CAPÍTULO 39: Locura.

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En cuanto desperté, supe que estaba en mi habitación en Albus, su techo amplio y pintado con estrellas doradas, la suave seda sobre mi piel, los rayos de sol ingresando por el balcón. En cuanto el caos se había convertido el protagonista, los gritos de los onpices ahogaron las palabras de mi padre, todos esperábamos ese momento que nunca creímos que se haría realidad. Drahceb había encontrado alguna manera de ingresar a Alba, o tal vez eran sus espías enviando un mensaje. El protocolo por seguir era poner a los miembros de la corona a salvo, Ben y Eamon fueron los primeros a llegar a mí, y Gemma me tomo por sorpresa al ralentizar mi corazón hasta dormirme. Luego de ello, no recordaba nada, me habían sumido en la oscuridad. Sabia porque lo habían hecho, al menos dormida Drahceb no podría robar mis dones, habíamos averiguado de mi madre, que al realizar el sacrificio la víctima debía estar viva y despierta, para que el traspaso de dones fuese más puro.

Me removí en el colchón, me asombro encontrarme sola, de seguro mi guardia debía estar del otro lado de la puerta. En aquel momento, las bisagras sonaron, avisándome que alguien había entrado. Mi padre con su uniforme de Alfa me sonrió con una bandeja en sus manos, muchas delicatesen sobre ella. Waffles, tostadas con dulce de frutilla, chocolate, el aroma a te de frutos rojos y muchas galletas de colores. También había una gran jarra de jugo de naranja con tres vasos y un ramo de rosas blancas y lavandas.

— ¡Buen día princesa! ¡Feliz cumpleaños a mi primogénita! —Mi padre me guiño un ojo para ablandar el hecho de que había bromeado sobre la situación delicada en la que ahora nos encontrábamos— Anoche no tuve oportunidad de decirte mis deseos para tu nuevo año de vida.

Rodé mis ojos para atrás, y me senté sobre el cómodo colchón cruzando mis piernas. Alguien me había puesto mi pijama de margaritas y esperaba realmente que hubiese sido Gemma.

—Gracias papá.

—Tengo una sorpresa para ti —mi padre apoyo la bandeja a mi lado y deposito uno de sus besos sobre mi frente— Puedes pasar.

Mi madre apareció del otro lado de la pared, se había aseado, llevaba un vestido celeste de flores blancas y su pelo recogido en lo alto de su cabeza, algunos bucles caían despeinados a sus costados. Sus pecas relucían ante el contacto con el sol, y sus ojos se iluminaron al verme.

—Mama...

Ella se apresuró a mi lado y me envolvió en sus brazos, acomodando su barbilla en mi hombro. No sé cuánto tiempo fue el que sucedió hasta que nos separamos. Mi padre ya había servido jugo para los tres y nos tendió una fresa a cada una, nuestra fruta preferida. Afuera, el sonido de botas chocando con la loza se oía constantemente, como arena descendiendo de un reloj, expectante de cada segundo que transcurría.

Las arrugas en la frente de mi padre, y las ojeras debajo de sus ojos, me indicaban que no había dormido. Mi madre en cambio, a pesar de que su cuerpo lucia cansado, su rostro permanecía fresco y alerta. Su aroma a vainilla se removía en el aire cada vez que movía su cabello. Observarlos a ambos, parecía un sueño hecho realidad, una realidad muy lejana a la Amy de Nueva York que había esperado por este momento durante años. Tomé sus manos y apreté mis palmas en las suyas.

—Amy... ¿Tus recuerdos han vuelto? —pregunto mi madre, sus ojos pardos encendidos.

Sacudí mi cabeza sin ser capaz de pronunciar las palabras en voz alta, había esperado por este día el último mes, el día que mi mente se quebrara y dejase salir por las grietas mis recuerdos, los que me habían formado de pequeña.

—No lo entiendo, dijiste que el día de mi cumpleaños número dieciocho, volvería a ser onpice —mire a mi padre acusatoriamente— Que el hechizo se rompería.

—Es lo que Alice me prometió, yo confió en ella. Debe tener un efecto tardío.

Mi madre rodo sus ojos hacia atrás, el blanco en ellos era tan feroz como un relámpago. No tenía mis recuerdos aun, pero si extrañaba esos gestos, de alguna manera mi corazón se removió en mi pecho. No había duda de que yo era su hija.

La Pieza Inquebrantable (#1 EL MUNDO OCULTO)Where stories live. Discover now