Capítulo 36

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Dean se había ido hace 5 horas y Castiel no había podido dejar de pensar en él desde entonces. Se dijo a sí mismo que se debía a lo tan horribles que eran los videojuegos que le estaban enseñando, pero seamos sinceros, tampoco habría podido teniendo la mente clara y concentrada. 

Cas le había hecho prometer a Dean que le mandase algún mensaje durante el día y le llamase por la noche. No quería parecer tan pegajoso, pero cuanto más se acercaba la caza, menos le importaba. Se había despertado en medio de la noche considerando la posibilidad de poner un monitor de bebé mientras Dean estaba fuera, pero pensó que eso sería ir demasiado lejos.

Después de muchos intentos fallidos en el juego de carreras al que estaban jugando, Cas se excusó amablemente para poder ir a comer a la cantina. Mientras caminaba hacia el edificio, su teléfono sonó "ya llegué al motel, no te preocupes. Disfruta de un poco de pie por mí, ángel." Dean nunca lo llamaba ángel, en ese contexto sonaba a nombre de mascota. Genial, pensó Cas, ahora estaré pensando en eso durante los próximos 100 años. Cogió el pie (cogiendo accidentalmente dos platos, ya que se había convertido en una costumbre) y se sentó solo. Pensando en Dean.

Por otro lado, Sam volvió de su aventura y subió a su piso sin ser visto por Gabriel que, como había predicho Sam, estaba enfadado en su piso.

No era que Sam no estuviese interesado en él, sino que era su primer interés en un chico, junto al hecho de que ese chico resultaba ser un arcángel. Era algo confuso y nuevo y encima Gabe podía ser tan abrumador que no había tenido tiempo ni de respirar, además de que su cerebro iba a 100 mil por hora tratando de mantenerse al día con todo. Haber salido para despejar su cabeza había sido necesario y ayudó a Sam a relajarse (todo lo que podía relajarse sabiendo que Dean estaba de cacería) y a pensar mejor las cosas. 

Gabriel parecía divertido, pero no lo conocía lo suficiente. Habían discutido, se habían besado y habían tenido una cita muy amistosa. Iba todo bien pero quería conocer a la persona real antes de que volviesen a estar tan amistosos de nuevo.

Cerca de medianoche, Sam recibió un mensaje: "Todavía vivo, más vale que tu también, buenas noches, D." El registro de Dean señalaba la hora a la que se acostaba Sam. Le envió un mensaje rápidamente y se dirigió a la cama. Una ligera sonrisa apareció en su rostro cuando recordó que mañana tendría un turno de 6 horas con Gabe. Definitivamente tendría la oportunidad de conocerlo entonces.

Cas había recibido una llamada de Dean alrededor de las 11 de la noche. Dean le llamó para darle las buenas noches y para ponerse al día con toda la charla que no habían podido tener en este día. Dean consideró el mencionarle lo extraño que era el no tener una mano que sostener. Castiel consideró sacar a colación lo vacía que se sentía la cama ahora que sólo estaba él. Ambos, mantenían una conversación ligera y fluida hasta que Castiel se quedó dormido en medio de la conversación.

Dean le susurró un buenas noches al ángel que roncaba tranquilamente por el teléfono antes de colgarle, y mandarle un mensaje a su hermano. Deseaba poder estar junto al ángel, acurrucado con él, pero también estaba disfrutando de la caza y de la posibilidad de estirar las piernas.

Castiel dormía de forma inquieta, buscando un cuerpo que no estaba allí. Dando vueltas en la cama porque se sentía demasiado grande y vacía. Entrando y saliendo de sueños nerviosos llenos de preocupación. Esta cacería iba a ser larga.

Sam tampoco es que hubiese podido dormir muy bien. Estaba emocionado por su turno de mañana aunque no admitiría el por qué. Estaba pensando en lo que se pondría, a qué hora llegaría y en lo qué diría. Decir que Sam estaba lleno de nervios antes de la cita era una declaración insuficiente.

Gabriel estuvo despierto hasta las 3 de la mañana ya que estaba enganchado a un programa de competición de repostería, luego se fue hacia la cama, sonriendo debido a que mañana era el día en la tienda con Sammy y el chico definitivamente no se podría escapar esta vez.

Dean, obviamente, no durmió. Estaba despierto e investigando con los demás. Viviendo del café y la adrenalina, como en los viejos tiempos. Lo que no era como en los viejos tiempos era la idea de que ahora había un hogar esperándole, y una persona. Una persona increíblemente encantadora que le tomó de la mano, le preparó un mal café y siempre le demostró su amor. Pero, por supuesto, no iba a admitir ese tipo de distracciones... demasiado parecidas a esos momentos de chicas.

Pretending to be married - TraducciónWhere stories live. Discover now