xxxi. viraha

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viraha; la sensación de descubrir cuanto amas a una persona tras estar un tiempo separados.

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Estaba mirando a Irina, que me miraba con ojos llorosos. - Nos tendremos que alejar cuando te vayas a Manchester, sabes que me quedare aquí y te apoyare siempre, en cada partido. - Era lo último que habia dicho antes de que su mirada parezca perderse en algún lugar.

- No me voy. - Reaccionó rápidamente y giró su cabeza hacia mi. - Me quedo en Barcelona, rechace la propuesta.

- ¿Qué?

- Me quedare Iri, lo pensé bien. Manchester no me podía ofrecer nada que yo ya no tuviera en Barcelona, es una buena oferta pero no sobrepasa a lo que vivo aquí. - Note como trago saliva y sus lagrimas comenzaron a escaparse, esperaba que de felicidad. - Barcelona es mi casa; los chicos del club, el cariño de la gente, el amor del Barca y la felicidad de representarlo, irme a Manchester sería comenzar de cero en un lugar sin saber como la gente va a reaccionar. y sin saber hablar ingles. - Solté una risa y ella me copió. - Me habia gustado la propuesta del Manchester porque me deje llevar impulsivamente al ver una oferta de otro equipo, y luego cuando me dijiste que no me acompañarías me cegué y dije que me quedaba. - Tome su mano y comencé a acariciarla. - Estuvimos unas semanas separados y lo pensé bien, sin dejarme llevar por nada, ni para bien ni para mal. - Me miró, atenta a lo que iba a decir. - Te amo Iri, no puedo estar alejado de tí y no puedo llevarnos a un lugar nuevo en el que no te podre acompañar hasta que te acostumbres. Barcelona es mi hogar y quiero que sea donde ambos pertenecemos, juntos.

A estas alturas la argentina no podía parar de llorar, las lagrimas salían de sus ojos y no la dejaban pronunciar palabra. 

Me acerque a ella rodeando la mesa para arrodillarme y quedar a su altura mientras estaba sentada, tome su mano y nos miramos a los ojos.

- Te amo, Iri. - Con sus manitos temblorosas tomo mis dos mejillas para acercarse y dejar un beso sobre mis labios, las lagrimas saladas mezclándose con nuestra saliva. 

- Te amo Pedri. - Nos separamos solo unos centímetros y suspiró. - No sabia como iba a hacer si te ibas, te necesite muchísimo. - Se paró de su silla y nos fundimos en un abrazo. - Prométeme que ya no vamos a necesitar separarnos.

- Nunca más. - Le contesté bajito y bese su cabeza.

Luego de unos minutos en esa posición la argentina decidió volver a hablar. - Entonces ya puedo decir que Garnacho le dio like a una historia mía el otro día? - La separe con el ceño fruncido mientras a ella parecia divertirle la situación.

- Menudo gilipollas. - Susurré enojado y volví a abrazarla. - ¿Dormimos un rato?

Asintió con emoción y nos dirigimos hacia mi habitación para meternos bajo los acolchados una vez que ella se puso mi remera para dormir. no dormimos abrazados como siempre lo hacíamos, yo estaba apoyado en su pecho mientras ella acariciaba de mi espalda hasta mi nuca trazando líneas con sus dedos.

Bufé y ella frenó lo que estaba haciendo. - Sube una historia ahora a ver si Garnacho le da like. - Ella se río y broto la felicidad en mi pecho, quería escuchar su risa toda mi vida, no habia mejor sonido.

Cuando me desperté al otro día sentí como Iri me movía lentamente para que abra los ojos. yo seguía enganchado a su cintura con mis brazos y con mi cabeza en su pecho impedía que se mueva. al despertarme la apreté mas fuerte y ella río. hace mucho no dormía así de cómodo.

- Es hora de despertarnos, tengo que ir a trabajar y vos debes entrenar - Suspiró desganada mientras comenzaba a acariciar mi pelo.

- ¿Qué hora es? - Le pregunté.

- Las nueve.

- Un ratito mas - Note como negaba con su cabeza.

- Si me quedo un ratito mas no me iré. - Nos quedamos unos segundos escuchando nuestras respiraciones. - Ven conmigo a almorzar con mi familia hoy. - Incorpore mi cuerpo para poder mirarla. - Así conoces a mis padres, no será muy importante, es solo una comida. igualmente no te sientas obligado si no quieres ven... -

Me pare de la cama lo mas rápido que pude. - Iré, me encantaría conocerlos. - Ella me sonrió acariciando mi mejilla. 

Iri se dirigió al baño para asearse y una vez que terminó yo hice lo mismo. cuando salí la argentina ya estaba lista esperando por mi sentada en la cama.

- Hermosa. - Le dije acercándome a ella.

Se paró de su lugar y me dio un lento beso en la mejilla, para después darme otro en el cuello, y en la mandíbula y debajo de mi oreja, otro en el cuello y subir de nuevo y así sucesivamente. - Estas perfecto. - Dijo sobre mis labios haciendo que se me ponga la piel de gallina y dirija mi boca sobre la suya para fundirnos en un beso lento.

- Vámonos antes de que te encierre en esta habitación para que no salgas nunca mas. - Provoqué una risita y que sus mejillas se enciendan en un color carmesí.

Maneje hacia el trabajo de Iri con mi mano en su pierna mientras hablábamos sobre algunas cosas que nos habían pasado estas semanas separados.

- El martes pasado llame a Gavi. - Hizo una pausa para continuar. - Me largue a llorar mientras le decía que te extrañaba y en un momento deje de escuchar su voz dándome ánimos del otro lado, pensé que me habia cortado, pero segundos después empecé a escuchar su llanto también. - Ella sonrió un poco. - Y cinco minutos después nuestros llantos se mezclaban en la línea hasta que uní a Fer para que nos tranquilice.

Me dio pena, ternura y felicidad a la vez. - Me alegro de quedarme aquí, así dejan de llorar como dos maricones. - Apreté su pierna y nos reímos. me gustaba que Irina se lleve bien con mi mejor amigo y mi hermano, que ya haya podido entrar en confianza y sentirse cómoda. - Yo también los iba a extrañar mucho. - Agregué.

Deje a la argentina en su trabajo arreglando que la iría a buscar cuando termine su turno y almorzaríamos en su casa con su familia. estaba algo nervioso, no voy a mentir.

Llegue al vestuario donde todos mis amigos estaban preparándose y giraron a verme, supongo que ya se habían enterado todo por Gavi y Fer, según sus caras querían ver que tan bien habia salido todo con Iri. les dedique una gran sonrisa mostrando mis dientes y todos comenzaron a saltar y abrazarme.

- Se queda el canario! - Grito Araujo.

- Y de paso se nos casa tío! Mírale la cara de enamorado! - Le contestó con otro grito Ansu.

Eran mi familia, no los cambiaria por nada. 

Cuando terminaron de festejar y comenzaron a irse hacia el campo, espere el momento en el que quede solo con Gavi para acercarme a el y darle un abrazo sin decir nada, el sevillano que era mas frio que la Antártida se quedo helado allí y luego me devolvió el abrazo.

- Te quiero hermanito. - Le dije.

- Yo también joder. pero que pasa? no me des otra mala noticia porfavor. - Yo reí ante su comentario y me separe.

- Ya no se puede demostrar afecto a los amigos que piensan que vas a morir. - Rodeo los ojos y me dio un golpe en el hombro para caminar hacia la cancha. 

Por fin después de mucho tiempo habia podido disfrutar un entrenamiento y sentir que lo estaba haciendo bien. Sonreí y me dirigí a las duchas cuando termine, no iba a conocer a los padres de Irina todo sudado. la primer impresión era importante joder. 

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mi chico dijo que si no hacia que se caiga el avión tenia que hacer que garnacho le likee la historia la protagonista... varones

cafuné - pedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora