☆ sᴇᴛᴇɴᴛᴀ ʏ ᴄᴜᴀᴛʀᴏ

14.5K 1.4K 1.1K
                                    

Minho bajó su celular hasta dejarlo sobre la mesa, el receso estaba a punto de terminar. Hace cinco minutos estaba en el salón vacío, esperando que Jisung pase por allí, para poder secuestrarlo, así como él decia.

No sabía con exactitud qué pasaba, pero percibia que algo andaba mal en él y pensaba que tenía que ver con su visita al hospital, que se haría al salir de la escuela.

En la mañana lo notó como siempre, alegre. Con una sonrisa de oreja a oreja, de esas que contagian, hasta hizo como tres dibujitos, los cuales fueron a parar a las manos de Lee, donde luego las dejaría en una cajita. También recordó cómo saltó de la alegria cuando se enteró que uno de esos dibujos, estaba en la funda de su celular. Sin embargo, al pasar las horas, vio que esa alegría disminuia poco a poco. Ahora estaba con los ojos sobre el piso, sin sonreir, decir palabras, o siquiera hacer algún gesto que le indicara que todo estaba bien.

Y se dió cuenta, que jamás vio ese lado de él, tan decaído. Sí, lo vio llorar, desahogarse con insultos que él jamás diria, pero era distinto; no era su Jisung. No tenía esa pizca de alegria, o de picardía al hablar, hasta se notaba más concentrado en las tareas durante la clase que de costumbre.

O sea, no es que se la pasó observándolo cómo un loco, es que Jisung se sentó en un lugar en dónde su vista daba directo a él cuando se apoyaba sobre la pared, de esta manera, podia ver cualquier otra cosa que los ejercicios que tenia que entregar, y aquel niño con hebras doradas, era más importante que cualquier nota que puede llegar a ser recuperada.

Pero Han Jisung no podia perder su brillo peculiar, ni por la cosa más mínima que sea.

Largó un suspiro y se asustó de ver al rubio en la puerta, con su ceño fruncido y a la vez negando.

—Ay hyungcito... —dijo, al saber que lo que presentía era verdad.

Ya que no lo vio en todo el receso, pensó que estaría aquí o con sus amigos, pero en cuando Changbin apareció, la respuesta que él le dió a su pregunta fue negativa: no estuvo con él.

Jisung lo observó un poco, esta vez, no traía su frente descubierta, algo que le daba un aspecto más maduro. En el dia de hoy, traia su cabellito sobre su frente, casi llegandole a los ojos, dandole una apariencia más tierna. Oh, amaba tanto el cabello de su hyung, que podia pasar horas acariciándolo.

—¿Ay, qué? Ni siquiera dejaste que te tome del brazo. ¿Lo volvemos a hacer? Haces como que no sabes nada, pasas por en frente, yo tiro de ti y luego te lleno de besos, ¿quieres?

—Mmh.... Está bien, de todos modos me gusta que hagas eso... —notó las cejas alzadas en el rostro de mayor y se dió cuenta de lo que dijo—. Ah, hyung, no escuchó nada, hágase el sordo... Voy a afuera, ¿sí?

Lee rió y lo siguió pero se quedó en el marco de la puerta. Cuando percibió que venia, lo tomo del brazo y logró que el menor trastabillara con sus pies, cayendo de esta manera sobre Minho, aunque este supo balancear su cuerpo para no terminar en el suelo.

—¿Estás bien, bebé? Lamento si fui brusco, pero en mis tiempos me ataba los cordones —ambos bajaron sus miradas para ver cuál fue el motivo de la caida, y sí, estaban desatados.

—Estoy bien... No me di cuenta —los ojos de Jisung se pasearon por todo el salón antes de posarlos sobre los orbes negros de Lee—. Me dieron ganas de abrazarlo durante horas... ¿lo podemos hacer cuando lleguemos a casita? Porque primero hay que ir al hospital.

—Lo podemos hacer en cualquier lugar —abrió sus ojos como platos, pero como siempre, fue el único que mal pensó aquello—. Podemos abrazarnos en cualquier lugar —corrigió para él mismo, encontrandose con los ojos brillosos de su niño—. ¿Te encuentras bien, bebé?

━ 𝐼𝑛𝑓𝑎𝑛𝑡𝑖𝑙 ⟩⟩ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora