cafuné - pedri

xxx. nanai

nanai; caricia muy tierna con la que se trata de calmar un dolo o una pena.

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Miércoles por la noche, cerré los ojos intentando conciliar el sueño. el viernes debía almorzar con mis padres y seguro me preguntarían por el canario ya que últimamente no habían escuchado de el.

Esperaba que ya sea lunes y despertarme con un mensaje del futbolista contándome su decisión. empecé a imaginarme miles de posibilidades y me costo conciliar el sueño.

¿Y si el lunes me despertaba y cuando prendía la tele las noticias me comentaban la decisión del jugador antes que el?

¿Si venía a decirme que habia estado mejor sin mi y prefería ir a Manchester?

¿Si se quedaba en Barcelona pero no le interesaba seguir con nuestro romance?

Iba a enloquecer si seguía pensando todo lo que podía pasar. respiré e intente dormir, necesitaba estar descansada para mañana, me esperaba un día largo.

Mi alarma sonó al otro día y sentí que no habia dormido nada, la apagué y me dedique a mirar el techo por unos minutos, que se transformaron en horas. había pasado casi todo mi jueves mirando el techo.

Todo iba a estar bien. me prepare para buscar a Emi del jardín y llevarlo directo a futbol, por suerte hoy mi abuela se encargaba de retirarlo.

Me levante de mi cama sin siquiera mirar el celular, fui a lavarme la cara, me cambié, comí algo y salí caminando.

Después de dejar a mi hermanito en el club, me coloque los auriculares para caminar y no pensar. mi celular comenzó a vibrar por una llamada entrante y lo agarré con las manos algo temblorosas.

Pedri.

- Hola. - Susurre apenas atendí.

- Irina. - Soltó un suspiró como si hubiera estado aguantando la respiración por mucho tiempo. - No leíste mis mensajes, pensé que no contestarías.

- No estoy prestándole mucha atención a mi celular.

- ¿Por qué? - Me preguntó desde el otro lado.

- Tengo miedo de lo que pueda llegar a leer. - Escuche como soltó un bufido y la voz de Fer desde atrás diciendo "anda dile".

- Voy a buscarte cuando termine tu turno así cenamos, debemos hablar. - Sentí como el mundo caía a mis pies, imaginando lo peor. - Porfavor no hagas caso a ninguna noticia o a cualquier cosa que puede aparecer en twitter.

Asentí aunque no podía verme. - ¿Te vas? - Pregunté.

- Paso por ti a las 21hs, donde siempre. - Sentí como algunas lagrimas amenazaban con escaparse de mis ojos.

Cortó la llamada y yo camine los metros que me separaban del almacén distraída, pensando solo en el y en que decisión habia tomado.

No le hice caso y apenas tuve un momento sola abrí twitter; Pedri era tendencia. por supuesto que lo era. no me tranquilizó, ya que la mitad de los tweets decían que se quedaba, algunos que se iba y otros que escapaba a Manchester porque habia dejado embarazada a una inglesa.

Perfecto, gracias twitter.

Decidí entrar a whatsapp para ver alguno de los mensajes que me habia enviado Pedri, comenzaban hace unas horas.

Hola Iri, ¿Cómo estas?
Te estoy extrañando.
Tome una decisión, hoy se la comentare a Fer.
Se que falta para que terminen las tres semanas pero no aguanto más.
17:37

¿Podríamos hablar?
Me apetece verte
Espero que nada haya cambiado estas semanas, realmente te echo de menos :(
18:56

Me estremecí un poco ante los mensajes del futbolista, no quise seguir leyendo. por lo menos sabia que me seguía extrañando como yo a el.

Mis noches en el trabajo se pasaban rapidísimo, pero ahora que sabia que luego vería a Pedri y me diría que es lo que decidió, todo parecia pasar mas lento.

Luego de sentir que habia atendido a mil clientes, llego la hora de poder irme. salí por la puerta luego de cerrar todo lo mas rápido que pude y allí estaba Pedri. como estaba hace unas semanas, apoyado en la puerta de su mini y con un ramo de tulipanes en su mano, mirando el frente. cuando me vio se incorporo y me sonrió como con timidez.

- Hola. - Susurré cuando estuve lo suficientemente cerca.

- Hola. - Me contestó y estiro su mano con las flores. dejo dos besos en mis mejillas y me abrió la puerta de su auto para que pueda pasar.

El viaje fue algo silencioso. ninguno hablaba, como si esperáramos a llegar hacia donde íbamos a cenar para soltar todo el vomito verbal.

- Si no te molesta vamos a mi casa, Fer tuvo que irse pero dejo algo de comida para nosotros. - Yo asentí y  note como el desvió su mirada hacia mi. - Siento que va a ser mas privado.

- Si si, me parece bien. - Le contesté.

Estaba sentada en el asiento acompañante rígida, sin apoyarme por completo y sin sentir su mano apoyada en mi pierna, como si en estas semanas hubiéramos pasado a ser completos extraños. me dolió el solo pensarlo.

Bajamos en su casa y de nuevo tenia la sensación de ser una extraña en su lugar, no entre a la casa hasta que el no me incentivo ni me senté en la mesa hasta que me lo dijo.

Cuando ambos estábamos con la comida en el plato frente nuestro, habló. - ¿Cómo has estado?

No me anime a mirarlo, deje mis manos al costado de mi plato y suspiré. - Pues normal y vos?.

- Fueron días difíciles para mi, te extrañe. - Soltó y yo trague saliva.

- Yo también. - El agarró ambas de mis manos con las suyas sobre la mesa y las entrelazó.

- ¿Me has extrañado? - Me anime a levantar mi mirada y sus ojos perforaron los míos, como los de un corderito esperando la repuesta.

- Muchísimo Pedri.

- Tenía miedo de que no hayas sentido lo mismo. - No deje que continúe hablando al ver como suspiro, debía dejarle claro que yo también lo sentí.

- Me costo dormir sintiendo el lado de mi cama frío, ir al trabajo sabiendo que no estarías allí para buscarme, ir a los partidos de mi hermano sin vos y aguantar que haga miles de preguntas sobre donde estas, ver tus partidos desde mi sillón. - Suspire sin tener la fuerza para continuar.

- Estuve en cada salida de tu trabajo. - Soltó y yo abrí los ojos. - Iba todos los días para asegurarme de que llegabas bien, no pienses que soy un psicópata. - Se río pero sin una pizca de diversión. - También me ha costado dormir y no verte alentando junto a mi hermano en los partidos, creo que a el también le ha dolido tu ausencia.

Asentí algo triste, ¿qué se supone que iba a decir?. necesitaba que me diga que decisión habia tomado, aunque con esta conversación tan triste y el sin dar palabra sobre su elección; di por hecho que se iba a Manchester.

- Porfavor no vuelvas a alejarme. - Agregó cuando noto que yo no tenía intenciones de hablar.

- Nos tendremos que alejar cuando te vayas a Manchester, sabes que me quedare aquí y te apoyare siempre, en cada partido. - Sonreí cuando unas lagrimas amenazaron con salir, era verdad que lo apoyaría y no lo abandonaría; pero me dolía, me dolía mucho saber que esta vez íbamos a estar separados mas que por unas semanas y un par de metros.