cafuné - pedri

xl. metanoia

metanoia; el proceso de transformación que cambia la forma de pensar, sentir, de ser o de vivir.

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Cuando terminamos de desayunar con el canario salimos directo a la fría mañana de Paris, yo seguía sin poder creer todo lo que estaba viviendo. me parecia irreal.

- ¿A dónde vamooooos? - Le pregunté al futbolista a mi lado que no quería contarme los planes que teníamos para hoy luego de ya haber caminado durante bastantes horas.

- Por ahora estamos paseando. - Alzo los hombros. - Y luego ya veras. - Bufé harta de que no me cuente sus ideas y el rio. 

Estuvimos paseando en las calles alrededor de la torre, según Pedri no nos convenía alejarnos o no llegaríamos a sus planes.

- Todas las calles de Paris parecen tener algo especial. - Miré hacia todos lados apreciando las vistas.

- Lo son, yo nunca habia paseado por aquí tampoco. - Me sonrió mientras íbamos agarrados de las manos.

- Me alegra hacerlo por primera vez con vos. - Una enorme sonrisa se formó en su cara y se llevo mi mano a su boca para dejarle un beso.

En lo que íbamos del camino algunas personas se habían acercado a Pedri pidiéndole una foto y el se las habia tomado sin problema. - Es muy loco que me reconozcan aquí.

Yo asentí. - Te reconocen en todos lados. - Rio.

- Deberíamos ir hacia donde nos espera mi plan. - Alzo las cejas y yo asentí emocionada. ya eran las dos y media del mediodía, habíamos comido en un carrito de la calle y la comida no nos habia terminado de convencer a ninguno.

Comencé a caminar dejándome llevar por el futbolista a mi lado, no sabia a donde íbamos pero cada vez nos acercábamos mas hacia el rio. - ¿Qué te parece mañana visitar el Louvre? - Se giró a medio camino para hablarme y yo reí.

- Todavía no comenzamos la excursión de hoy y ya pensas en mañana?. - El también rio y alzo los hombros. - El Louvre me parece bien, amaría conocerlo. 

Volvió a dirigir el camino a quien sabe donde y cuando llegamos hasta el tope donde podíamos caminar ya que si seguíamos nos caeríamos al Rio Sena lo mire atenta.

- Excursión en un bote por el rio. - Me dijo mostrando todos sus dientes, orgulloso de su idea. - No habia nada mas romántico.

Yo sonreí feliz. - Me encanta.

Nos dirigimos hacia donde habia algunas personas con botes y cuando el canario dijo nuestros nombres nos asignaron uno en especial, muy lindo. nos subimos y le di una mirada muy clara cuando quiso darme un remo para que lo ayude.

- Esta bien remare solo pero tardaremos mas y no quiero quejas. - Yo asentí feliz con tal de no tener que remar.

Aunque pensé que esa iba a ser toda la excursión; nosotros en un botecito hablando, me sorprendí cuando paramos al lado de un crucero y una escalera de soga vino hacia el agua para que subamos. - Ese es el barco que nos espera en realidad. - Rio y me extendió su mano para que subamos. 

Nunca habia estado en ningún lugar tan lindo. en realidad, nunca habia estado en un crucero y menos para mi sola. habia un guía que nos esperaba para rodear la ciudad por el río que me hizo acordar a mi abuelo, con su pelo canoso lleno de gel tirado hacia atras y un traje impuluto. me reí con el pensamiento.

Aunque el señor solo aparecía para comentarnos algunas cosas y luego se iba para dejarnos solos y volver en los momentos importantes.

Estábamos acostados en el sillón que tenia el barco mirando toda la ciudad desde allí.