chapter LIX

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Me levanté bruscamente del suelo al oír un llanto ahogado

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Me levanté bruscamente del suelo al oír un llanto ahogado. Crucé mi mirada con la de Aaron, quien venía del patio trasero del edificio. Sus ojos estaban rojos, y sus manos cubiertas de sangre.

Balbuceé algo, ni siquiera supe el qué, pero cuando quise darme cuenta ya lo había atrapado entre mis brazos. Me abrazó por la espalda, y sus piernas cedieron arrastrándonos a ambos al asfalto.

— Tranquilo. —murmuré acariciando su pelo— Dime qué ha...

Se separó, y aún sin soltarme negó con la cabeza. Nada alcanzó a salir de sus labios temblorosos, más que un nombre, el de su pareja.

— E-Eric, él no... —el llanto le regresó como una bomba de demolición, destruyéndolo por completo se cubrió la cara, evitando así que viera como le bajaban las lágrimas.

Sabía lo que estaba sintiendo, una fuerte presión en el pecho y, después, mil esquirlas clavándose más y más profundo. Teniendo la sensación horrible de asfixiarte, de morirte y, en parte, deseabas que ocurriera tan solo para que cesara el dolor. Sin embargo, no se detenía, y uno seguía vivo, pero aquello no era lo peor, sino el recordar que tu corazón latía y el de esa persona ya no, era lo que terminaba contigo.

A tientas, bajó una de sus manos para sostener la mía, la sentí húmeda por las lágrimas, pero me importó una mierda y entrelacé nuestros dedos con cariño.

Aaron no habló durante más de diez minutos, y tampoco le forcé a hacerlo. De vez en cuando, iba intercalando la mirada entre nuestras manos unidas, y las fotografías que Rick me había entregado. Había hecho fotos del Santuario rodeado de caminantes, del edificio que teníamos enfrente y de los muertos que habíamos dejado tanto dentro como fuera del recinto. Era macabro, sin embargo, intuía que debía de quererlo para algo más que para un simple recuerdo.

De golpe, Aaron apretó mi mano con un poco más de fuerza, justo cuando un llanto infantil se hizo oír no muy lejos. Nos levantó y arrastró hacia Rick, él sostenía a Gracie entre sus brazos. La bebé, de piel blanca y con una manta azulada envolviendo su cuerpo, destacaba como si tuviera luz propia. A comparación de Rick, que estaba cubierto de sangre y cenizas, Gracie se veía como todo un ángel. 

— Tengo que... que parar en un sitio y Daryl va en su moto. —Rick habló en dirección a uno de los alexandrinos— Podrías llevarosla tú o Scott.

Aaron me soltó para dar un paso hacia ellos. 

— Vendrá conmigo. —dijo recobrando al fin su voz— Y-Yo la... la llevaré a Hilltop. Allí estará a salvo.

Rick se mostró reticente, y sin darse cuenta buscó mi mirada, mi opinión al respecto. Hice una mueca antes de asentir hacia él.

— Eric y yo íbamos a ir a... —desvió su atención a mí cuando llegué a su lado— A Hilltop p-para informar a Maggie. —dejé un suave apretón en su brazo, y con su mirada me lo agradeció antes de continuar— Así que es lo que haré. —asintió y mordió su labio, luchando por no romper de nuevo a llorar— Por favor... Dámela. 

✓DEMON'S FEARS ⎯⎯  ᴛᴡᴅWhere stories live. Discover now