CAPÍTULO 20: Rumores.

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—Oh, miren quien se dignó a agraciarnos con su presencia.

Los ojos de Lexi usualmente eran celestes, pero podía jurar que cada vez que me dirigía la palabra se volvían de aquel color verde de las serpientes.

—Soy la princesa, y tu futura reina, así que puedo decir con total seguridad, de que tú has llegado muy temprano y yo estoy llegando a horario.

Antes de que pudiera lanzarse sobre mi cuello, pude ver cómo Jayden la tomo sutilmente de su remera de entrenamiento, logrando que se detuviera a medio camino. Olvidando cualquier protocolo hacia la realeza, Gemma prácticamente voló a mi lado, para acurrucarme bajo su ala y llevarme lejos de lo que podría convertirse en una escena sangrienta.

—Debo decir que amo esta nueva Amy que sabe colocar a Lexi en su lugar.

—Ventajas de la realeza —le guiñe un ojo— Prácticamente me hace intocable.

Gemma profirió una carcajada echándole un último vistazo sobre su hombro hacia donde Lexi se encontraba echando humo.

El bloque E, hasta ahora era la cabaña más grande que había visto en todo Axis y podría decir mi vida. Tenía un peculiar olor a tierra, sangre y lluvia. Como si el aroma a momentos pasados se hubiese aferrado a ella. El auditorio, como solían llamarlo, estaba formado por grandes bloques de madera concisa y pesada. El techo, a diferencia del resto del edificio, estaba cubierto por una capa gruesa de hierro con forma ovalada que nos cubría como si estuviésemos adentro de un huevo. La pared izquierda estaba cubierta de espejos tan altos como su estructura, reflejando los ventanales que cubrían el resto de las paredes desde el techo hasta el suelo con una hermosa y pacífica vista hacia el mar eterno.

Su diseño había sido planificado para que ingresara la mayor cantidad de luz posible, dejando visible cada rincón del bloque entrenamiento. Aquel terreno debía extenderse por metros, con una amplia arena lista para combates de todo tipo.

Gerard, como había prometido, me había escoltado hacia la puerta y me había asegurado de que enviaría los libros escogidos para mí al castillo, para una "liviana" tarea de lectura. Al parecer el tío de Eamon, no conocía el verdadero significado de la palabra liviano.

—No quiero señalar el elefante en la habitación —me acerque cómplice al oído de Gemma— Pero creo que todo el mundo me está observando.

Tan cierto como afirmar que el color del cielo era azul, al menos 50 pares de ojos de adolescentes onpices clavados en cada uno de mis movimientos. Observando mi caminar, mi ropa, hasta incluso los oí murmurar sobre mi peinado y mi manera de vestir, que era idéntica a la de ellos.

A medida que ponía mis pies uno adelante del otro, se iban a apartando de mi camino como el agua rodea a una roca. Inclinando sus cabezas, haciéndome saber que yo aquí, era distinta. Tanto como mi piel lo había sabido desde el instante en el cual había despertado en esta isla, ellos también lo identificaban. Nunca en mi corta vida, incluso cuando caminaba por los pasillos de Lincoln High, me había sentido tan inhibida como en este auditorio. Solo durante unos segundos al abrir mis ojos fuera de la enfermería, encontrando desconocidos de distintas edades de rodillas y realizando una reverencia hacia donde estaba parada, con mi pijama de seda como armadura. Al contrario de aquel episodio, ahora solo se limitaban a susurrar mi nombre, arrastrándolo por su lengua, como si fuese suyo. Dejando que los rumores sobre mi abrupto del día anterior tomasen lugar.

Un hombre de casi dos metros se interpuso en mi camino y el de Gemma. Era mucho más alto que Jayden y que cualquier guardia del castillo, su espalda era amplia y maciza, dándole un aspecto casi terrorífico de no ser por su mirada dorada y gentil. Su piel era del mismo color oliváceo de Ben y su cabello negro azabache le rozaba los hombros.

La Pieza Inquebrantable (#1 EL MUNDO OCULTO)Where stories live. Discover now