II

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- Esto es un maldito truco, y lo sabes.

Sentada junto a la ventana en la habitación que compartía con Kara, Lena observaba a su hija, a Amelia y a Diana, que paseaban tranquilas al sol algunos pisos más abajo, en el jardín. Lyla se desenvolvía con afabilidad y alegría, como si el tiempo no hubiese transcurrido, pero ella sabía leer a las personas de una forma mucho menos obvia que fijándose en la mera apariencia. Cada movimiento, ademán o gesto estaba demasiado bien esbozado como para que fuese real. Conocía lo que era actuar, y no se tragaba el cuento.

- Yo la veo feliz - dijo Kara, parándose detrás de ella -. Siempre has sido una escéptica, Lee, pero ahora...

- Ahora más que nunca debo serlo, porque parece que todo el mundo está ciego - respondió ella, malhumorada -. ¿De verdad vas a ser tan ingenua, Kara? Lyla mató a muchas personas. Eso ya no es un secreto, pero hay más. La forma en que lo hizo... He estado indagando - se puso de pie y atravesó la habitación a grandes zancadas, en dirección a su escritorio, para abrir el primer cajón y extraer los documentos que le habían enviado los espías de Febn'Hurn -. Davi Do'hurn - dijo, tendiéndole la primera noticia -. Su cuerpo fue hallado en una fosa en la ciudad de Ravin, en Waven Hurn. Lo decapitaron de un solo golpe. Fue uno de los oficiales de las tropas de Febn'Hurn que se cambió de bando durante la guerra por temor a Neriza.

- No fue ella - dijo Kara de inmediato, devolviéndole el documento -. ¿Por qué sacas esa conclusión? ¡Todos los días asesinan gente en cada planeta del Unitarium!

- Pero hay un rastro de sangre que zigzaguea entre los seguidores de Neriza y las personalidades más destacadas de la guerra. Hablamos con muchas personas, Kara, y sabemos que Lyla solo aceptaba determinado tipo de trabajos.

Kara exhaló y se sentó en la cama, apretando las manos entre sus rodillas.

- Ella solo quiere seguir adelante, Lee. Ya no importa lo que hizo en el pasado. Es nuestra hija, y no pienso juzgarla.

- ¡Ese es exactamente tu problema! ¿Acaso no lo ves? - Lena extendió los brazos a los lados -. ¡Juzgarías a cualquier persona en el universo por la mitad de lo que ha hecho ella, pero como estás demasiado atravesada por el amor que sientes, te niegas a actuar con conciencia! Es peligrosa, se ha convertido en una amenaza y aunque sea Lyla, tenemos que vigilarla.

- Entiendo que no confíes en ella, pero dale una oportunidad - Kara se cruzó de brazos -. Yo también maté a muchos por orden de Ragena.

- ¡Eso es completamente distinto! No tenías opción.

- Conozco el arrepentimiento, y no es nada fácil lidiar con él cada noche, cuando quieres cerrar los ojos y los rostros de los que no están por tu culpa aparecen en tu conciencia - Kara caminó hasta ella y tomó sus manos -. ¿Cómo puedes juzgarla si tú jamás has asesinado a nadie?

Justo eso, un disparo directo hacia su secreto más oscuro, era lo último que se esperaba. Lena se mordió el labio y apartó la mirada, incapaz de sostener aquellos ojos azules que asumían demasiadas cosas buenas de ella. No podía decírselo ahora, no cuando debía tenerla a su favor.

- Yo conozco a las personas- dijo, esforzándose por recuperar la compostura -. Lyla está perturbada de una forma en que será difícil recuperarla; pero estoy dispuesta a ir hasta el infinito ida y vuelta para hacerlo. La quiero con todo mi corazón, pero no le creo, y ahora mismo, si nos descuidamos, podría desaparecer una vez más. En esta ocasión, para siempre.

Pudo ver en el rostro de Kara el temor de que eso pudiera ser cierto, y también lo sintió a través de su puente con toda claridad. La abrazó, dolida por tener que hablarle con una verdad tan desalentadora. Kara a menudo le daba la sensación de ser una niña a la que necesitaba cuidar; su inocencia y su alegría siempre habían desatado su afecto más profundo, pero a veces también jugaban con su paciencia. Sabía que esa negación hacia la verdad que yacía ante sus ojos no era otra cosa que la necesidad que tenía de permanecer en un mundo de fantasía. Un lugar donde lo malo no podía ser tan malo y donde la esperanza no era interpretada como un velo opaco delante de los ojos.

Nuevos comienzos-  II Parte (Supercorp)Onde histórias criam vida. Descubra agora