Pretending to be married - Traducción

Capítulo 11

El tiempo que tardaron caminando hacia la cabaña lo rellenaron con una estúpida charla sobre el café.

Dean estaba decidido a tener él la razón y Cas era igual de testarudo al respecto. Entraron y Dean fue directo hacia la alacena para coger el café que habían comprado antes. "Toma asiento y mira cómo se hace." Sonrió a Cas, quién se limitó a suspirar antes de sentarse en la silla más cercana a él. "Puede que no tenga muchas habilidades Castiel, pero hacer café es una de mis mejores."

Ante esto, Cas puso los ojos en blanco. Por supuesto que Dean, uno de los mejores cazadores y héroes que el mundo haya podido ver, diría que hacer café era una de sus mejores habilidades.

Al cabo de unos minutos, Dean depositó una taza humeante frente a Cas, antes de sentarse frente a él con la suya. Sopló antes de tomar un sorbo y sonreír, maldita sea, que bueno está, pensó para sí mismo. Si Dean tuviese a alguien con quien poder apostar, apostaría su coche a que Cas lo disfrutaría. Cas olió el café antes de tomar un sorbo y... gritar de dolor.

No había comprobado lo caliente que estaría y había tomado un enorme trago. Dean entró en acción cogiendo un vaso y llenándolo de agua fría antes de dárselo a Cas, quién ahora tenía lágrimas en la cara. Dean sabía que más que por el dolor, era por el shock. "Eres absolutamente idiota, Cas." Dijo con cariño. Afortunadamente, Castiel captó eso y sonrió un poco entre tragos de agua fría. 

Una vez que la boca de Cas se había enfriado un poco, tomó otro sorbo. Afortunadamente, el café ya se había enfriado por lo que no se repitió el incidente anterior. Y maldita sea, ahora que no se sentía como si estuviera tratando de pelar las capas superiores de la piel en su boca, sabía realmente bien. De hecho, estaba tan bueno que no pudo evitar soltar un pequeño gemido de placer. Miró al cazador y sonrió "maldita sea, tenías razón."

Dean se levantó rápidamente tras el gemido, un rubor se había apoderado de su rostro. Había sido él quien hizo que Cas gimiera así. Mientras Castiel se terminaba su café, y volvía a llenarse su taza, Dean preparaba té. Y hacía sus famosas hamburguesas. Creciendo en habitaciones de moteles, Dean había tenido que ser creativo a lo largo de los años y una cosa que a Sam siempre le habían gustado eran sus hamburguesas.

Las emplató con unas patatas y puso la mesa. Se sentaron y comenzaron a comer. Al principio, hubo un silencio incómodo, pero después de unos minutos, Cas empezó a preguntarle a Dean cómo las había hecho, y cuando éste se negó a decirle la receta secreta, Castiel le preguntó que otras más cosas había tenido que hacer a lo largo de los años.

Descubrió que a Dean le gustaba cocinar y tener un montón de ingredientes con los que poder inventar algo, esa era una de sus cosas favoritas, "pero si se lo dices a alguien Cas, te juro que te freiré las alas." Cas había levantado las manos en señal de rendición antes de continuar con su comida. "No se lo diré a nadie."

Después de haber limpiado la mesa, se cambiaron rápidamente de camisa y salieron.

Sus armarios se encontraban en lados opuestos el uno del otro, así que tenían una excusa para no mirarse ni hacer contacto visual cuando ambos estuviesen sin camiseta, sin embargo, sin que el otro lo supiera, ambos echaron una rápida mirada a través de sus espejos antes de apartar la vista y sonreír.

Eran las 19:20 cuando los chicos salieron de la cabaña dirigiéndose hacia el pub.

Llegaron a los escalones del lugar y Cas miró a Dean sin palabras, rezando para que subiera los tres escalones de la puerta primero, para alivio de Cas, lo hizo. "Espera." Dijo Cas mientras Dean agarraba la puerta. Castiel subió el último escalón para estar a la misma altura que Dean. Una vez allí, miró al cazador y sonrió, le quitó unas migas de la camisa pertenecientes a una galleta que se había comido Dean a escondidas antes de salir. "Bien, vamos." Le sonrió a Dean.

Dean abrió la puerta para que Cas entrara primero, el ángel aceptó el ofrecimiento e incluso se sonrojó ligeramente ante ese gesto mostrado por Dean. Al entrar pudieron ver a Charlie y Anna sentadas hablando en un rincón. El verlas allí, confundió a Cas ya que parecían estar muy bien. Tuvo que recordarse a sí mismo algo que Sam solía decir, nunca se sabe lo que ocurre a puerta cerrada. Lo cual es completamente cierto.

Dean tiró del brazo de Castiel, quién se había frenado, hasta la barra y pidió dos cervezas antes de acercarse hacia las dos pelirrojas. "Hola chicas," les sonrió. Tanto Anna como Charlie sonrieron a su vez y les preguntaron amablemente que tal estaban. Cas pudo ver que Anna estaba pensando demasiado en algo, así que sonrió y le dijo "¿qué ocurre Anna?" Ella se rió consigo misma como si se hubiese dado cuenta de que estaba siendo algo tonta, "¿qué quiso decir Dean con lo de enseñarte a que sabe el café de verdad?" Al oír esto, Cas se rió y les contó a Anna y Charlie la discusión que tuvieron en la tienda, de vez en cuando Dean intervenía para que la historia fuese más ligera, ya que Cas la contaba como un hecho, sin pensar en añadir algún tipo de broma.

Cuando Meg y Cam llegaron, habían empezado a contar historias como cuando Cas había amenazado a un hombre por el simple hecho de haberse quedado sin pie o como cuando Charlie se puso a discutir con una mujer sobre la leche. La pareja se sentó sosteniendo sus bebidas, un poco confundidos en cuanto a lo que estaba pasando. Pero pronto, se unieron a ellos y empezaron a contar también algunas historias propias.

Cuando todos estaban cerca de terminarse sus tragos, Meg sonrió, "bien, pagaré la siguiente ronda. Como esta es la primera noche que Dean y Castiel pasan con nosotros, para celebrarlo, beberemos hasta que no podamos ni mantenernos en pie y jugaremos a verdad o reto como si volviésemos a tener 21 años. ¿Ha quedado claro?" Se levantó y se dirigió a la barra. Cas sólo había bebido unas cuantas veces, una de ellas fue aquella de su todopoderosa juerga, y mientras Cas se preocupaba ligeramente por la cantidad de alcohol que tendría que consumir, Dean sonrió en secreto, Cas nunca había tenido la oportunidad de hacer algo así por lo que Dean se aseguraría de que fuese una noche increíble que luego Cas no recordaría. Demonios, pensó Dean, esto va a ser divertido.