Capítulo 18

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Resulta que, de momento, eso los llevó a la cama.

Sin una gota de alcohol en sus sistemas, acurrucarse era mucho más difícil. Habían demasiados codos y poco espacio. Uno podía ponerse cómodo pero el otro se quejaba por lo que seguían intentándolo hasta que al final era muchísimo peor. Hicieron sus incómodos movimientos en silencio, inseguros sobre lo que decir.

Cuando finalmente lograron ponerse cómodos, con sus extremidades enredadas desordenadamente, Dean sintió cómo Cas le besaba suavemente en el hombro antes de acurrucarse más. Las horas pasaban y pasaban, pero a ninguno de los dos les importó ya que ambos sabían que esto era la calma antes de la tormenta. Dentro de unas horas cuando se terminen levantando, tendrán que hablar sobre todo esto, pero por ahora, este momento es todo lo que tenían.

En algún momento entre el día y la noche, Dean se levanta para orinar. Había intentado ignorar la necesidad, pero su vejiga estaba acalambrada y empezaba a dolerle de verdad.

Mientras se levantaba de la cama, sintió como Cas le tendía la mano con confusión. Dean la agarró para luego soltarla. "Soy humano Cas, necesito ir a mear." Se dirigió lentamente hacia el baño con la esperanza de que, si conseguía volver lo suficientemente rápido, podría volver a acurrucarse con Cas en la cama y ambos podrían volver a dormir. No hubo suerte.

Cuando Dean regresó, Cas estaba sentado, no despierto del todo, pero si demasiado despierto como para volver a dormir. Con un suspiro, Dean cogió su bata: "Voy a preparar una cafetera."

A cada paso que daba bajando las escaleras, escenas del día anterior volvían a él, menuda mierda. "¿Así que lo de ayer no fue tan sólo un sueño confuso?" Refunfuñó para sí mismo mientras doblaba la esquina.

"No."

Dean saltó sorprendido ante haber recibido una respuesta. ¿Qué coño? Su instinto se puso en marcha y Dean agarró lo más cercano que tenía para que le sirviese de arma: una taza. Cuando la repentina conmoción se disipó y la visión de Dean se enfocó, pudo ver a un risueño Sam sentado en la mesa de la cocina. Con un gruñido de molestia, Dean bajó la taza. "¡¿QUÉ DEMONIOS, SAMMY?!" "¡estabas cagado!" Su risa retumbaba en toda la habitación. "¡SAMMY!" 

El hermano menor levantó la vista, con los hombros aún temblando y secándose las lágrimas de los ojos, "nunca te había visto tan asustado." "Deja de reírte de mí," gimió Dean mientras se dirigía hacia la cafetera. "¿Por qué demonios estás en nuestra cabaña?"

"Te das cuenta de la hora que es, ¿verdad?" Dean miró el reloj y suspiró: 1 pm. "Vine para desayunar, estuve tocando la puerta durante 15 minutos y luego entré sin más." "La puerta estaba cerrada, Sam." "¿Y?" Sonrió ante el resoplido de Dean. "No iba a dejar que algo tan pequeño me alejara del desayuno."

Dean se giró y se apoyó en la encimera, "entonces, ¿qué quieres?" Sam volvió a sonreír, "ya comí Dean." Dean se giró para mirar el fregadero y vio que había una pila de platos, "perra." "Idiota." Dios, odio a mi hermano, pensó Dean con una sonrisa.

"Entonces, Cas me contó lo que escribiste en esa carta."

Dean se giró para mirar a Sam: "No sé a qué te refieres." Dijo obstinadamente. Sonrió: "Sammy, ¿cuándo crees que fue la última vez que cogí un bolígrafo para algo más que no fuera poner mi firma?" "Vamos Dean, te conozco. Sé que cuando las cosas se te meten demasiado en la cabeza, las acabas escribiendo. No me mientas." Dean se apartó, sacudiendo la cabeza, "mira Sammy..." "NO... no, mira Sammy no, Dean. Tienes sentimientos, todos los tenemos, ¡no puedes pasarte toda la vida ignorándolos!" Dijo Sam con un suspiro.

De repente, la cocina parecía demasiado pequeña para todo lo que los hermanos estaban teniendo entre ellos.

Sam fue el primero en romper el silencio: "bien, si no quieres hablar conmigo, por favor, dime que por lo menos has hablado con Cas." El silencio de Dean respondió a su pregunta. "¡Dean!"

Dean se quejó: "Mira, Sam, entiendo que estas tonterías son lo que sueles hacer. Que te gusta tocar y hablar de todas las pequeñas emociones y pensamientos y sentimientos que tienes dentro, pero a mí no, ¿vale? Lo que escribí en esa carta nunca debió ver la luz del día, ¡y mucho menos debieron verlo los ojos de Castiel! ¡La luz más cercana que esa carta debió ver era la de las llamas siendo quemada! La única razón para no haber podido hacerlo es que tuve que ir al baño a vomitar. Así que deja de intentar hacer todo como en tus estúpidas películas de chicas, esto es la vida real, esa mierda no funciona. Lo que pueda o no sentir por Cas no importa, porque ¿por qué, por qué, un ángel se enamoraría de mí? Lo que yo siento no importa, ¡déjalo estar!"

Y con eso, Dean salió por la puerta. Sam puso su cabeza entre sus manos.

Cas, quien estaba bajando las escaleras, vio a Dean caminando hacia la puerta y lo primero que pensó fue gritar "Dean, no llegues tarde a la reunión."

Mientras Dean daba un portazo, Cas se dio cuenta de lo estúpido que había sonado y se gritó mentalmente mientras se dirigía a la puerta para saludar a Sam. Asintió al Winchester más alto y cogió el café antes de sentarse frente a él. "Gracias, Sam." La confusión se extendió por el rostro de Sam, Cas sonrió con tristeza: "Lo he oído todo." Después de eso, Cas desapareció sumergiéndose entre sus propios pensamientos. 

Pretending to be married - TraducciónWhere stories live. Discover now