grabado en rojo vivo. Nos detuvimos en seco.

-Mantícora-soltó Bill.

-¿Esta abandonado?-preguntó Bernard.

-Probablemente-dijo Bob.

-Ya nos habrían atacado-sugerí.

-¿Y la explosión de arriba que fue?-respondió Paul.

-Vámonos de aquí-dijo Valery.