Cuñado

【Perspectiva de cuñado 3】

Si de hecho fue con ella anoche, entonces lo que Lin Ya le dijo en la pantalla de memoria puede ser cierto.

Y todo lo que pasó entre él y ella en el recuerdo también debería ser cierto.

Entonces, la noche siguiente, cuando Lin You se acercó con una copa de vino y le pidió que bebieran juntos, él se negó.

Según lo que Lin Ya recordaba, esta vez no bebió y terminó teniendo relaciones sexuales con los ojos vendados.

Está más inclinado a querer saber si está loco y si tiene alucinaciones.

Cuando su esposa lo siguió al dormitorio, acurrucándose tiernamente a su lado e invitándolo a tener relaciones sexuales, de repente pensó que algo parecía diferente del pasado.

Como de costumbre, incluso si no le gustara, no sentiría ninguna resistencia al acercamiento de su esposa.

Pero lo que siente ahora es lo mismo que cuando abrió los ojos por primera vez anoche y descubrió que ella le estaba dando vino.

La resistencia se mezcla con un claro rechazo.

Se escuchó decir con una voz que no había contenido sus emociones: "Estoy un poco cansado, no puedo hacerlo hoy."

Después de apagar las luces, Jiang Yu no se quedó dormido.

Todavía estaba muy consciente cuando descubrió que tenía los ojos vendados y atados de pies y manos.

Sabía vagamente lo que estaba a punto de suceder, pero inconscientemente sentí que era ridículo.

Eso es ridículo.

Lo más ridículo fue que un momento después, cuando la chica débil y deshuesada, con el cuerpo temblando levemente, le dijo suavemente con una voz deliberadamente imitada: Ayu, es un gusano, estuvo en silencio por un largo rato. Casi al instante, estaba tan duro que dolía y hacía tanto calor que se hinchó.

Aunque su voz era muy similar, reconoció su identidad de inmediato.

Ese recuerdo no le mintió, y tampoco las palabras de Yaya en su memoria.

Lo más importante es que parece poder sentir claramente el extraño y profundo amor que nace de ese ridículo recuerdo.

Después de vivir más de veinte años, realmente sentí y aprendí a amar en un recuerdo extra.

Jiang Yu originalmente pensó que le tomaría mucho tiempo digerirlo antes de poder aceptar este hecho.

Pero para su sorpresa, no le pareció necesario.

Le gustaba, la amaba, quería protegerla, no podía soportar hacerla sentir incómoda y no podía soportar hacerla llorar ni siquiera durante el sexo, todo eso parecía estar grabado en sus huesos después de esa noche.

No podía controlarse y no quería controlarse.

Era como si el destino lo hubiera puesto así.

Sin embargo, unos días después, Jiang Yu descubrió que Yaya en su memoria no le había contado todo.

Después de la segunda vez, desapareció durante cuatro días.

La siguiente vez que se encontraron fue en el pasillo de un restaurante, cuando la vio ella acababa de salir de la caja, probablemente había bebido un poco de vino y caminaba seguida por un chico de aspecto limpio.

El niño era muy cariñoso con ella y estaba muy cerca de ella, tomándola del brazo.

Jiang Yu solo lo miró y se dio cuenta de su disgusto.

Pero la niña solo miró brevemente desde la distancia, luego miró hacia otro lado con el rostro pálido, como si quisiera fingir no verlo.

Ella le tiene miedo.

Ésta fue la única conclusión a la que llegó.

Lo que lo molestó aún más fue la alienación y el miedo que ella mostró hacia él, en lugar de la repentina aparición de un chico a su lado después de que ella desapareció durante muchos días.

Pero, por otro lado, sabía claramente que en ese momento ella no sentía nada por él, incluso si tuvo relaciones sexuales con él dos veces, fue solo para ayudar a su hermana a dar a luz a un niño.

Ella no sabe nada, así que incluso si no lo ama, él no tiene motivos para perder los estribos con ella.

Sin embargo, su comportamiento está algo fuera de su control.

Después de todo, la llamó por su nombre delante de tanta gente.

La niña se detuvo tímidamente y llamó cuñado.