✓DEMON'S FEARS ⎯⎯ ᴛᴡᴅ

chapter LVII

— Podemos esperar.

Un escalofrío me recorrió la columna al oír la voz de Daryl a mi espalda.

— No podemos. 

Giré bruscamente ante las palabras de Rick, con mis uñas adhiriéndose con excesiva fuerza a la piel de mis brazos.

— Debemos. —insistí con un nudo en la garganta. Rick esquivó mis ojos, incómodo— Es nuestra culpa. —avancé hacia ambos, y mi atención se clavó en quien sí me sostenía la mirada, Daryl.

— ¿Por qué es vuestra culpa? —miró de reojo a Rick, sin embargo, este seguía con sus ojos perdidos en la nada— ¿Rick?

El hombre relamió sus labios antes de responder:

— Gabriel se retrasó por nosotros. —elevó al fin su rostro, y fui capaz de ver lo arrepentido que se encontraba por ello— Vimos a Negan y...

— Puede que siga vivo. —dije intentando dar esperanzas, aunque la voz me falló en el último momento— ¿Verdad? 

Ambos me miraron, sin embargo ninguno respondió a la pregunta.

Gabriel no había llegado a su vehículo, y ni Rick ni yo nos dimos cuenta de aquello, hasta que estuvimos ya demasiado lejos como para hacer algo al respecto.

— Tenemos que irnos. 

Negué, furiosa ante la decisión de Rick, y aún sabiendo que era lo más sensato, que aún debíamos seguir luchando e íbamos a contrarreloj, no podía verme abandonado a uno de los nuestros.

— ¿Te encuentras bien? —Daryl se cruzó de brazos frente a mí.

Al retirar la vista de mis botas, me percaté de que la pregunta iba hacia y mí, y no a Rick, porque este ya se encontraba a varios metros junto a los vehículos.

— Si nos hubiéramos retirado a tiempo, Gabriel estaría aquí... —nos señalé agitadamente— ...con nosotros. —rocé sin querer su antebrazo con mis dedos, y automáticamente su cuerpo se tensó adoptando un muro frío y protector— Lo siento. —apreté mi sien con frustración— Y-yo...

— No hay porque hablar de ello. —interrumpió haciendo una mueca. Amagué con hablar de nuevo cuando se me adelantó, otra vez— Estamos bien. —agarró con suavidad mi antebrazo, y aquel insignificante gesto me causó una pequeña sonrisa— ¿Verdad? —asentí sin dudarlo, y la comisura de su labio se estiró ligeramente durante un instante— De acuerdo. —se apartó con nerviosismo— Acabemos con esto de una jodida vez.