cafuné - pedri

v. firgun

firgun; la simple alegría de saber que algo bueno le ocurrió a la otra persona.

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Sonó la alarma y me levante de la cama lo mas rápido que pude. día de partido. no podia llegar tarde. el kiosco iba a rebalsar y había prometido a Rama y Marti que iba a poder ayudarlos. agarre un jean y una sudadera y me cambie, después agarre la ropa que me iba a poner hoy a la noche. por lo que Martina me había querido contar era una fiesta algo privada, no iba a haber mucha gente, pero iba a ser muy formal. gente con plata, digamos. Elegí un vestido negro que me quedaba bastante bien, o eso quería creer y unos tacos con algo de plataforma, que de cualquier manera tampoco me hacían parecer muy alta... nada lo hacía. guarde todo en un bolso, tome mi café de un sorbo y salí para el almacén no sin antes saludar a mi familia, ya estaban todos en el sillón desayunando y viendo una película. los sábados eran días familiares, pero ellos entendían que yo debía trabajar, le di un beso a Emi y me dijo que le consiga la camiseta de algún jugador, no le importaba de que equipo. solo quería la camiseta. me reí y le dije que haría lo posible. 

Llegue al almacen y lo primero que vi al pasar la puerta fue a una Martina, con mitad de la cara pintada de roja y la otra mitad azul, intentando pintar con los polvos a su hermano en la cara, quien se negaba completamente e intentaba separarse. cuando sonó la campana indicando que había entrado, ambos me miraron.

- Tia! como es que no llevas la camiseta del barca? - Me dijo la rubia con mirada juzgadora

- ¿Y como voy a tener yo una remera del barca? Si ni siquiera soy de ese equipo. lo máximo que puedo ofrecer es una remera de boca - Dije alzando los hombros y Ramiro soltó una risa.

- Pues venga entonces que te pinto toda la cara vamos - Reí y me acerque a ella.

- Solo dos rayitas, que no quiero tener la cara toda azul y roja luego - Martina me tapo la boca para que no hable mas y me dedico una mirada de "yo me encargo". Ramiro por su parte me dedico una mirada de "suerte". Unos minutos después estaba con dos rayas de guerrera en cada mejilla, una azul y una roja por supuesto. 

Pasamos toda la mañana hablando de boludeces mientras atendíamos a las personas que no paraban de llegar en ningún momento. el día se paso rapidisimo y ya eran las 17:45hs. ya faltaba poco para que comience el clásico y se podia notar en el ambiente. fanáticos no paraban de entrar y salir por la puerta del almacén comprando distintas cosas para sobrevivir al partido. Martina prendió la computadora y preparo todo para poder verlo, se notaba que los dos hermanos eran muy fanáticos del barca y me daba pena por ellos que no puedan ir a ver el partido al camp nou sabiendo que lo tienen a tan solo unos pasos.

Cinco minutos antes de que comience el partido, ya nadie entraba ni salía del almacén. la calle estaba en silencio. Ramiro estaba abrazando a Martina mientras ella rezaba y yo miraba por la computadora cuando enfocaban a los jugadores. vi como enfocaban a Gavi mientras se tapaba la boca y con el ceño fruncido le decía algo a un jugador mas alto a su lado, la cámara subió un poco y pude ver como Pedri escuchaba atento a su amigo. sonrei para mi misma manteniendo esa imagen tierna en mis recuerdos. parecían dos hermanos.

El arbitro sonó el pito y el partido comenzó. Martina no paraba de moverse de un lado al otro mientras Ramiro apretaba la mandíbula y se mantenía quieto. yo no estaba nerviosa. en realidad ese partido a mi no me importaba. pero cuando vi como enfocaban a Pedri ya todo sudado apenas a los 10 minutos de partido intentando recuperar la bola sentí como mis manos empezaban a transpirar. las pocas veces que vi al futbolista tenia una sonrisa o por lo menos un semblante serio. no podia imaginarlo triste. barcelona tenia que ganar. 

No se como Martina sobrevivió a la primera parte del partido pero lo hizo. se fueron al entre tiempo con un 0-0. se notaba en la cara de los jugadores que estaban poco conformes, va, por lo menos en la de Pedri. era lo único que podia mirar. era demasiado atractivo, pero no tenia porque ilusionarme. nada podia pasar entre nosotros. podriamos ser buenos amigos, si yo creo que si.