𝘁𝗵𝗲 𝘄𝗮𝗹𝗸𝗶𝗻𝗴 𝗱𝗲𝗮𝗱 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻
[TERMINADA]
Riley apenas puede soportar su propia mente, pero cuando dos hombres se cruzan en su camino, se verá obligada a decidir entre: sostener la poca cordura que le queda o sucumbir finalment...
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Propiedad de Negan.
Tan solo era un cuerpo destrozado, tanto por dentro como por fuera, y no sentía más que un vacío en el pecho, como si me hubieran arrancado quien era.
No era nadie, no era nada.
Ni siquiera llegué a darme cuenta de que me habían puesto en pie, y que ahora una larga y oscura tela me cubría los hombros. Pero por instinto me había aferrado a esta, encogiéndome en mi misma.
— ¿Qué te parece si jugamos a algo? —Negan se sacó un pañuelo rojo del cuello. Era mío, o lo fue en su día. Ahora él lo tenía como recordatorio, de que yo había estado tiempo atrás bajo la suela de su bota— Será divertido. —se acercó a mí con la tela en la mano y, colocándose a mi lado, me sujetó la barbilla— Míralos. —ordenó ejerciendo fuerza en mi mandíbula, me resistí, hasta que añadió con indiferencia:— Hazlo, porque será la última vez que veas a uno de ellos.
— Negan...
— Shhhh... —acarició mis hombros— Te estoy dando la oportunidad de despedirte, aprécialo.
Mi mirada viajó a cada uno de ellos.
Carol, Rosita, Aaron.
El corazón se me aceleró.
Maggie, Abraham, Sasha.
Me negué a aceptar que, de verdad, sería la última vez que vería a alguno de ellos con vida.
Gleen, Michonne, Carl.
Abracé mis hombros, conteniendo el pánico que quería explotar en mi interior.
Rick, Daryl, Eugene.
Bajé la mirada, sintiendo como mis ojos ardían al igual que mi garganta.
— No tiene por qué morir nadie. —supliqué muy bajito— Por favor.
— Valoro tu cambio de actitud, querida. —sus dedos rozaron mis párpados y pronto me quedé a oscuras— Pero ya es muy tarde, no puedo dejarlo pasar. —sus manos soltaron mi cuerpo y me sentí de golpe muy sola, perdida en completa oscuridad— Y recuerda... —su aliento se sintió muy cerca de mi mejilla— Podrías haberlo evitado, pero eres una jodida cabezota. —dio una fuerte palmada que me asustó— Empecemos el juego. Será sencillo, no te preocupes. —su voz empezó a sonar más lejana— Es turno de Lucille, ella tendrá el puto placer de destrozarle la cabeza a alguien esta noche. —me estremecí, y tuve que hacer uso de las pocas fuerzas que me restaban para conseguir mantenerme en pie— Y será la preciosa Riley, quien adivinará el afortunado. —Negan no estaba tan alejado de mí, porque al mover su bate en mi dirección alcancé a sentir una ráfaga de aire impactarme en las mejillas— Lo llamaremos: encuentra quien coño la ha palmado. —se escucharon algunos sollozos provenir de mi grupo— No se vale dar pistas. Chicos, ¡quiero un jodido juego limpio! —Negan se emocionó, y lo escuché caminar una y otra vez frente a mí— Pueden respirar, pueden pestañear, pueden llorar. —podía imaginar su sonrisa creciendo a medida que se acercaba el momento— Diablos, todos lo harán. ¿Preparados? —me clavé las uñas en la carne de los brazos— ¡Allá vamos!
