Virus Letal V: The Desolation

Capitulo 49

Un hermoso paisaje. Una extenso campo verde lleno de numerosas colinas, decorado con flores y hermosos árboles de colores; a lo lejos, unas bellas montañas bañadas por la blanca nieve, y un poco más cerca, un gran bosque lleno de grandes pinos cuyas puntas tocaban el hermoso cielo azul repleto de nubes. Hacía mucho que no veía un cielo así, desde que habíamos abandonado el hangar del Prometeus Sólo que había algo extraño en él, y no era la gran cantidad de nubes blancas y aves volando, sino que no tenía sol. El gran valle estaba rebosando de luz y vida, pero en el cielo no se encontraba el astro rey, algo muy extraño.

Estaba acostado y me sentía completamente perfecto. Era como si hubiese aguantado la respiración por horas y de repente pudiese volver a respirar. Me sentía limpio y fresco, como si me acabara de dar un baño, y mi ropa..llevaba otra ropa, ropa nueva. Ya no traía el horrendo uniforme de WICA, vestía como "un simple humano". Me sentía vivo. Instintivamente, me levanté la playera buscando alguna herida en mi cuerpo, pero no encontré nada. Estaba intacto. ¿Qué era ese extraño lugar?

Me levanté, y mis pies descalzos sintieron el verde césped. Estaba totalmente confundido, ¿qué había pasado? Camine lentamente por el lugar, y mientras más avanzaba, más fresco era el aire. Entonces divise algo extraño a lo lejos, una aldea. Parecía una simple maqueta sobre esas villas antiguas, pero era real. Las pequeñas blancas casas con techo de reja, las calles empedradas, los niños jugando a fuera, era hermoso, como entrar a una de esas pinturas que cuelgan del museo.

Pensé en ir directo a la colina, pero supe que no debía ser así. Miré a mi alrededor, recordando aquel hermoso lugar. Corrí por el campo buscándola. Llegue a la orilla de una colina, ahí había una mujer sentada, con un largo cabello rojo, vestida como Hippie. Meneaba la cabeza de un lado a otro, antes de que llegara a ella, supe de quien se trataba. Carcajee, y me senté junto a Heidy. La chica masticaba una dona.

-Hola-saludé.

La chica me miró sonriente.

-Michael, cuánto tiempo-me respondió, de la nada consiguió una caja entera de donas de todo tipo-¿Dona?

-No gracias-le respondí.

-¡Agarra una!-me gritó.

Reí antes de tomar una espolvoreada con azúcar y canela.

-Fuiste muy valiente-respondió Heidy-La forma en la que saltaste al vació...fue sorprendente.

-¿Cómo lo sabes?

-Tú me imaginaste-me respondió sonriente-Deberías saberlo tú.

-Touché.

Silencio.

-¿De pura casualidad, no me gritarás diciendo que todo fue mi culpa?-le pregunté.

-No, eso es la Heidy imaginada por un Michael estrellado, yo soy la Heidy imaginada por un Michael...eh...por un Michael.

Observé a mi alrededor, como me hubiese gustado que Paul estuviera ahí. Di un mordisco a mi dona, normalmente, me asustaría el estar ahí, pero no había nada mejor que encontrar un momento de paz después de todo lo que había pasado, aunque estuviera ocurriendo todo dentro de mí cabeza.

-Todo a terminado-dije al fin.

-Derrotaste al Ojo-me sonrío Heidy-Y probablemente también a Mantícora...avistaste que murieran millones de personas...sí, todo ha terminado...es hora de que inicie.

-¿Qué?

-Es hora de que comience un nuevo inicio-me sonrío.

Observé el cielo azul, y esas hermosas nubes.

-Gracias Heidy-le dije-Gracias por todo...y por la dona.

-Gracias a ti, por proteger de mí hasta donde pudiste. Ahora será mejor que regreses, Cari te estará esperando...ah, y sí le llegas a hacer algo la lastime...conocerás el lado enojado de Heidy.

Me sonrío.

-¿Cómo puedo volver?-pregunté.

-Prueba con esto-me sonrío antes de arrojarme la caja de donas al rostro.

Entonces desperté.

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