— ¿Qué? —Maggie continuó con su sonrisa, crispándome los nervios— ¿De qué mierdas te ríes? —me quejé, desistiendo de mi penoso intento de plantar en el huerto.
Debería haberme ido al amanecer, pero no... Thomas tuvo que aparecer con su dichosa mirada de cachorro abandonado.
— Es solo que... —se interrumpió conteniendo la risa— ... es tu cara. —estalló de nuevo, incapaz de soportar más aquello que tanta gracia le hacía. Resoplé enfadada, aunque, realmente, su presencia me estaba regalando un poco de felicidad— ¿Por qué lo haces ver tan complicado? —mis manos se hundieron en la tierra, y por inercia mi expresión cambió— Es esa, ¡justo esa! —sonrió, de nuevo.
—¿Qué cara? —cuestioné confundida— ¿Esta? —gesticulé teatralmente sacando la lengua.
Su carcajada atrajo la atención del resto de alexandrinos que allí se encontraban.
— ¿Qué ocurre aquí? —Rick apareció por sorpresa a nuestra espalda— No sabía que plantar tomates era tan entretenido. —y aunque su tono era serio, una sonrisa amagaba en sus labios.
— Es Riley. —me acusó Maggie sin vacilar— Lo hace ver tan complicado, como si estuviera desactivando una bomba o algo así. —se puso en pie quedando junto a Rick— Y además pone esa expresión. —rio negando con la cabeza.
Suficiente. No pienso volver a tocar un vegetal en mi vida.
— Es cierto, pone una cara muy extraña. —me giré en seco ante las palabras de Rick, formulando un capullo entre mis labios— Gracias. —susurró con burla.
— Si tan gracioso os parece... —gruñí retirando parte de la tierra de mis manos en mis pantalones— Hacedlo vosotros. Yo ni siquiera tendría que estar aquí.
El recuerdo de que iba a irme en a penas unas horas de su comunidad, enfrió el ambiente al instante.
— Déjame ayudarte. —Rick se arrodilló a mi lado y, en silencio, hundió sus manos en la tierra sin titubear.
— Será mejor que yo... iré a buscar a Gleen.
Maggie desapareció en dirección opuesta, no sin antes intercalar una mirada significativa entre Rick y yo.
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✓DEMON'S FEARS ⎯⎯ ᴛᴡᴅ
Fanfiction𝘁𝗵𝗲 𝘄𝗮𝗹𝗸𝗶𝗻𝗴 𝗱𝗲𝗮𝗱 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 [TERMINADA] Riley apenas puede soportar su propia mente, pero cuando dos hombres se cruzan en su camino, se verá obligada a decidir entre: sostener la poca cordura que le queda o sucumbir finalment...