CAPÍTULO 2: Humo durante la tormenta.

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El agua bajaba por mis mejillas lavando mis pecas, refregué mis ojos varias veces intentando despertar de la pesadilla en la que me encontraba. Tan solo unos minutos atrás estaba en Central Park bajo una leve lluvia, cuando mis sentidos me abandonaron para despertar nuevamente en el living de mi casa junto a Ben y Gemma.

Nada de aquello podía ser posible, no al menos si aceptaba que estaba comenzando a perder la cabeza. Tal vez estos episodios que había comenzado a sufrir desde el mes pasado, estaban relacionados de alguna manera con el décimo aniversario de la muerte de Christian y la desaparición de mi madre. Y le daba vuelta a aquella posibilidad una y otra vez, intentando encontrar una razón lógica a estos principios de locura.

Apoye mi espalda sobre los azulejos y su temperatura helada al contacto con mi piel me recordó que todo a mi alrededor si era real. No estaba sumida en un sueño, realmente me encontraba en mi casa de Upper West Side junto a mis amigos. Solo debía encontrar el motivo que causaba que se disfumara la fina línea entre la realidad y mis ocurrentes alucinaciones. ¿Verdaderamente había visto un hombre encapuchado al otro lado de la calle, observándome con sus ojos felinos? ¿O tan solo estaba imaginando cosas a causa del estrés que me causaba sus aniversarios?

Mi hermano Chris, era fácil de recordar, sus ojos grises idénticos a los de mi padre, su cabello dorado y la tibieza de su voz vivían en mi como el eco de una vieja balada. Chris y yo éramos distintos en muchos aspectos, a decir verdad, ni siquiera parecíamos hermanos. Era alto, esbelto, y su presencia era abrasadora a primera vista. A pesar de que había muerto joven, ya había desarrollado una personalidad encantadora, y era gentil con todas las personas y los animales. Solía contarme los mejores chistes, nadie me hacía reír como él. Sin embargo, con cada año que pasaba, se hacía un poco más difícil recordar los pequeños detalles de su esencia. Había olvidado cuál era su canción o su libro favorito. Él se había convertido en el capítulo de un diario, que no podía releer y uno del cual no podía preguntar. Temía que, si traía a Chris a menudo, podría entristecer a mi padre. Así que reprimía el dolor en mi interior, ese dolor angustiante que me causaba no verlo crecer o convertirse en esa personaba que estaba destinado a ser en el mundo.

Me gustaba imaginarlo en un salón con muchos amigos, todos riendo de sus bromas, siendo el alma de la fiesta. Lo imaginaba con una bella novia, con la cual discutirían a menudo. Solo porque esa era su manera de expresar su amor. Me gustaba imaginarlo llegando a casa luego de un tiempo en la universidad, ansioso por contarme todas las cosas que había aprendido durante el semestre. Lo imaginaba a menudo aquí conmigo. Todos los días de mi vida, como un fantasma. Uno que no podía dejar ir.

A diferencia de Chris, los recuerdos de mi madre eran escasos, casi como si nunca hubiera existido y a veces así lo deseaba. Lo único que quedaba de ella en mi memoria, eran cenizas luego de un gran incendio, y con ellas, un atisbo de sus pecas y ojos pardos. Aquellos que yo había heredado de ella.

Mi madre era un enigma, se había esfumado de nuestras vidas así sin más, diez años atrás luego de que Christian muriera en un accidente de auto. Con el tiempo había olvidado cada cosa que la caracterizaba y lo único que quedaba flotando en el aire, era su nombre. Charlotte.

Y lo intentaba, realmente lo hacía. Hacia el esfuerzo de recordar su risa o su perfume, pero era como si mi mente simplemente la hubiese borrado. Tal vez mi mecanismo de defensa sabía que eso era lo mejor para mí. ¿Cómo podría seguir amando a la mujer que había abandonado a su única hija?

Había pasado demasiado tiempo frente a la puerta, esperando a que regresara. Luego de años sin ninguna respuesta, la esperanza se disipo como una liviana niebla a través del viento.

Buscando alguna consolación en aquel vacío que ella había dejado, envolví mi cuerpo con mis brazos. Me sentía abandonada por la única persona en el mundo que supuestamente debía amarme incondicionalmente.

La Pieza Inquebrantable (#1 EL MUNDO OCULTO)Where stories live. Discover now