CAPÍTULO 4: Fuerte.

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Una lucha estaba siendo llevada a cabo en mi interior, donde debatía si debía aceptar ir a la fiesta de Evan o si ignorarlo por completo para evitar sufrir otra decepción amorosa que comenzaba conmigo fantaseando con alguien totalmente inalcanzable. Y para mi desgracia la defensa de Evan era bastante buena ya que se basaba en lo perfecta que era su sonrisa y como su cabello combinaba con el color dorado y naranja que teñía este atardecer. Apoye mi mejilla tímidamente sobre su espalda, tenía miedo de afrontar la velocidad a la que iba, con mi rostro hacia el frente. Había pasado los últimos minutos con el terror de comerme un bicho. El camino a casa era corto, pero ir justo detrás de Evan en su moto, se había convertido en un paseo inesperadamente placentero.

—Te ves hermosa cuando sonríes —dijo acomodando su cabello al compás del viento, y el aroma a manzana verde llego a mí con el impulso de querer acariciarlo.

Podía notar la figura de Gemma espiando detrás del vidrio rosa y granulado de la puerta de mi casa. Yo me preguntaba para mis adentros cómo es que sabía que había llegado, probablemente sus antepasados habían sido brujas.

—No estoy sonriendo —limpie mis dientes con la yema de mis dedos—. Estoy casi segura de que me comí una mosca camino aquí.

Evan bufo y luego soltó una risotada que electrizo el aire más que cualquier tormenta.

— ¿Te espero esta noche? —comenzó a caminar lentamente hacia su casa, todo los movimientos y gestos de su cuerpo demostraban que no quería irse realmente.

— ¿Por fin me dejaras tranquila si digo que sí?

—No respondas mis preguntas con otras preguntas.

Evan apoyo su brazo sobre la pequeña columna que sostenía el techo de su porche, esta estaba desgastada por el tiempo. Recordaba que ese era el lugar favorito de Savannah para practicar sus movimientos de karate durante aquellas tardes de verano, mientras la espiaba por la ventana como estaba haciendo Gemma ahora conmigo.

La tensión familiar en sus músculos me hacía creer que mi vecino llevaba tiempo practicando aquel movimiento con chicas, que ya se lo sabía a la perfección. Su cuerpo semi flexionado contra la madera, sus ojos de aquel verde profundo inspeccionando cada esquina de mi rostro, y sus labios entornados de una manera que daba la impresión de que en cualquier momento diría algo que podría hacerme tanto enojar, como reír.

—Está bien, nos veremos esta noche —accedí al fin, arrastrando mis palabras.

—Perfecto —respondió y desapareció detrás de su puerta—Te veo luego prince... Campbell.

En menos de un abrir y cerrar de ojos, el aire gélido estrangulo la sonrisa que se había formado en mi rostro. El mundo otra vez se tiño de aquel color que viste a la muerte. Y yo me hundía en él, siendo llamada al núcleo de la tierra, derritiéndome en el asfalto. Creía oír la voz de Gemma llamándome, como un eco suave acariciando el viento. Pero no lograba alcanzarla, porque en ese momento, mis sentidos me abandonaron. Ya no podía oler el aroma a canela y coco que emana el cabello de mi amiga, no podía ver sus ojos avellanos con aquella pequeña chispa que la distinguían, ni oír su risa a través de la brisa.

No existía, yo era la nada misma, y el vacío me aterraba.

Tal vez así se sentía morir, aunque dudaba que la sonrisa de mi vecino me hubiese asesinado. Me inquietaba estar alejada de la realidad, y volver a despertar en otro momento de mi vida. Casi como si estuviese saltando por mi línea temporal, involuntariamente.

En la oscuridad de mi mente, busque algún recuerdo, algo que de lo que pudiese aferrarme. Christian estaba corriendo por el prado de lavandas. Y su voz fue aquella tormenta en época de sequía. Él me alentaba a correr, a perseguirlo por siempre. Yo podía salir de aquí. Mis piernas eran resistentes, mi mente también. Yo era mucho más fuerte que aquello que intentaba arrastrarme hacia abajo. Aquello que quería llevarme al límite, perderme, y olvidarme en una página en blanco. Yo era fuerte, y podía salir de aquí.

La Pieza Inquebrantable (#1 EL MUNDO OCULTO)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt