El Lazo Que Nunca Se Rompio

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POV FREEN

Al siguiente día después del incidente, me metí en serios problemas. Mi vehículo quedó totalmente destruido y dañé la vía pública. Terminé en el hospital con unos cuantos golpes y un pie lastimado. Recibí regaños de toda la familia. El médico indicó reposo de al menos una semana, mamá y la abuela me prohibieron salir y me pusieron seguridad como si fuera prisionera. Sin embargo, la persona a quien deseaba ver y que se preocupara por mí nunca apareció... Becky.

"Por favor, sáquenme de aquí. Estoy harta" - supliqué a mis amigos que vinieron a verme.

"Ojalá hubieras tenido que quedarte aquí un mes por tus idioteces" - regañó Nam.

"¿Qué mierda estabas pensando, Freen? Fue grave" - agregó Noey.

"Ese es el problema, ella no piensa, siempre actúa por impulso" - me miró Heng molesto.

"¡Basta! Se supone que están aquí para animarme. Ya tuve suficientes regaños de mis padres" - les reproché.

"Freen... ¿estás bien con el tema del divorcio?" - preguntó Heng de repente, y lo miré con molestia.

"Estoy bien. Ahora soy libre" - dije, pero por dentro sentía un vacío. Odiaba ese término.

"¿Entonces te dejó de importar lo que haga Becky?" - cuestionó Nam.

"Me hizo las cosas fáciles. No me importa lo que haga a partir de ahora" - respondí.

"Yo apostaba por ti, pero vaya que la princesita Saint-clair supo jugar y ganó contra todo pronóstico" - me miró Noey.

"¿A qué te refieres?" - pregunté y todos voltearon a verme.

"Siempre habías tratado con su abuelo. Casualmente llega a Bangkok y en poco tiempo convence a Becky de mudarse con ella, la convence del divorcio. Hasta mi exnovia Irin la adora. Y alexandra no tuvo que pelear, ahora la tiene a su disposición sin que alguien más esté para Becky. ¿No resulta eso extraño y escalofriante?" - explicó Noey.

"A mí no me pareció mala persona o escalofriante" - defendió Heng.

"Detesto cuando no van al punto" - respondí frustrada.

"Freen... Becky se fue del país con Alexandra ayer" - soltó Nam.

Me quedé helada frente a lo que mis amigos me decían. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. ¿En qué momento había tomado una decisión tan idiota? El silencio que inundó la habitación parecía eterno.

"¿Acaso debería importarme lo que haga con su vida? Ya no tenemos un vínculo" - dije, pero sentía un nudo en la garganta. Nam me miró y negó frustrada.

"Ven, no sé por qué tenían temor en decírselo" - agregó Heng.

"Entonces está bien que se haya ido con Miss Artista" - pregunto Nam.

"Sí" - respondi

Antes de que pudieran seguir molestando, llegó un mensaje. Heidi había despertado y estaba preguntando por mí.

Heng y Noey se fueron cuando llegó la noche, y la única que quedó fue Nam, sentada y esperando lo que vendría.

Mis puños se cerraron con furia cuando se fueron. Un grito de frustración y dolor escapó de mis labios, y sin pensar, lancé el vaso que sostenía contra la pared con un estruendo ensordecedor. El cristal estalló en mil pedazos, pero mi ira no disminuyó. Me sentí traicionada, abandonada. Comencé a tirar los muebles cercanos, desatando mi rabia contra cualquier cosa que estuviera a mi alcance.