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POV FREEN

Mis párpados se sentían pesados y todavía tenía ganas de seguir durmiendo. Los recuerdos de la noche anterior me invadieron y una sonrisa se formó en mi rostro mientras buscaba a Becky en la cama con la mano pero no estaba allí.

Abrí los ojos de golpe y miré a mi alrededor, pero no había rastro de ella. Un sentimiento de preocupación se apoderó de mí. Me levanté rápidamente y fui al baño, pero también estaba vacío. Mi corazón empezó a latir fuertemente y sentí que me faltaba el aire. Un mal presentimiento se apoderó de mí.

Entonces, encontré una nota en la cama y la tomé con manos temblorosas. Mis ojos recorrieron las palabras escritas con ansiedad.


"Freen, lo pensé bien y decidí alcanzar a Alexandra en Italia. Lo siento."

Mi cabeza empezó a dar vueltas y el miedo se apoderó de mí. ¿Qué demonios había sucedido? Rápidamente me vestí y agarré mi teléfono, marcando su número con desesperación. Sin embargo, solo llegaba al buzón de voz. La angustia comenzó a apoderarse de mí mientras intentaba comprender lo que estaba sucediendo.

Salí de la habitación y corrí lo más rápido que pude, buscando respuestas.

Ingresé rápidamente a la mansión, buscando a mi familia y tratando de averiguar si habían visto a Becky salir. Escuché murmullos provenientes del comedor principal y entré agitada, sintiendo la necesidad de preguntar por ella.

Todos se volvieron para mirarme, estaban a punto de desayunar. Mis ojos recorrieron a todos los presentes y finalmente encontré a Becky. Un suspiro de alivio escapó de mis labios, pero pronto fue seguido por la risa y las burlas de mi familia.

"¿Crees que fue divertido, Rebecca?" - la miré, y ella estaba tranquilamente desayunando.

"Sí, lo fue. Creo que te lo merecías después de todo" - me respondió con una sonrisa.

"Vamos, cariño, siéntate a desayunar y cuéntanos cómo pasaron la noche" - dijo la abuela. Yo tomé asiento junto a Becky.

"Abuela... no hay necesidad de saber lo que hacemos" - me sonrojé y traté de calmar la situación.

"Cariño, hemos sabido desde qué edad tienen intimidad. Solo quiero saber si Freen cumplió" - dijo mi mamá dirigiéndose a Becky.

"¡Mamá! Qué afán de querer saber nuestra intimidad" - grité, mientras Becky agachaba la mirada, sonrojada.

"Quiero bisnietos pronto" - añadió la abuela. Las risas de todos en la mesa resonaron, incluso Becky sonrió, aún avergonzada.

"He pedido una oportunidad a Becky, no quiero volver a equivocarme o perderla" - tomé la mano de Becky y todos guardaron silencio.

"Becky, cariño, dinos qué piensas" - preguntó papá a Becky.

"Bueno, yo... siempre he amado a Freen, lo saben, y quiero esta oportunidad. Espero no equivocarnos" - apretó mi mano Becky, y yo no solté su mano, mostrando mi apoyo.

"Rebecca, Freen, sé que son adultas y toman decisiones. Me gusta que estén juntas nuevamente, pero si vuelvo a presenciar que se lastiman o actúan de una manera errónea, me conocerán realmente enojado" - añadió el abuelo, y tragué saliva.

"Sí, abuelo" - susurramos ambas.

"También estoy feliz por ustedes, me alegra que hayan recapacitado. Freen, eres mi nieta y te amo, pero una lágrima más que derrame Rebecca por ti, y me vas a conocer" - la abuela estaba seria.

El Lazo Que Nunca Se RompioWhere stories live. Discover now