Capítulo 44

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Bacon. Bacon real. Eso es todo lo que tenía Dean en su cerebro. Puso a todos los demás a cocinar el resto del desayuno, él era el rey del bacon.

Las primeras 4 o 5 o 6 piezas que cocinó se echaron a perder accidentalmente lo que provocó que Castiel abandonase su puesto para ayudar a Dean a no echar a perder ninguna más. El ángel se le acercó por detrás, puso sus manos sobre los hombros de Dean y apoyó su cabeza junto a la de Dean. "Recuerda que decidiste alimentar a los 500, además de a ti mismo" sonrió. En un momento de valiente felicidad doméstica, Cas besó la mejilla de Dean, se deslizó a su lado y le arrebató el plato antes de que pudiese terminarlo.

El sonido de la radio y el parloteo en la cocina atrajeron a Jo y a Ellen, quienes vieron a Gabe entrando en la zona de asientos con un café. Ellen, con los brazos cruzados, preguntó "¡¿qué demonios crees que estás haciendo en mi cocina?!" Gabriel, dejó el café, sonriendo, se acercó a la cazadora y la rodeó con el brazo, "puede que haya tenido la culpa alguna vez, pero te prometo que, esta vez, la culpa NO es mía." La risa y la diversión que se podía escuchar en la voz de Gabriel era un sonido que se había convertido en algo extraño para el grupo en las últimas semanas, toda la positividad había sido dejada de lado para centrarse en el tema que estaban tratando.

Después de un momento de confusión por el tono de la voz del arcángel, Ellen se giró, le quitó la mano del brazo y le miró. "Gabriel, conoces las reglas, llevas aquí el tiempo suficiente, así que más vale que tengas una brillante excusa para que estés aquí, yo... creo que estoy escuchando a otros. ¿Quién demonios está ahí?" Jo, que había oído las otras voces segundos antes que su madre, ya se había puesto en marcha hacia la puerta, pero antes de que alguna de las dos pudiese llegar a ella, se abrió de golpe con unos sonrientes Sam y Charlie, balanceando platos y tazas en sus brazos. "¿Qué demonios está pasando?" Dijo Jo volviéndose hacia su madre quien estaba igual de confundida.

Sin darse cuenta de las adiciones a su fiesta, Dean y Cas seguían en la cocina bailando al ritmo de la música. Una canción de Elvis empezó a sonar y Dean vio a Cas sonreír, "me gusta la voz de este hombre," al oír esto, Dean se acercó, subió el volumen y agarró la mano de Castiel. Bailaron.

Todo lo demás se desvaneció, el olor de las tostadas, los gritos de afuera, el mundo entero. Sólo eran Dean y Cas, con la música, viviendo ese momento. Dean se acercó a Cas, y apoyó su cabeza en el hombro del ángel. Cas tomó la mano de Dean con fuerza y enterró una sonrisa en el cuello del cazador. Felicidad. Era lo que pensaba Castiel, este es un momento de pura felicidad. Ese sentimiento era correspondido por Dean. Cuando pasaron un par de minutos y la canción acabó, levantaron la vista y se encontraron con la mirada del otro. "Te quiero, Cas." Castiel se sintió conmocionado por un segundo antes de que fuese golpeado por olas de alegría, felicidad y amor. "Te quiero, Dean."

El momento perfecto se vio interrumpido, obviamente, por un fuerte golpe al abrirse las puertas del edificio. La pareja se miró confundida.

Bobby acababa de abrir la puerta, con la confusión y la preocupación en su rostro. Fue seguido por un Rufus sin aliento que sostenía lo que parecía ser una pistola eléctrica. "Dean no está," la afirmación llegó por parte de Bobby, "¿Quién se supone que debía estar con él? Los mataré..." Rufus puso una mano en el brazo de su viejo amigo, "lo que Bobby intenta decir es que estábamos a punto de probar una nueva teoría sobre lo de Dean cuando llegamos hasta su cama, toda la habitación está vacía. ¿Alguien sabe por qué?" Bobby miró con odio a Rufus, pero antes de que tuviese oportunidad de empezar una discusión, Jo habló: "A Gabe le tocó la noche, se suponía que me tocaba a mí pero la cambió conmigo." Gabriel dejó escapar una risa incómoda, dio un paso detrás de Sam, con los brazos en alto, "escuchad..." "¡¿Así que se supone que deberías estar cuidando a Dean y en lugar de eso estás aquí jugando a las cocinitas con Charlie y Sam en MI cocina?!" Justo cuando la tensión estaba a punto de llegar a un punto de ruptura, la puerta de la cocina se abrió.

"¿Podemos desayunar antes de que nos matemos todos, o eso no es una opción?"

Pretending to be married - TraducciónWhere stories live. Discover now