chapter I

10.6K 560 73
                                    

Estaba anocheciendo, y podíamos ver como poco a poco la luz desaparecía entre los huecos de los árboles

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Estaba anocheciendo, y podíamos ver como poco a poco la luz desaparecía entre los huecos de los árboles. Pronto nos quedaríamos completamente a oscuras. Aunque me gustaba pasar la noche entre la espesura del bosque, esta vez algo me decía que no era buena idea quedarnos allí. 

—Oye, Jesús —le llamé desde la distancia, ya que él iba unos pasos más adelantado.

Siempre le gustaba ir en la vanguardia, y a veces se volvía demasiado protector conmigo. Me impedía seguirle el ritmo para que él fuera el primero en divisar las amenazas. Si alguno de aquellos muertos se presentaba, Jesús era el primero en encontrarlo y eliminarlo.

—¿Y si hacemos una paradita? —continué hablando a pesar de que ignoraba mis palabras— Hay algo raro... no sé como explicarlo. Siento que será mejor si descansamos sobre un árbol a esperar a que amanezca.

Se giró de inmediato, mostrando una de esas sonrisas que tanto le caracterizaban. Su pelo había crecido después de tantos meses vagando a la intemperie, y sin tiempo para asentarnos en algún sitio por más de dos días. Su barba le cubría por completo la cara, haciendolo casi irreconocible a mis ojos.

—Hermanita... —rió agitando sus manos en el aire—¿No me digas que tienes miedo a la oscuridad?—entretenido por mi actitud, fue acercándose hasta mí con pasos lentos, y golpeandome suavemente la frente con su índice volvió a reir en mi cara.

—¡Claro que no! —respondí a la defensiva cruzandome de brazos— Es un presentimiento hermano... solo eso.

—¡Corre!  —me gritó marcando sus dedos fuertemente en mi antebrazo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¡Corre! —me gritó marcando sus dedos fuertemente en mi antebrazo.

Una pequeña horda de muertos nos tomó por sorpresa en la oscuridad, no mucho tiempo después de que yo misma pidiera refugiarnos debido a mi corazonada. No tuve tiempo de sacar mi arco, cuando ya nos encontrábamos entre docenas de ellos. Dejé de contarlos cuando superaron la veintena. 

Eran demasiados, hasta para nosotros dos. Y mientras Jesús clavaba sus cuchillos a aquellos pocos que nos tapaban la huida, yo me limitaba a correr detrás de él. Mentiría si no dijera que tenía miedo. Un sudor frío nubló mi vista y con el borde de la manga de mi camisa, la que no se encontraba empapada de sangre, froté mis ojos sin detenerme. No quería morir, pero peor sería que mi hermano lo hiciera. No podría soportarlo, no de nuevo.

✓DEMON'S FEARS ⎯⎯  ᴛᴡᴅWhere stories live. Discover now