Capitulo 30

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Corrimos en la oscuridad por el túnel. Comencé a oír los tejidos de los Zombies detrás de nosotros. Nos estaban cazando.

-¡Corran!-nos apremió Bernard-¡Corran Bitches!

Sin embargo era difícil correr en la oscuridad, con las vías en el suelo, y en un enorme mar de ratas. Pero hice el intento, en más de una ocasión casi tropiezo. Tenía miedo de caer al suelo que los roedores comenzaran a correr encima de mí. La idea me hizo estremecer, tal vez en el fondo, prefería a los Zombies.

Y hablando de los reyes de Roma, uno de ellos dio un saltó desde la oscuridad y se aferró del hombro del Cari, con un rápido movimiento le di una patada en la cara y cuando el Servuk la soltó tiré de ella por el túnel. Kevin se giró y comenzó a disparar contra las criaturas, sin embargo eran demasiadas. Bill se adelantó por el túnel y se detuvo a unos metros enfrente de nosotros. ¿Qué hacía? Observé una figura metálica junto a él. Una puerta.

-¡La puerta!-exclamé señalándola.

Gib aceleró y al llegar a la puerta ayudó a Han a abrirla, hubo un fuerte rechinido y una brillante luz iluminó el túnel entero. Todos corrimos y entramos apurados por la salida, Han la cerró justó de tras de nosotros.

Aparecimos en un amplio pasillo de muros blancos, con lámparas encendidas colgando del techo. Al fondo, unas escaleras grises subían al siguiente piso. Observamos atentamente la estancia, ¿Dónde nos habíamos metido? Sí había luces encendidas en una ciudad abandonada...no podía significar nada bueno.

Cargamos nuestras armas y subimos atentamente las escaleras. Aparecimos en un enorme cuarto circular, con enormes televisores en las paredes. El lugar estaba lleno de escritorios y computadores, y cientos de archiveros. El logo de Mantícora se reflejaba en cada una de las pantallas, sin embargo, estaba completamente vacío.

-Un centro de Mantícora-dijo por fin Bill.

-Esta vacio, seguramente huyeron por las bombas-respondió Han.

Níger se acercó y con el arma, disparo contra cada una de las pantallas y computadoras. Empezaron a soltar chispas y humo.

-¿Qué estás haciendo?-preguntó Frank preocupado.

Níger sonrío.

-No quiero otra llamada del Ojo, ¿ustedes sí?-nos planteó.

Ion soltó un silbido. Al final de la habitación había una puerta, caminé lentamente y la atravesé, una larga escalerilla para salir del lugar. Sin avisarle a alguien, subí durante unos minutos, entonces aparecí en un nuevo pasillo de muros grises, llenos de ventanales que daban hacía la calle. Habíamos llegado a un enorme edificio. Afuera, el cielo naranja estaba cubierto por enormes nubes de tormenta, varios relámpagos iluminaron la calle.

-Ya no podemos volver-dijo Han de pronto a mí lado.

-La lluvia llegará-afirmé.

-Permanezcamos hasta que se haya ido-admitió Bill-De cualquier forma, ya estamos cerca de la Punta.

Registramos el resto del edificio, no encontramos ningún peligro posible. Todo se encontraba realmente abandonado. En los pisos superiores había varias habitaciones, antiguamente ocupados por los miembros de Mantícora del centro en el sótano, cada quien tomó una habitación y descansamos un rato. Tal vez pienses que descansábamos demasiado, pero huir de Zombies, Bombas y Mantícora, no era nada relajante.

Permanecí sentado en el suelo del cuarto, observando la ciudad desde el enorme ventanal. Podía ver los altos edificios, algunos abandonados, otros con enormes columnas de humo saliendo de sus cristales. En la calle, podía ver algún que otro Zombie andando aburrido, buscando algo de comida. En el cielo, las nubes se movían con gran rápidas mientras chocaban unas con otras provocando grandes relámpagos, cuyos truenos hacían temblar el edificio entero.

Jessica se asomó por la puerta de la habitación, la miré atentamente.

-¿Puedo?-pidió.

Asentí y la chica entró y se sentó junto a mí. No dijo nada, permaneció a mí lado, observando las nubes.

-No hay estrellas-dijo por fin.

-No, solo nubes-dije-¿Vienes a invitarme a una fuga?

Jessica río.

-Suena tentador...¿pero a donde iríamos?

-Podríamos irnos lejos...nadaríamos y saldríamos de la Isla, nos ocultaríamos en la sociedad intentando llevar una vida normal. Podríamos invitar Bernard.

-¿Y a Cari, no?-añadió la chica observando los edificios.

La miré.

-Sí, obviamente...

-¿Todo esto es por lo de Paul?-me preguntó.

No respondí.

-Michael, los amigos se pelean. Y cuando lo hacen siempre hay momento de reconciliarse, es una de las cosas más hermosas de la amistad. Podrán ser pausadas con facilidad, pero se necesita algo verdaderamente grande para darles fin. Y esto Michael, no es lo suficientemente grande...

-Soy un pésimo amigo-le dije.

-Paul también, y yo...todo el mundo. Nadie es buen amigo, ninguno es perfecto. Solo que...tal vez, algunos son iguales de imperfectos que otros, por eso son amigos. Paul inició la pelea, entiendo que...

-Lo que me preocupa, es que si él no la hubiera iniciado, habría sido yo-le dije-Después de todo lo que hizo por mí...él se detuvo, el quiso detener la pelea, pero yo no. Yo seguí y seguí y...

-Michael, no te tortures así-respondió Jessica-No fue culpa de Paul lo de Seth,

-Fue mía-le dije.

-Tampoco fue tuya, ni la de Bob, ni la de cualquiera más...

Los ojos se me humedecieron, me sentía terrible. Me sonrío.

-Sí de alguien es la cura, es de Mantícora...así que, hay que empeñarnos solo en una cosa, ¿okay? En picarle los ojos a Mantícora.

Reí.

-Vamos, solo mantén la calma y sigue adelante-me animó la chica-Mañana, yo mismo me encargaré de que ustedes dos se disculpen...

-Jessica eres una gran amiga-le dije.

-Lo sé-dijo riendo.

-Ya-la detuve-En serio, eres una gran amiga...te quiero mucho...

Entonces, algo me sorprendió. De la nada, Jessica se aventó contra mí robándome un rápido beso. Quedé completamente paralizado. No le seguí, sin embargo, tampoco me aparté. No pude hacerlo, quedé completamente en shock. Entonces, la chica se separó de mí y me miró atentamente con los ojos llorosos.

-Lo siento-se disculpó-Perdón, de verdad...yo...solo tenía que hacerlo, una vez; al menos una vez...

Entonces, por si el fin de mi mundo no había empezado ya, lo hizo. Escuché un grito de susto e ira viniendo desde el pasillo. Me giré rápidamente para ver a Cari con los ojos húmedos abiertos como platos. Se me aceleró la respiración drásticamente.

Cari gritó de enojo, para luego salir corriendo por el pasillo. Solté una maldición y corrí detrás de ella.

La perseguí por el pasillo llamándola, ella simplemente corrió a la habitación más cercana y azotó la puerta detrás de ella. Intenté abrir, pero...no lo conseguí, la había cerrado con seguro. Miré al cielo maldiciendo mi vida. Toqué la puerta una y otra vez sin recibir respuesta. Me tiré al suelo junto a la puerta, y continué insistiendo en vano.

Sentí un fuerte ardor en el pecho, sentí hervir la sangre de mis venas. Mi respiración se aceleró a tal grado que, probablemente me hubieran explotado los pulmones. Entonces me rendí, y no hice más que llorar, una vez más.

Había perdido a Seth, había perdido a Paul, había perdido a Jack y a Mathew; y ahora, había perdido a Cari también.


Virus Letal V: The DesolationNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ