𝘁𝗵𝗲 𝘄𝗮𝗹𝗸𝗶𝗻𝗴 𝗱𝗲𝗮𝗱 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻
[TERMINADA]
Riley apenas puede soportar su propia mente, pero cuando dos hombres se cruzan en su camino, se verá obligada a decidir entre: sostener la poca cordura que le queda o sucumbir finalment...
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Una semana después...
El repentino aleteo de un pájaro me hizo desviar la mirada. Era un cuervo, y había decidido posarse justo en la misma rama que yo.
— Lárgate. —hice un par de aspavientos intentando ahuyentarlo, sin embargo, se limitó a mirarme como si fuera estúpida, o esa impresión me dio— De acuerdo, pero como te pongas a graznar tendré que matarte, avisado quedas, pajarraco. —torció la cabeza con indiferencia, y me ignoró totalmente.
Regresé la vista a Hilltop, más concretamente a la figura de mi hermano. Su aspecto era inconfundible, o quizás yo tenía la habilidad de encontrarlo con mucha facilidad entre la gente.
Preparé entonces el cordel, junto con una pequeña nota, en la flecha armada en mi arco.
Si fallo será penoso.
Tensé y, manteniendo mi pulso firme, terminé disparando.
Sonreí ligeramente al ver que se había incrustado justo frente a él. Mi hermano se sobresaltó, pero rápidamente recobró la compostura tras reconocer la flecha. De inmediato intentó buscarme por encima de los muros, entre los árboles, pero como llevaba pasando desde hacía días, no me encontró. Se rindió, desdoblando el mensaje junto a la flecha, y pude contemplar perfectamente como su sonrisa iba ensanchándose a medida que leía mis palabras.
Me buscó una última vez entre las copas más altas y, de nuevo, falló. Esperé a que regresara a la mansión de Gregory, pero para mi sorpresa tomó el camino opuesto. Terminó por salir a través de las grandes puertas de Hilltop, las mismas que él y yo ayudamos a construir en un pasado. Y, lo más desconcertante, es que frente a él se detuvieron dos vehículos.
Sin pensarlo descendí del árbol de un salto, demasiado curiosa por saber a dónde se dirigía. Aunque, lo que hizo que aumentara mi marcha, que de verdad me desesperara por saber el destino de mi hermano, fue el hecho de que terminé reconociendo esos vehículos.
Alexandria.
Decidí seguirlos, buscando las huellas de los neumáticos en el asfalto, tan desgastados que me dejaron un rastro durante horas.
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