cafuné - pedri

xxxix. inmarcesible

inmarcesible; que no se puede marchitar.

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Terminó la charla y me despedí de todos mis compañeros lo mas rápido que pude, a veces recordaba las palabras de Fer diciendo que quizás no iba a estar presente en la vida de Iri porque estaba todo el tiempo dependiendo del club y no quería que sea así. menos en nuestra primer noche en Paris, no quería que ella este descubriendo todo sola, quería que compartamos este momento.

- Disfruta tus mini vacaciones amigo. - Me saludó Gavi palmeando mi hombro. - Te voy a extrañar, tendré que conseguir otro chofer.

Me reí y salude a mi amigo con un abrazo para comenzar mi camino.

Tome un taxi lo más rápido que se me permitió; tuve un par de malentendidos con el taxista ya que al parecer mi francés no era el mejor de todos.

Suspiré y mire a la ventana durante el trayecto, íbamos a estar 4 noches en Paris, mi idea era recorrer lo mas que podamos durante los primeros días y en la última noche pedirle a Irina que seamos novios. ¿Cómo lo iba a hacer? no tenia la mas mínima idea aun.

Cuando llegué a la recepción del hotel, me indicaron que Irina ya estaba en la habitación y me entregaron mi llave para que pueda subir. había elegido uno de los pisos mas altos para que nuestra habitación tenga su propia terraza y sea el mejor lugar para ver la torre eiffel.

Cuando entré a la habitación escuche un mini sollozo y me quede parado allí observando a Irina que estaba de espaldas a la puerta mirando por la ventana. se dio vuelta y note rápidamente que era ella la que habia soltado el sollozo; todavía tenía algunas lagrimas queriendo escaparse de sus ojos.

- Iri, ¿qué pasó?. - Casi que corrí hacia ella para abrazarla.

- Nada nada. - Negaba con su cabeza sobre mi pecho.

- Venga dime Iri, ¿quieres volver a Barcelona? ¿extrañas a tu familia?.- Ella negó todavía mas fuerte con su cabeza.

- No es de tristeza, es de felicidad. - Se separó un poco de mi cuerpo y suspiró mirando hacia arriba para recuperar el aire y poder hablar. - Es que nunca nadie habia hecho todo lo que vos haces por mi y no se como agradecerlo. - Me miró con sus ojitos llorosos y yo acaricie sus mejillas para darle un pequeño beso en los labios. - Te amo gordo. - La atraje hacia mi, que apodo del bien. - Estoy muy sensible nada mas.

Bese su cabeza. - Te amo mas preciosa, lo que haces por mi todos los días es mas que suficiente. - Asintió algo no tan convencida y dejo un beso sobre mi pecho para mirarme. - ¿Qué quieres hacer hoy en nuestra primer noche?

Ya era algo tarde pero asumía que ninguno de los dos habia comido, sabia que hoy debíamos descansar y no armar un plan tan exagerado.

- Vi que había un restaurante donde venden pizza en la esquina del hotel cuando vine con el taxi, si queres voy a comprar una mientras te bañas para que comamos acá. debes estar cansado y lo mejor es que durmamos bien y poder disfrutar mañana. - Alzo sus cejas esperando mi respuesta y yo sonreí como si me hubiera leído la mente.

Luego de preguntarle un par de veces si no quería que la acompañe, fui a darme una ducha y ella salió hacia la pizzería.

Cuando salí me puse un short deportivo sin nada arriba, afuera hacia algo de frío pero dentro del hotel hacia demasiado calor. unos minutos después llego Irina con una caja de pizza y su nariz algo colorada que me causo ternura.

- Llegué. - Sonrió y dejó la caja encima de la cama donde yo me tiré y luego se dirigió a su valija para buscar una camiseta grande, probablemente mía y se cambió.

Nos sentamos contra el respaldo de la cama y nos dispusimos a comer la pizza mientras hablábamos de algunas cosas.

Nos terminamos durmiendo pasado un poco de las doce de la noche, Iri seguía preguntando que planes teníamos para mañana y yo no le contestaba, iba a ser todo una sorpresa.

- Una pista. - Volvió a decir unos diez minutos después de acostarnos, pensé que ya estaba dormida y solté una risa.

- No, mañana lo veras. - Bufó y quiso alejarse para darme la espalda pero la volví a atraer hacía mi riéndome. - Venga, no te enojes amor. - Mis palabras parecieron ablandarle ya que suspiró y volvió a abrazarme para apoyarse en mi pecho y ahora si dedicarse a dormir.

Así pasó nuestra primer noche en Paris. sin ningún plan extravagante pero muy especial por la compañía.

Al otro día me desperté cuando algo de luz comenzó a entrar por la ventana, gire mi cabeza hacía la cómoda y vi el reloj: 09:41.

Mire hacia mi otro costado para ver como Iri estaba durmiendo muy pacíficamente sobre mi pecho. sonreí y comencé a acariciarle el pelo para que vaya despertándose lentamente.

Mi plan falló cuando vi como Iri se separaba para darse la vuelta y acostarse aun mas cómoda para seguir con su sueño. me dediqué a pararme a buscar el teléfono de la habitación y preguntar si nos podían traer algún desayuno; como siempre pedí un poco de todas las opciones por si algo no le gustaba a la argentina.

Comencé a mover a Iri lentamente y fue abriendo sus ojos con su ceño fruncido. - Buen día preciosa. - Sonreí y saque su pelo de la cara.

- Hola. - Me respondió con la voz ronca.

- ¿Qué te parece si nos damos una ducha mientras llega el desayuno? Así después podemos comenzar el recorrido mas tranquilos. - Ella asintió pidiéndome que le de unos minutos y mientras yo fui preparando el baño.

Una vez que salimos de la ducha vimos el carrito con las bandejas en la puerta, lo entré para llevarlo a los pies de la cama y dedicarnos a hablar sobre el día mientras comíamos.

- Bueno hoy planee algunas excursiones mas a la tarde, pero por ahora podríamos ir a recorrer un poco y almorzar luego en un lugar. - Ella asintió mientras masticaba los cereales.

- ¿Se podría decir que tenemos la mañana libre? - Yo reí y asentí.

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les gustaría que la próxima novela sea de pedri o gavi? con algo en especial?

me esta costando escribir estos capítulos que van a ser re tiernos sabiendo que se termina soy este: