chapter XLVIII

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— Deberías irte

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— Deberías irte. —miré hacia la puerta, por donde la voz de Rick conseguía filtrarse hasta mi habitación— Abraham y Jesús también quisieron quedarse, pero... —hubo un breve silencio— Hilltop es más seguro para vosotros.

— Dame solo un momento. —insistió Daryl sin dejarse convencer— Ella podría venir conmigo, aquí no está a salvo. —Rick no contestó, y yo regresé los ojos a la bandeja de comida en mis piernas— Joder, hasta tú opinas igual. ¿Por qué no la sacamos de aquí?

— Porque no me lo ha pedido. —respondió con sinceridad.

— Gilipolleces. —masculló, y sus pasos resonaron un poco más cerca— Tiene que superar esa mierda, salir de aquí, Rick.

La puerta amagó con abrirse, pero rápidamente fue cerrada de nuevo.

— Daryl, espera. 

Dejé la bandeja en la mesita, sin haber probado nada de la comida.

— Esperar a qué, ¿a qué Negan regrese a por ella? —la mención de su nombre me provocó un sudor frío al instante— Vuestras "terapias psicológicas" no la ponen a salvo, pero yo puedo hacerlo. —Daryl se mostró seguro de sus palabras— Hermano, yo podría alejarla de aquí. 

No se escuchó respuesta por parte de Rick, y mi cabeza giró en dirección opuesta a ellos cuando escuché el chirriar de la puerta. Solo se oyeron un par de pasos entrar en la habitación.

— Dejar de comer no te ayudará en nada. —encaré a Daryl, encontrándolo de brazos cruzados cerca de mi cama— Y-yo... ehm... —hizo una mueca tensa, no acostumbrado a ser el que debe empezar las conversaciones— Come. —soltó en un intento nefasto de orden. 

— No tengo hambre. 

Relajó su postura al oír mi voz.

— Cabezota. —se acercó hasta mí, sin embargo, decidió no sentarse en la silla y permaneció en pie. Al tenerlo cerca, fui capaz de ver que tenía mi pañuelo rojo enredado en la muñeca. Daryl siguió el rumbo de mis ojos— ¿Lo quieres de vuelta? —negué al instante, importándome poco esa tela dada mi situación— Sabes que no soy bueno con las palabras. —alcé una ceja— Lo estoy intentando, ¿vale? —sus labios exhalaron un suspiro pesado— ¿Cómo te sientes? —preguntó, esforzándose por no fastidiar nada.

— Horrible. 

Daryl hizo una mueca, y colocó toda su atención en aquel pañuelo de su muñeca. Empezó a darle vueltas, como si fuera lo más interesante del mundo. Se quedó en silencio, y no soltó palabra hasta que decidí ponerme en pie fuera de la cama.

— Lo siento. —frené mi caminar hacia la ventana— Riley, lo siento. —lo miré sobre mi hombro, sin comprender por qué se disculpaba exactamente. Dio un paso en mi dirección— Podríamos haberte sacado de allí, pero no lo hicimos. —se detuvo a centímetros de mí— No estarías así si...

✓DEMON'S FEARS ⎯⎯  ᴛᴡᴅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora