Capítulo 14

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Cas,

Honestamente no sé por dónde empezar con esto.

Te he escrito muchas antes, pero al igual que esta nunca las verás.

Nunca verás lo mucho que significas para mí.

Esto es difícil de admitir para mí. Incluso escribiéndolo en papel, porque simplemente no me lo merezco. No te merezco.

Nunca he hecho nada y sin embargo te has quedado conmigo.

Probablemente no sientas lo mismo, eres un ángel, ¿acaso puedes hacerlo? Pero Dios, Cas, creo que te quiero.

No de la misma forma fraternal en que te ve Sam pero, no sé. Cada vez que te apareces y te quedas y me hablas y me prestas atención, siento como un calor extendiéndose a través de mí. 

Sueno como un adolescente enamorado. 

Comparado con tu edad, básicamente lo soy.

Cuando vinimos a este viaje me preocupaba mucho el que la acabara cagando, que en un momento de debilidad te dijese como me sentía. He estado tan cerca tantas veces.

Cas, me gustaría poder abrazarte, tomarte de la mano, despertar a tu lado, hacerte sonreír, estar contigo. Pero no puedo.

No me merezco eso. Y no mereces toda mi mierda, cargada sobre tus hombros. Te he herido más de lo que te mereces. Te hice elegir entre tu familia y yo, lo siento mucho. 

¿Cómo pude hacerte eso?

Fue muy egoísta y me odio por ello todos los días. Podrías ahora estar allí arriba, con tu familia. 

Donde debes estar y donde mereces estar. 

Pero tus ojos, tu sonrisa, tus manos.

No quería perderte. Nunca lo hago.

Eres hermoso, amable y has dado tanto a tantas personas.

Claro que has hecho cosas malas, pero no puedes vivir esta vida sin hacerlas. 

Me has protegido desde el primer día y no hay nadie a quién le pueda estar más agradecido porque siempre, siempre he sido yo el que cuida de todos los demás, nadie lo ha hecho por mí. Y entonces llegaste tú.

Gracias, gracias, gracias.

Castiel, te quiero.

A diferencia de la forma en que he querido a alguien más.

Anoche, casi te beso, tenía tantas ganas de besarte. Y quizás de algo más. Definitivamente, quería más. 

Cas te quiero, te necesito. 

Pero no puedo. 

Eres un ángel, eres una buena persona y te mereces algo muchísimo mejor que yo.

Y lamento haber dejado que mis sentimientos se interpongan. Lo siento por desviarme del camino para estar cerca de tí. Y lo siento por todo el peligro que has tenido que afrontar por mi culpa. 

No puedo encontrar suficientes palabras para decirte, para ayudar a que lo entiendas, pero había que intentarlo.

Te quiero, Cas, y lo siento.

Te quiero y por eso no te lo diré nunca. 

Lamento que hayas tenido que cargar conmigo.

Te quiero. Y te estoy muy agradecido. 

Te quiero y odio haberte hecho eso.

Te quiero.


De repente, las entrañas de Dean decidieron hacerle una visita a su boca y tuvo que subir corriendo las escaleras hasta el cuarto de baño, apenas llegando mientras le salía todo a borbotones. 

Se había deshecho de todas sus emociones reprimidas y ahora tenía que deshacerse del revestimiento de su estómago.

Corrió y dejó la carta sobre la mesa.

Abajo, Cas volvió a entrar por la puerta, emocionado por contarle a Dean algunas de las actividades a las que quería que se apuntasen.

Cuando no pudo ver a Dean en la sala de estar, decidió subir las escaleras para ver si estaba allí. Justo cuando llegó al tercer escalón se dio cuenta de que no había revisado la cocina.

Suspiró para sí mismo antes de darse la vuelta y dirigirse a la cocina. Probablemente esté ahí dentro y al no verlo arriba hubieras entrado en pánico se quejó para sí mismo.

Al doblar la esquina, vio que la habitación estaba vacía, aparte de un papel con algunos garabatos y un montón de escritura. Cas sabía que no debía, pero se acercó y lo cogió.

Mientras lo leía se dio cuenta de algo, había encontrado a Dean ahí. No el Dean al que estaba buscando, sino el Dean que nunca había visto y el Dean al que siempre había querido.

Pretending to be married - TraducciónWhere stories live. Discover now