CAPÍTULO 32: Momento.

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—Hasta que por fin nos dignan con su presencia ¿Perdieron el mapa camino a Nueva York? ¿Acaso se cruzaron con el loco Dave en Central Park y los envió por otra calle?

Mi sonrisa cretina se alimentaba de aquel desconcierto en el rostro de mi padre, algunos miembros de mi guardia ya se habían acostumbrado a mis comentarios, pero, aunque Gideon y Gerard parecían sorprendidos, estaban totalmente disgustados por estos. Las ojeras debajo de sus ojos eran una clara demostración de que estaban agotados mental y físicamente.

Los tonos rojizos oscuros de mi sangre se impregnaban a la tela gris y aburrida de mi remera de entrenamiento. Y aunque había logrado detener la hemorragia, el sabor a cobre aun residía en mi boca como recuerdo de lo que había sacrificado al usar mi don. Podía sentir el peso de los ojos de Eamon sobre ella, tan pesada como la daga de zafiros que me había regalado mi abuelo, asomándose por mi cadera.

El corazón en el pecho de Charlotte rebotaba contra su pecho tanto como sus lágrimas caían sobre el concreto. Minutos atrás, había presenciado como su hija había enfrentado dos bestias enormes dispuestas a arrancarle la cabeza, sin tener el menor conocimiento de su don y la fuerza en él. Por supuesto, ese no era el verdadero motivo de sus silenciosos sollozos, sus ojos ahora estaban encastrados en una batalla de miradas con mi padre. Y no pude evitar notar como el aire se había impregnado con el aroma de la dulce nostalgia, que llena el ambiente luego de una primavera. El aroma de flores marchitas. Un momento que paso.

—Amity, como tu padre, y príncipe de Alba, demando una explicación —él arrugo su nariz de la misma manera que yo lo hacía con curiosidad, mientras limpiaba el filo de su espada con el pliegue de su brazo. Antes de continuar, elevo uno de sus dedos en el aire— Y sin comentarios sarcásticos, por favor.

—Intentare hacer mi mejor esfuerzo.

Aunque no lo estaba mirando directamente, sabía perfectamente que Ben había aleteado sus pestañas frustrado

—Sabes Charlotte... —ella giro su cabeza en mi dirección, el aroma a flores marchitas aun en mi nariz—. Cuando pasas demasiado tiempo intentando volverte invisible en una ciudad tan grande como esta, aprendes a observar y conocer cada uno de los rostros que te rodea. Y así fue como te vi la primera vez, hace una semana atrás. En uno de mis paseos con Ekaitz por Central Park — Ekaitz elevo sus cejas, pero su rostro lucia sereno, recién despierto, bajo la luz de la mañana que se asentaba perfecto en su piel morena— Al principio, pensé que era mi propia mente jugando conmigo, pero luego de haber oído rumores de que estabas viva junto a Drahceb, sabia aquella ilusión no era imposible, sino probable.

Los rayos de sol se asentaban de distinta manera en mi piel, golpeando mis pecas y reconfortando mis últimas onzas de energía, con su tibieza. Apoye mi mano sobre el hombro de Charlotte, recordándole que esta vez, si dependía de mí, no escaparía.

—Era cuestión de tiempo para que te acercaras a mí, como Drahceb ha intentado hacerlo estos últimos meses. —Inhibición recorría por mis escalofríos, por lo que me concentre en las suelas de mis botas y los restos viscosos pegado en ellas— Toda mi vida me han subestimado, y me han colocado en el papel de niña ingenua que pueden engañar y yo se los he permitido, porque yo creía que merecía ese lugar. Sin embargo, en la oscuridad, uno aprende ver mejor. Y suerte para mí, soy bastante observadora. Aunque caí en las mentiras de Cade, tu hijo —hundí mi uña sobre la piel de quien una vez había sido mi madre— No caería en las tuyas. Sabía que, si me veías en la ciudad sola, intentarías acercarte a mí.

—Amity, hija... —como abejas en la miel, las excusas se reunían en su boca listas para salir.

—No te atrevas a mentirme, sé que Christian trabaja para Drahceb totalmente encantado de hacerlo, los he visto juntos —las lágrimas pesaban en mis ojos, hundiéndolos en mis cuencas— Me tomo tiempo unir los puntos, pero cuando lo hice, me sentí tan estúpida.

La Pieza Inquebrantable (#1 EL MUNDO OCULTO)Where stories live. Discover now