El Lazo Que Nunca Se Rompio

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POV FREEN

Cuando me subí al auto, tenía la intención de ir a la casa de Heidi, pero la forma en que me miró Becca me incomodó mucho, así que de repente me sentí muy inquieta. Después de unos momentos, finalmente le dije a mi chófer, Arthit, a dónde me dirigía.

"Al Sky Bar, por favor", le pedí mientras sacaba mi teléfono y pedía a la doctora de Heidi que fuera a verla, así que estaría bien aunque yo no fuera a su casa esa noche.

"Entendido, señorita Sarocha", respondió Arthit y emprendió el viaje hacia el bar.

Cuando entré al bar, todo lucía igual que unas horas antes; las luces de neón seguían parpadeando, la música seguía sonando y la multitud parecía no haber disminuido.

"Freen, ¡ahí estás! ¡Sabía que volverías!" exclamó Nam mientras se acercaba a mí y me golpeaba juguetonamente en el hombro.

"Vete al diablo", respondí cortante, tratando de mantener la compostura.

En ese momento, Heng me sirvió un vaso de whisky, el cual bebí de un solo trago.

"wow, ¡tranquila Freen! ¿Qué sucede? Te ves molesta. ¡Oh, ya sé por qué estás enfadada! Es porque eres demasiado codiciosa y quieres tenerlo todo. Permíteme decirte algo; no puedes tener dos mujeres al mismo tiempo. Solo date por vencida", agregó Nam, burlándose de mí.

"Nam, ¿podrías callarte de una vez por todas?", intervino Heng, tratando de calmar la situación.

"Vamos a jugar. Eso te ayudará a distraerte", dijo Noey mientras me entregaba un taco de billar.

"De acuerdo. ¿Por qué no?", respondí, tratando de despejar mi mente. Heng comenzó a preparar la mesa de billar mientras nos alistábamos para jugar.

Heng me dejó abrir el juego y ver las bolas de billar rodar sobre la mesa me calmó por un segundo.

"Hablando en serio, Freen. ¿Te molestaría que alguien más cortejara a Becky? Por supuesto, me refiero a después de que estén oficialmente divorciadas", preguntó Noey, esperando mi respuesta.

Al escuchar esto, me acerqué a Noey con el taco en la mano, mientras Heng y Nam me quedaron viendo expectantes.

"No, no. No me entendiste. No estaba hablando de mí. Considero a Becky como si fuera mi hermana. Es solo que creo que es justo que ella también tenga a alguien especial en su vida, ¿sabes? Desde que Becky se fue hace tres años, tú y Heidi han estado viviendo como un matrimonio. ¿No crees que ya es hora de que Becky vuelva al grupo de citas? Después de todo, está soltera y lista para socializar. Ella también merece ser feliz", explico Noey

Luego lancé una pelota cerca de la tronera lateral, pero no logré que entrara.

"Heidi y yo no somos un matrimonio", respondí molesta.

"¿Quieres decir que si has estado durmiendo regularmente con ella durante los últimos tres años?", preguntó Nam, con una expresión burlona en su rostro.

Heidi siempre había tenido problemas de salud, por lo que cuando estábamos juntas, no teníamos una vida sexual activa. Incluso si lo quisiera, su condición de salud no lo permitía.

"Freen, no me digas que no has tenido relaciones con ella", exclamó Heng, sacudiendo la cabeza en señal de incredulidad.

Antes de que pudiera responder, mi teléfono volvió a sonar, era Heidi nuevamente. Decidí rechazar la llamada y apagar mi teléfono. Sin embargo, luego pensé en Becky, quien estaba sola en la mansión. Si algo le sucediera y mi teléfono estuviera apagado, no podría localizarme, así que volví a encenderlo.

"¿Qué pasa? ¿Era Heidi? ¿Por qué no contestaste?", preguntó Noey confundida.

"No es asunto tuyo", respondí bruscamente, tratando de mantener mis emociones bajo control.

"Freen, no puedes jugar con los sentimientos de dos mujeres de esa manera. Es injusto para ambas. Si planeas divorciarte de Becky, debes tratar bien a Heidi", regañó Nam, intentando hacerme reflexionar sobre mis acciones.

De alguna manera, escuchar las palabras "divorciarte de Becky" me afectó profundamente. No sabía qué demonios me pasaba.

"Becky y yo aún no hemos iniciado los trámites de divorcio, por lo que todavía estamos legalmente casadas", expliqué, tratando de poner las cosas en claro.

"Pero pronto lo estarán, y Becky podrá salir con quien quiera", añadió Noey, intentado molestarme aún más.

"Vamos, juguemos en paz. Dejémosla tranquila", intervino Heng, tratando de calmar la tensión en el ambiente.