chapter LXVII

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— Puedes a-ayudarme a

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— Puedes a-ayudarme a... —se entrecortó Rick, dirigiéndome una mirada cargada de pesar.

— Por supuesto.

Juntos pusimos a Carl en pie, con el mayor cuidado posible mientras lo veíamos contener muecas de dolor a cada paso. Subimos con lentitud por las escaleras, y cuando la rosácea luz del amanecer rozó la piel de Carl, una sonrisa reluciente se extendió por su rostro. Sonrió, obligándonos a Rick y a mí a detenernos cuando él pegó los pies al cemento, disfrutando del momento con fuerza. 

— Es agradable. —musitó regresando el paso. Lo ayudamos a deslizarse contra uno de los muros, donde pudo descansar y recobrar el aliento que había perdido— No creí que... que alcanzaría a ver otro. —la luz le reflejó en los ojos, un celeste puro bañado en lágrimas. Tuve que dar un paso atrás, demasiado abrumada por la situación— G-Gracias. —miró a su padre, que se había sentado justo a su lado.

— Yo solo... n-no quería que estuvieras ahí cuando...

Tragó pesadamente, y los ojos le quedaron encharcados porque se resistía a dejar caer las lágrimas, otra vez.

— No, no por eso. —replicó con una débil sonrisa— Por cuidarme, por criarme como lo has hecho, papá. Gracias por hacer quien soy ahora.

Me alejé otro paso, arrugando sin darme cuenta el sombrero entre mis manos. ¿Por qué debía ser todo tan difícil? ¿Por qué nos ocurría esto, estando tan cerca de conseguirlo? Los pensamientos me taladraron la cabeza, hasta el punto de perderme en mis propios desvaríos. La injusticia de la situación me calaba en los huesos, me enrabiaba, pero no había objetivo para mi ira, aquello era quizás lo más demoledor. No había culpables, únicamente fue el destino golpeando nuestros ingenuos traseros.

— ...lo fácil que se volvió con el tiempo matar. —me enderecé de golpe ante las palabras de Carl— Lo viste, por eso cambiaste, por eso trajiste a la gente de Woodbury. —entrelazó la mano con la de su padre, dejando un ligero apretón que provocó un silencioso sollozo en el mayor— Los aceptaste, y vivimos juntos. Éramos enemigos y tú bajaste el arma. —lo observó con tal admiración, que me hizo desear haberlos encontrado mucho antes, haberlos conocido en aquel tiempo del que hablaban— Lo hiciste, para que cambiara. Para que fuera el hombre que soy ahora. Lo hiciste... Dejaste de pelear. —su atención se desvió hacia mí, tomándome desprevenida— Fue lo correcto, y aún lo es, puede volver a serlo. —extendió su mano, tembló, pero no la retiró hasta que la uní con la mía sentándome a sus pies— Hoy he visto que puedes ser así. —negué, no obstante, mi terquedad solo causó que elevara ligeramente la comisura de su labio— Papá... —miró a Rick, y hasta que este no se animó a alzar la cabeza, no continuó con sus palabras— Tú puedes volver a ser así.

— No, no puedo ser el que era, ahora es distinto.

— No puedes matarlos a todos, no podéis. —nos miró, y me di cuenta de que a pesar de su juventud, él era capaz de enseñarnos algo a nosotros, a dos adultos que creían tener la razón absoluta— Tiene que haber algo después, para vosotros. —tomó nuestras manos, incitando a que Rick la entrelazara conmigo. Lo hizo, mirándome de soslayo con un cariño arrollador— Tiene que haberlo. —repitió, y cuando mis dedos encajaron con los de su padre, con naturalidad, con necesidad, sonrió— Ya sé que aún no lo ves. —habló con la voz rasposa— Lo que será. Yo lo he visto. —cerró los ojos, como si rememorara un dulce sueño— Tienes barba, una barba larga y gris. Riley vive contigo, es feliz y sonríe tanto... Judith es mayor ya, escucha canciones que yo solía escuchar. —me moví con nerviosismo, pues el amor con el que describía aquel sueño recordaba lo duro que sería vivirlo sin él. Rick me acercó a su cuerpo, abrazándome, se refugió en mí, al igual que yo hice en él— Alexandria es más grande, hay casas nuevas, campos de cultivo, y gente trabajando. Todo el mundo vive, ayudando a los demás. —abrió los ojos suavemente, y el color de sus orbes pareció iluminarse al vernos— Si tú vuelves a ser el que eras, con ella, podría ser así, papá. Seguro.

✓DEMON'S FEARS ⎯⎯  ᴛᴡᴅWhere stories live. Discover now