✓DEMON'S FEARS ⎯⎯ ᴛᴡᴅ

chapter XXVI

Alexandria pudo resistir al ataque de los Lobos, sin embargo, cuando los ciudadanos creyeron que llegaría al fin la calma, la horda que había sido guiada por el ruido rompió los muros de la comunidad. Se destruyó la única barrera que los separaba del exterior, de la muerte misma, obligándolos a recurrir a medidas desesperadas.

Rick, junto a su hijo Carl y la familia de Jessie, tuvo que camuflarse entre los muertos de la única manera posible, cubriéndose de su sangre y entrañas. Padre e hijo entrelazaron sus manos al contemplar la catástrofe que era su reciente hogar. Intentaron llegar a la sala de armas, con el objetivo de oponer resistencia a aquella masa de caminantes, pero, como Rick temió, la suerte no estuvo de su lado aquella noche.

Mi cuerpo estaba lleno de moretones, de rasguños en cada centímetro de mi piel descubierta. Intentaba huir como podía de ellos, los muertos me habían rodeado en apenas un parpadeo. Pero seguí caminando, continué porque una sensación intensa me desgarraba el pecho. La preocupación de que algo malditamente terrible estuviera ocurriendo en Alexandria. 

Cuando alcancé la madrugada, sin divisar aún en el horizonte el refugio, mi cuerpo desfalleció de cansancio. Rodeé entre los arbustos de una pendiente pronunciada, y cerré los ojos deseando que no me mordieran antes de poder recobrar la conciencia. 

Y después de unas horas oculta entre el barro y la maleza, mi propio cuerpo me permitió abrir los ojos.

No. Me. Jodas.