Capítulo 37

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Dean se despertó a media tarde con un mensaje de Sammy, enviado hace 6 minutos, "¿sigues vivo?" Sonrió ante el hecho de que Sam hubiese recordado el patrón de sueño de un cazador mientras le devolvía el mensaje explicándole brevemente el caso y que, sí, definitivamente seguía vivo.

Dean también tenía algunos mensajes de Cas. 37. En los cuales sólo decía "hola." Se rió de lo ridículo que parecía. Era dulce, la preocupación que había detrás de ellos, pero era obvio que Castiel era muy raro a la hora de mostrar preocupación a través de los mensajes. Decidió llamarlo. 

"Buenos días," sonrió al teléfono, "¿dónde demonios has estado? Son las 2 de la tarde, estaba tan preocupado que casi voy a buscarte." Cas no parecía feliz. Llevaba preocupado desde que se despertó a las 9 de la mañana. Que Dean ignorara sus mensajes no es que fuera inusual, pero seguramente no podría ignorar 37, seguramente no los ignoraría ahora.

La preocupación de Castiel sólo parecía molestar a Dean. "Solías venir a cazar con nosotros y sabes que normalmente no nos despertábamos hasta la tarde porque nos pasábamos toda la noche fuera, ¿es que no piensas?" A Cas le sorprendió la respuesta. Se había preocupado, pero pensó que era normal. "Mis disculpas Dean, que tengas un buen día" y colgó, sintiéndose afligido.

Dean tiró el teléfono y se dirigió a la ducha, refunfuñando un "buenas tardes" a Bobby, quién puso los ojos en blanco ante lo que acababa de escuchar. Antes de que tuviera la oportunidad de decir algo, Dean le dijo "déjalo" y cerró la puerta del baño.

Cas se levantó de la cama, se puso algo de ropa y se dirigió al apartamento de Sam. No había estado allí antes, pero Sam sabría cómo arreglar las cosas y hacer que Cas se sintiese menos mierda.

Pilló a Sam saliendo, dirigiéndose al trabajo. "¿Estás bien amigo?" Preguntó Sam en cuanto vio al ángel. Cas le explicó, mientras iban caminando juntos, que se había preocupado y que Dean estalló por nada y que sentía como si las últimas semanas no hubiesen ocurrido y que tenía miedo de haberlas arruinado. Ante esto, Sam lo regañó, "no has arruinado nada, sólo mostraste preocupación como lo haría cualquier pareja o amigo. Dean lo hace estallar todo y reacciona como un niño. No te sientas mal. Ve a merendar y yo hablaré con él."

Sam no sabía si abrazar a Cas o no, así que le dio una torpe palmadita en la espalda antes de que cada uno siguiera su camino. Le envió un mensaje rápido a Dean, ¿por qué tienes que ser tan idiota? Sabiendo muy bien que no recibiría respuesta, volvió a guardar su teléfono en el bolsillo y continuó hacia la tienda.

Cas fue a merendar. En su camino, Meg lo alcanzó. "Buenos días clarence," sonrió mientras caminaba a su mismo ritmo. Cas ladeó la cabeza, "mi nombre es C..." "sé cuál es tu nombre, Cas, pero creo que Clarence te queda bien" ella se encogió de hombros. Sin saber cómo responder, Castiel asintió. "¿Te importa si te acompaño a merendar? Te ves solo, triste y patético. Es deprimente verte, Clarence."

El par llegó a la cantina, cogieron demasiada comida para merendar y tomaron asiento. Cas estaba callado y Meg no quería entrometerse. En parte porque no le correspondía, también porque no tenía ganas de tener que lidiar con el llanto, y también porque todavía no se le daba bien eso de ser una persona amable, simpática y cariñosa. Puede que ya no sea un demonio, pero aparte de los poderes, no ha cambiado mucho.

Se sentaron, haciendo comentarios extraños entre ellos. Meg se burlaba mayormente de otras personas, Castiel trataba de defenderlas o se rendía y lo aceptaba. "Oh, Dios mío, no puedo soportar más esto, ¿qué diablos es lo que pasa con tu careto de ángel, Castiel?" Estalló Meg finalmente, ni siquiera ella podía ignorarlo para siempre.

Cas resopló, sin decir nada durante un minuto. "No te lo voy a preguntar de nuevo." Ante esto, Cas volvió a resoplar y comenzó a explicarle que Dean había sido grosero y que le parecía que volvían a estar donde estaban antes. Estaba preocupado y echaba de menos a Dean, pero no sentía que Dean sintiese lo mismo y tampoco podría decírselo porque sino se quejaría. Meg suspiró, "hombres."

Se levantó y le indicó a Castiel que hiciera lo mismo. "¿A dónde vamos?" Le preguntó después de que saliesen de la cantina. "A el lugar que arregla todos los problemas," rió Meg, "o los empeora..."

Llegaron al pub. Inseguro de si esto era una buena o mala idea, Cas la siguió dentro y cogió su primera copa.

Su estado de ánimo poco a poco se fue transformando en alegre.  aún triste por Dean, ahora también se sentía molesto y se aseguró de que todos en el pub pudieran escucharle. A través de su risa, Meg logró que Castiel dejase de gritar sobre cómo su marido apestaba y era grosero.

"Esta fue una buena idea" pensó Cas en voz alta. "Dean es de lo peor. Pero, ¡y esto es un secreto! Puede que lo ame, tal vez demasiado, pero eso es un secreto. No se lo vayas a decir," y con eso, Cas se sentó y cerró los ojos durante un minuto. "Me alegro de que hayas encontrado a tu unicornio Clarence, voy a ir a buscarte agua," suspiró Meg. "¿Por qué me llamas Clarence, Meg?" Mientras se alejaba, se volvió hacia él, "¿te mataría ver una película o leer un libro?"

Se sentaron y siguieron bebiendo, Cas principalmente de agua, y Meg de lo que estuviera más cerca. Charlando como si fuesen dos viejos amigos. A Cas le confundió un poco que se llevasen tan bien, después de todo Meg era un demonio. Decidió que no le importaba, Meg le gustaba.

Meg guió a Cas de vuelta hasta su casa al final de la tarde, el ángel se tambaleaba menos que antes. Era dulce, a Meg le gustaba su inocencia. Lo condujo hasta la escalera, lo vio entrar y se dio la vuelta para salir. "Creo que podrías ser mi primer super amiga de verdad, lo cual es algo confuso, ya que nuestras especies harían cualquier cosa para matarse mutuamente. Pero yo no quiero matarte. Creo que deberíamos volver a salir a beber." Se dio la vuelta y le sonrió al ángel borracho. "Duerme para bajar la bebida, Clarence, te veo por la mañana."

Cas subió las escaleras desnudándose mientras subía. En cuanto se tumbó en la cama, sus ojos se cerraron. En su feliz estado de borrachera, se quedó dormido.

Tenía 3 llamadas perdidas.

Pretending to be married - TraducciónOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz