chapter XXXI

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— Deja de mirarme así

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— Deja de mirarme así. —busqué con mi puño su hombro, pero él fue más rápido y logró hacerse a un lado.

— ¿Así cómo? —preguntó fingiendo total inocencia.

— Rick... —insistí al verme incapaz de contener los impulsos. 

— ¿Qué? No entiendo Riley.

Seguimos caminando calle abajo, y tuve que ladear un poco la cabeza para encontrar su expresión seria, sin embargo, los ojos le brillaban demasiado para ser cierta

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Seguimos caminando calle abajo, y tuve que ladear un poco la cabeza para encontrar su expresión seria, sin embargo, los ojos le brillaban demasiado para ser cierta.

Cuando estuvimos a pocos metros de las puertas y los vehículos del grupo, Rick me sujetó del antebrazo para detenerme frente a él. Separé los labios, pero me interrumpió mucho antes de que pudiera soltar una sola letra.

— Cuando vuelva... —chasqueó la lengua, y si no lo conociera en lo más mínimo, pensaría que estaba siendo tímido conmigo— ¿Quieres que vayamos por suministros juntos? —no pude evitar soltar una pequeña risa. Es la petición de cita más cutre que me han dicho en la puta vida. No se indignó ante mi risa y continuóGleen encontró hace poco un invernadero no muy lejos de la zona. —me soltó el brazo— Creo que podríamos encontrar herramientas o, con suerte, semillas para abastecer Alexandria. —por un fugaz instante en mi mente parpadeó el recuerdo de Daniel, el día en que me fijé en él, el mismo día en que nos atacó la horda tras intentar llegar a un invernadero— ¿Riley? 

Sacudí la cabeza apartando recuerdos dolorosos, y cuando miré a Rick a los ojos, alcancé a ver en ellos la pasión con la que siempre luchaba por ayudar a su gente.

— Me encantaría ir a buscar regaderas y flores contigo. —estiró una sonrisa y empezó a caminar sin mí— ¡Oye! —me reí llegando a su lado, tuve que detenerlo yo ahora del brazo para que me mirara— Lo digo de verdad. —abandoné el sarcasmo por un momento— Rick Grimes. —rodó los ojos ante la mención tan seria de su nombre— Me encantaría ir contigo a por suministros. 

— Perfecto.

— Estupendo.

Si una tercera voz no hubiera roto la unión de nuestras miradas, no dudaba ni por un segundo de que éramos capaces de permanecer con la atención en el otro por un largo, pero largo tiempo, sin sentirnos incómodos en lo más mínimo.

✓DEMON'S FEARS ⎯⎯  ᴛᴡᴅWhere stories live. Discover now