ii. kilig

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kilig; hormigueo o cosquilleo que se genera la primera vez que hablamos con alguien por quien nos sentimos atraídos.

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Eran las 17hs y acabábamos de terminar el entrenamiento. me despedí rápido de todos y fui a los vestuarios a cambiarme la remera. no quería bañarme hoy. en realidad no quería perder tiempo en la ducha porque cuando salga el kiosco de la esquina quizás estaría cerrado. no se que estaba diciendo. mi mente pensaba y hablaba sola. 

Le avise a Gavi que lo esperaba en el auto y que se apurara porque debía comprar algo. soltó aire a modo de queja pero no dijo palabra. no se podía quejar. yo lo llevaba a su casa. ¿qué persona en el mundo pelea con su chofer? nadie. 

Necesitaba volver a ese almacén y hablar con su nueva empleada. solia visitarlo seguido, Ramiro y Martina me caen muy bien. pero esta nueva chica tiene algo, su acento, su sonrisa, sus ojos, sigo recordando la mirada nerviosa que me dedico cuando entre al almacén encapuchado como si hubiera robado algo. simplemente quiero conocerla. saber su nombre. escucharla hablar. algo. así que apenas Gavi subió al auto le comente mis planes.

- Necesito pasar por el kiosco de la esquina - Dije mientras me ponía el cinturón de seguridad y mi compañero hacia lo mismo.

- Eh? Para qué tío? que falta ahora? - Preguntó con curiosidad mientras yo salía del estacionamiento para recorrer esos pocos metros hacia el almacén - Es increíble como siempre te falta algo y tienes que comprarlo en cualquier lugar, te considero un comprador compulsivo - Mientras me miraba entrecerrando los ojos, como analizándome. no había pensado que le iba a decir cuando me pregunte que iba a comprar. en realidad no necesitaba nada. pero no Gavi no iba a saber la verdadera razón por la que iba a ir al kiosco, no porque no confié en el, si no porque va a estar muy pesado cargándome todo el día con la pobre chica que aun no se ni el nombre. el probablemente nos organizaría el matrimonio y yo solo quiero ser su amigo. sin sentimientos de por medio.

- Chicles - Respondí sin pensar. el me miro frunciendo el ceño.

- Yo tengo chicles Pedri joder para que quieres ir a comprar? - Me decía Gavi mientras me miraba con cara de enojado, ¿en algún momento no lo estaba?. mi amigo odiaba esperarme, si podía esquivar el momento de esperar a cualquier persona el lo haría. se aburría. se exasperaba. necesita hablar con alguien todo el tiempo.

- No me gustan los chicles de menta, espérame un segundo acá, ya vuelvo - Le conteste mientras bajaba del auto al ver que todas las personas habían salido del kiosco y ya no quedaba nadie por la calle. abrí la puerta al almacén y pude ver a la chica que estaba mas temprano dándome la espalda, note como daba una respiración profunda. 

- Hola, bienvenido. ¿en qué pued- Se cortó al darse vuelta - Oh, hola! - Se corrigió mientras me miraba con una sonrisa muy tímida. yo también la estaba mirando de la misma forma pero no me di cuenta hasta que volvió a hablar - Se te ofrece algo? - Preguntó esta vez con una sonrisa burlona al ver que yo no contestaba.

- Emmm... si, unos chicles de frutilla - Respondí sin saber que decir. solo volví para poder saber su nombre, hoy no la había llegado a conocer. mi mejor excusa fueron: unos chicles. patético.

- Ay no perdón, no tenemos mas chicles de frutilla. solo nos quedaron de menta. es mi primer día acá y la verdad no se como se manejan Ramiro y Martina, es decir, a Ramiro ni siquiera lo conozco, pero tienen anotado que hace falta comprar distintas variedades de chicles... supongo que en algún momento lo harán - Hablo tan rápido y tan nerviosa que una risa con un pequeño ruido escapo de mis labios. ella me miro inclinando la cabeza.

- No pasa nada, de menta son mis favoritos - Mentí. claramente mentí. odiaba la menta. pero ella sonrió feliz mientras giraba a por los chicles. y en ese momento no me arrepentí de mentir. tenia una sonrisa preciosa, ella era preciosa. no podría negarlo. solo podía admirar la belleza, y es lo que pensaba hacer.

- Esto es tuyo - Dijo mientras me tendía los chicles. sonrió y yo me quede parado ahí. sin saber que hacer. como un estúpido. al notar que yo no hablaba, continuó - Llegaste justo cuando se fueron todos, unos segundos atras no podrías haber entrado. el almacén hubiera dejado de ser tu refugio - Sonrió mientras seguía ofreciéndome los chicles con cara de agárralos ya.

- Si me lo imagine, la gente siempre viene después del entrenamiento. se ve que tengo mucha suerte y llegue en el mejor momento- Claro, como si no hubiera tenido a Gavi vigilando en la puerta hasta que salgan absolutamente todos del almacén, pensé. Estire la mano y agarre los chicles. me iba a despedir pero escuche un grito que salía desde su portátil y me asuste - ¿qué es eso? ¿Quién grito asi? - La vi sonrojarse.

- Perdón, es que puse la playlist de taylor en aleatorio para calmarme un poco después de todas esas personas. eso fue la nota alta en Don't Blame Me. no fue un grito - me miro como si me estuviera juzgando y yo fruncí el ceño - ¿no conoces a taylor swift? - Parecía realmente indignada. quería contestarle que sabia quien era solo para que deje de juzgarme con la mirada pero no podía mentir. se me notaba - Vete, vete - dijo mientras reía y me mostraba la puerta con sus manos. yo seguía parado en el mismo lugar sin moverme, solo viendo como reía y sus ojos brillaban. ¿Quién era taylor swift y por que la hacia tan feliz?

- Gracias por los chicles, juro que voy a hacer una investigación sobre taylor para la próxima - Dije mientras la saludaba con la mano.

- No es nada, nos vemos - Me dijo mientras sonreía. Me despedí y salí por la puerta por la que entre. aunque apenas pise la calle me pegue en la frente mentalmente. entre por su nombre. no le pregunte su nombre. estaba igual que la primera vez que salí. sin saber nada de ella, solo que le gustaba taylor swift y con unos chicles de menta en la mano. por lo que se podría decir que estaba hasta peor que la primera vez que salí.

Me acerque al auto donde me esperaba mi amigo mientras miraba el celular y entre. no tardo mucho en quejarse - Espérame un segundo, ya vuelvo - Dijo haciéndome burla. sus ojos se dirigieron a mis manos, donde aun tenia los chicles. frunció el ceño. de nuevo - A ver es que hay algo que yo no entiendo. me dices que no te gustan los chicles de menta cuando te los ofrezco así que te vas a comprar otros. y no solo tardas 20 minutos si no que también ¡VUELVES CON UNOS MALDITOS CHICLES DE MENTA! - Era muy gracioso ver como la cara de Gavi se movía y cambiaba respecto a lo que estaba diciendo. y también como gesticulaba exageradamente con sus manos. - Acá hay algo que no me estas contando. Suéltalo - Me miro serio.

- Nada tío, simplemente no tenían chicles de frutilla - Me excuse alzando los hombros - Hermano, ¿sabes quien es taylor swift? - Pregunté, pero creo que Gavi no me presto mucha atención ya que comenzo a quejarse, si es que en algún momento había dejado de hacerlo.

- Claro y por eso compras unos chicles que odias, mucho sentido Pedri. muc- Se frenó - ¡Taylor Swift? para que quieres saber de taylor swift? - Note como su mirada se iluminaba pero sorprendentemente no dijo nada - Esta bien hermano, disfruta tus chicles y llévame a casa - Me sonrió. no sabia si era bipolar. o estaba loco. pero Gavi claramente no era normal. quizás ato los cabos sueltos y se dio cuenta... no creo, mucho trabajo para el. 

Asentí algo confundido y apoye los chicles al lado de mi asiento, donde estaba el freno de mano. Me dirigí hacia la casa de mi amigo que aun no tenia registro y por un tiempo debía ser su chofer. aunque no me molestaba en lo mas mínimo.

- Chau hermano, nos vemos mañana - Me saludo Gavi con un apretón de manos antes de abrir la puerta de mi auto.

- Mañana paso por ti a las 13hs - Lo salude de vuelta. bajó del auto y vi como se giraba para verme por la ventanilla y hablar.

- You belong with me es una buena canción. no hay probabilidad de fallo si le hablas de esa canción - Me dijo con una sonrisa burlona de lado. odiaba esa sonrisa que hacía cuando quería ponerme de mal humor. se volvio a girar sin esperar respuesta y entro en su casa.

Comencé el camino hacia mi hogar, donde Fer mi hermano debía estar esperándome con algo para merendar. espero. solo puedo pensar en que muero de hambre, necesito ducharme y escuchar toda la discografía de Taylor Swift.

cafuné - pedriWhere stories live. Discover now