vi. ragaire

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ragaire; alguien que disfruta sentarse a conversar a altas horas de la noche.

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Había pasado una hora desde que me separe de Irina para ir al brindis con mis compañeros. ahora la estaba buscando pero no la encontraba por ningún lado, ni a ella ni a Martina. habían desaparecido, pero no creía que se hayan ido.

- Un shot mas de tequila porfavor - Escuche su voz, un poco patinada... me gire y la vi a mi izquierda. sonriendo y con el pelo medio desarreglado. la luz de la barra le daba en su mejilla derecha y pude ver el rastro de una línea azul y otra roja pintadas con maquillaje. me reí y ella noto mi presencia - Oaaaaaaa y otro shot mas para mi amigo de por aca, que acaba de ganar un partidazo - Le grito al hombre de la barra para que la escuche. me acerque a ella.

- Eh Iri que yo no bebo, gracias - Me miro decepcionada - Soy un atleta - Mi excusa no parecio convencerla - Debo manejar - El barman se acercó y nos dio los dos shots, no sin antes guiñarle el ojo a ella - ¿Lo conoces?

- No lo conozco de nada, pff es un pesado - Me miro y sonrió. note como analizaba cada parte de mi rostro mientras yo hacia lo mismo - Bueno, que si no tomas tu shot lo hago yo! - Rio y se bajo mi shot de tequila sin dudarlo.

- Creo que ya es suficiente alcohol para ser las dos de la mañana, ven vamos a la terraza así tomas algo de aire - Intente agarrarla para llevarla pero me hizo señas de que podia sola. al bajar de su asiento tan alto casi se cae al suelo pero se agarro de mi y así fuimos hasta la terraza. estaba colgando como un mono. era mas fácil si yo la llevaba. pero se negaba.

Cuando salimos a la terraza note como cerró los ojos cuando el viento la golpeó, se acercó a la baranda y sonrió mirando el cielo. no se le perdía ni el mínimo detalle, miraba y analizaba todo. mientras yo contaba los lunares de su cara.

- Me encanta el cielo - Soltó de la nada mientras se giraba para que quedemos cara a cara - Ayer no viniste - Me sorprendí - Te estuve esperando.

- No pude, estaba enfermo y dormí toda la tarde. cuando me quise acordar ya se había hecho de noche y estaba lloviendo - Asintió algo triste mientras me miraba - ¿que tanto tomaste?

- Lo suficiente como para no acordarme nada mañana - Me contesto mientras se reía, y por la forma en la que patinaban sus palabras me di cuenta que no mentía - En el partido de hoy parecías bastante enojado

- Si, es que los clásicos son importantes para nosotros y para todos. y sentía que no estaba haciendo las cosas como debía y bueno a veces el futbol es algo frustrant- Me interrumpió.

- Tu acento es bastante molesto, ya te lo había dicho? - Me sonrió pero yo me quede petrificado sin saber que decir, no sonó como un cumplido - De todas formas tu sonrisa suaviza cualquier cosa que salga por tu boca y me deja aguantar ese acento raro, ¿de donde sos? - No dejo que le conteste, aunque no sabia que decir. no sabia si debía sentirme halagado o al contrario. por lo menos había dicho que tenia una linda sonrisa, o no? - Yo creo que hiciste un buen partido, no entiendo tanto de futbol pero corriste mucho y le sacabas la pelota a los de blanco. ese era tu deber después de todo, y lo cumpliste a la perfección. mereces una estrellita - Me sonrió tiernamente

- No se como sentirme respecto a toda la información que acabas de soltar - Ambos reímos - Soy de canarias, y gracias. tampoco sos de aca, ¿de donde eres?

- De Argentina, los campeones del mundo. no se si te suena - Se rió como si acabara de decir lo mas gracioso del mundo. me estaba causando mucha ternura. la mayoría de los borrachos que había cuidado o lloraban o se enojaban, ninguno se reía de tal forma.

Su cara se apagó un poco y yo la mire - ¿Qué paso?

- Mi hermanito me había pedido la camiseta de un jugador y yo me olvide. que tonta. seguro la esta esperando algo ilusionado - Agachó la cabeza y yo sonreí

- Pues te doy la mía si quieres - Alce los hombros - No creo que haya otra camiseta que tu hermanito espere mas que la mía - Ella se rió y asintió

- Gracias Pedri, me salvarías - Note como dirigía su mirada adentro de la casa y veía a la gente bailar.

- Si estar adentro y bailar te parece un mejor plan vamos, solo pensé que necesitabas un poco de aire fresco - Giro su cabeza hacia mi y negó exageradamente.

- No creo que haya mejor plan que quedarme hablando aca bajo las estrellas con vos - Me sonrió y paso su brazo por mi cintura, apoyándose un poco en mi pecho para pasar el frio. con mi brazo desocupado rodee sus hombros. sonreí inconscientemente intentando no mostrarme nervioso. estaba muy cómodo - Cuéntame algo de tu vida canario, vamos a pasar el rato dale. tenemos mucho tiempo hasta que Marti se quiera ir de acá.

Y así fue como pasamos la mayoría de la fiesta, en la terraza, con frio pero abrazados y hablando sobre nuestras vidas. me conto su vida en argentina y yo de la mía en canarias y como ambas habían cambiado drásticamente al mudarnos a barcelona. compartimos chistes y anécdotas. me hablo de taylor swift y me recomendó alguno de sus álbumes. yo le hable de Iniesta y le comente que partidos de el le convenían ver si quería aprender sus mejores jugadas. no se si fue porque ella tenia algo de alcohol en sangre pero la pasamos muy bien.

cuando la gente comenzo a irse y la fiesta se empezaba a vaciar sentimos que alguien salía a la terraza quejándose de algo.

- Joder tia, aqui estabas. te estuvimos buscando. voy con Rami a por el auto, te esperamos en la puerta - Martina con toda la cara roja y azul, el rimel corrido y los pelos despeinados volvió a entrar por la puerta apenas termino la frase. cualquier otra persona hubiera pensado que estaba enojada, pero era imposible que ella se enoje.

Irina me miro con intenciones de despedirse pero la frene - Acompáñame al auto que te doy la remera para tu hermano y luego te acompaño a el auto de Rami y Marti - Ella asintió y fuimos al garaje a buscar las cosas. esa era la suerte de ser amigo del dueño de la casa, pude guardar el auto allí y no volverme loco buscando donde estacionarlo. saque una camiseta del baúl y un bolígrafo que tenia por ahí también, la firme y le pregunte: - ¿A quién se la dedico?

- No, no la dediques - Me contestó rápidamente

- ¿Por qué?

- Porque probablemente no se la de a mi hermano y me la quede yo, la usare para dormir o para el próximo partido. no se - Alzo los hombros. me quede helado. no sabia que decir. ¿seguía borracha? no creo. prácticamente me saco la camiseta de las manos y la pegó a ella - Chau Pedri, la pase muy bien esta noche - Me saludo con un beso en la mejilla y comenzo a caminar para buscar a Ramiro y Martina que debían estar esperándola fuera.

Se suponía que iba a acompañarla a la puerta, pero no pude. me quede parado, sin poder moverme. imaginándola con sus dos mejillas pintadas de rojo y azul y mi camiseta. alentándome a mi. sonreí.

cafuné - pedriWhere stories live. Discover now