Virus Letal V: The Desolation

Capitulo 18

Desperté empapado de sudor y con la respiración agitada y un fuerte dolor de cabeza. Miré a mi alrededor, afortunadamente era el único en la habitación. Suspiré lentamente, intentando regular mi respiración. Me incorporé y miré por la ventana, observé el bello cielo estrellado.  Ni la guerra podía arruinar eso de Beagtown, o de cualquier otra parte del mundo. Me puse de pie y salí al pasillo. Escuché las risas de todos viniendo de abajo, estarían pasando el rato.

Yo había decidido tomar una siesta, una no muy agradable siesta. Caminé con las piernas temblorosas y la mente confundida hacía las escaleras. Llegué al techo y recordé la cantidad de problemas que había resuelto antes en ese lugar, me acerqué a la orilla y vi el Colegio entero, era hermoso y triste a la vez.

Miré al cielo. Cuando observaba las estrellas, usualmente la soledad se marchaba pensando en la cantidad de cosas que debía haber allá afuera. Pero en ese momento, solo me hizo dar cuenta de que no solo estaba solo en el techo del Colegio, sino también estaba solo en todo el universo. Miré las estrellas,  y pensé en mi sueño. Dicen que es por el suelo como tu subconsciente se manifiesta. ¿Quiere decir, que en el fondo de mi cabeza...todo eso pensaba? Siempre me había sentido culpable por no haber podido salvar a mis amigos, pero nunca a un grado tan alto como ese.

Y lo peor, estaba solo en ese sentimiento. Nadie más le había prometido salir de la isla a Heidy, solo yo...y le había fallado. Desde que había llegado a la isla, sentí todo diferente. Nada era lo mismo, y hasta ese momento lo comprendí. Estábamos tan ocupados trabajando como soldados que olvidamos trabajar como amigos. Me sentía completamente solo. Oh, claro que Cari me amaba. Que Jessica y Paul me querían. Sin embargo, me sentía solo. No había podido tener un solo momento romántico con Cari desde hacía días. Jessica aún hacía sus bromas y Paul sus tonterías, pero ahora...las sentía distintas, como si antes estuvieran destinadas a mí y ahora a nadie en concreto. Era una extraña y melancólica sensación.

Me acerqué todo lo que pude al borde, y miré al vacío, unos ocho metros debajo estaba el jardín. Pensé sí moriría en la caída, o simplemente quedaría estampado contra el suelo en plena agonía. Miré mi bolsillo del pantalón, y saqué las pistola, le quité el seguro y coloqué la punta en mi cabeza. ¿A eso había llegado? Haber sobrevivido tantas veces a tantas situaciones peligrosas, para morir así. ¿Era ese el final?

¿En qué me ayudaría un suicidio? Bueno, primero ya no tendría que sentirme culpable. Ya no tendría que temer perder a algún ser querido. Al morir, el Ojo lo tomaría como rendición y dejaría en paz a mis amigos. O tal vez no. De igual forma, ya no estaría ahí. Pensé cuando le disparé a Rick, y no me sentí mejor como yo creí que sería. ¿Me sentiría mejor acabando con el que yo consideraba culpable?

Miré el vacío. La idea era tan tentadora, que él solo pensarla me aterraba.  Acomodé mejor la pistola en mi cabeza, y un extraño gruñido detrás me detuvo. Me giré tan rápido, que casi tropiezo por el borde.

-No lo hagas-me pidió Paul detrás de mí-Recuerda que, sí mueres pierdas una parte importante de tu vida.

-Yo...-titubee.

-Nada-respondió-Morirías, caeríamos en depresión de nuevo y el Ojo terminaría matándonos uno por uno, volviéndonos locos.

-No puedo Paul-le dije-No puedo seguir...

-Claro que puedes-me dijo-Piensa, ¿Qué diría Heidy al respecto?

-Diría una especie de metáfora con Donas-sonreí mirando el vacío.

-Y te pediría, que no lo hicieras-dijo acercándose lentamente.

-Los extraño tanto, Paul...a todos.

-Todos los extrañamos.

-Y me siento mal por cada uno de ellos, ¿Por qué no pude ser mejor y salvarlos? ¿Por qué?

-No es tu culpa, y lo sabes. Sí se trata de buscar a un culpable, es el Ojo. Ahora piensa, haciéndolo le estarías dando al Ojo lo que quiere. ¿De verdad quieres eso?

-¿Y si en realidad, el Ojo y yo buscamos lo mismo? El fin para un nuevo comienzo.

-Hay muchas formas de ponerle fin a las cosas, y esta Michael, no es la mejor en este momento.

Miré al vacío pensante.

-Piensa en Cari-añadió-Piensa en todos nosotros. Piensa en todos los que se sacrificaron por salvarnos...

-No merecían morir por mí, no tenían que...

-Michael, ellos tomaron sus decisiones, ahora tú toma la tuya-me invitó.

Miré al suelo. Claramente, era más una idea que un plan. Estaba perdido, y afortunadamente, Paul me había encontrado. Todos moriríamos en algún momento, tarde o temprano terminaríamos todos igual, aunque tal vez ese no era mi momento, di media vuelta y caminé hacía Paul, y lo abracé con fuerza.

El chico no dijo nada y me devolvió el abrazó aún con más fuerza. No me sentía bien, pero había logrado sentirme mejor. Solo necesitaba distraerme un poco.

-Vamos abajo-me dijo-!Pero por las escaleras!

Reí.

-Vamos-caminamos juntos hacia las escaleras, observé el cielo estrellado. Y agradecí tener un amigo como Paul.

-¿Qué están haciendo?

-Son adolescentes-me dijo sonriente.

-¿A qué te refieres con eso?

-Ya lo verás.