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POV BECKY

La abuela había acondicionado una habitación en la mansión para Freen y para mí cuando nos casamos. Sin embargo, dado que estábamos en trámites de divorcio, sería inapropiado que durmiéramos juntas. Por lo tanto, la abuela mandó acomodar la habitación de invitados para Freen. Me puse mi pijama y me acomodé para descansar. Justo cuando estaba a punto de dormir, escuché que tocaban a mi habitación. Pensé que era la abuela, así que me levanté para abrir la puerta. Sin embargo, me sorprendí al ver a Freen en la puerta, vistiendo una pijama muy ajustada.

"¿Qué sucede?" - pregunté enojada, mientras bloqueaba la puerta. No tenía intención de dejarla entrar.

"No puedo dormir, la habitación de invitados huele extraño" - dijo ella, aventando la puerta para ingresar y acostándose inmediatamente en la cama.

"Entonces, dormiré yo allí" - respondí, caminando para tomar mis cosas del buró al lado de la cama.

Justo cuando iba a salir de la habitación, Freen se levantó rápidamente y llegó a la puerta, bloqueando mi salida. Intenté apartarla, pero no se movía. Solo me miraba con una leve sonrisa.

"¿A dónde vas?" ¿Te dije que podías irte?" - susurró, dando un paso hacia mí. Yo di un paso atrás, ya que tenerla cerca me alteraba por completo.

"¿Cómo te atreves a hacerme esto?" - le grité enojada, aventándola de los hombros.

"Deja de hacer escándalo" - me sujetó las muñecas para evitar que la siguiera empujando.

Freen me sujetaba firmemente de las muñecas, y yo forcejeaba, intentando liberarme de su agarre. Pero su fuerza era superior a la mía, y no podía escapar de su control.

A medida que retrocedía, resbalé con la sábana que estaba tirada y, sin poder evitarlo, jalé a Freen conmigo, haciendo que cayera encima de mí en la cama. Ambas soltamos una risa por la forma en que terminamos enredadas.


"Creo que debajo de mí luces mucho mejor" - susurró Freen cerca de mis labios, su aliento cálido golpeo mi rostro.

"Quítate de encima" - le dije con molestia, tratando de liberarme de su peso. Pero ella parecía disfrutar de esa posición y no tenía intención de moverse.

Mis ojos se encontraron con los de Freen, y pude ver en ellos un brillo de deseo que me hizo estremecer. Su mirada me hipnotizaba y sentía cómo el ambiente se cargaba de electricidad con cada acercamiento suyo.

Cuando sus labios rozaron los míos, experimenté un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo. Cerré los ojos ante las sensaciones y mi respiración se volvió lenta y entrecortada. Mi corazón latía desbocado en mi pecho.

Freen deslizó su lengua suavemente por mis labios, lo cual hizo que todo mi ser se estremeciera. Finalmente, sus labios se unieron a los míos en un beso lleno de intensidad y pasión. Al principio, intenté resistirme ligeramente, tratando de apartarla, pero fue inútil. Besaba tan bien, con tanta entrega, que poco a poco fui cediendo a sus caricias.

Nuestros labios se movían en perfecta sincronía, succionándose con desesperación. Cada beso provocaba que nuestros labios emitieran gemidos y jadeos, aumentando aún más la excitación que sentíamos. Freen buscó acceso a mi boca con su lengua, y al encontrarse con la mía, comenzó un baile apasionado.

El calor de nuestros labios creó una sensación ardiente que se extendió por todo mi cuerpo. Una corriente eléctrica recorrió mi sexo, haciéndome sentir aún más mojada y excitada. Los gemidos escapaban de mis labios de manera involuntaria, y Freen sonrió al escucharme.

Continuó sus besos por mi mejilla hasta llegar a mi cuello. Incliné mi cabeza para darle acceso completo, y ella lo aprovechó, lamiendo, mordiendo y besando cada centímetro de mi piel, Cada mordida en mi cuello provocaba que mis gemidos se intensificaran.

Mis bragas estaban empapadas, anhelando sentir a Freen dentro de mí. Mi deseo era incontrolable, y mi mente estaba nublada por el placer que ella despertaba en mí.Freen acariciaba mi piel con delicadeza, provocando sensaciones deliciosas con cada roce. Mis manos se deslizaron por su espalda, acariciando su piel suave debajo de su pijama. Ella continuó bajando sus besos hasta llegar a mis pechos, los cuales besó por encima de mi ropa.


"Ahh...", gemí incapaz de frenar mi gemido.


Me dejé llevar por el placer de sus caricias. Cada roce, cada beso en mi piel me hacía perder el control. Cerré los ojos para saborear cada momento, disfrutando de su aroma y de los gemidos que escapaban de sus labios. El deseo estaba en aumento.

Freen me ayudó a despojarme de mi ropa, dejándome solo en ropa interior. Ella hizo lo mismo con la suya, y sus ojos no dejaban de contemplarme, mostrando el deseo reflejado en ellos. Mordí mi labio inferior al verla así, completamente entregada al momento.


Me acomodé en la cama, dejando que las sábanas acariciaran suavemente mi piel. Freen se colocó sobre mí, y sin poder resistirme, abrí mis piernas para que ella encontrara su lugar entre ellas, Cuando nuestros sexos se encontraron, un jadeo escapó de mis labios. Freen comenzó a moverse en un vaivén frenético, haciendo que nuestros cuerpos se rozaran con un frenesí delicioso.

"Mmmmnh, Freen... a... así" - gemí, dejándome llevar por el placer que se apoderaba de mí.Freen entrecerró los ojos, disfrutando de cada movimiento, y su voz llena de placer resonó en mis oídos.

"¿Te gusta, mi amor?" - preguntó con voz ronca, provocando que un escalofrío recorriera mi columna.

"Me encanta... ahhh, mmmnh" - respondí entre gemidos, sintiendo cómo cada movimiento entre nuestros cuerpos me llevaba al límite.


En un momento de pausa, Freen detuvo el vaivén de nuestros cuerpos y su boca comenzó a explorarme. Descendió con besos ardientes hasta llegar a mis pechos, donde su lengua recorrió parte de mi piel y mordió por encima del sostén, provocando que mis pezones se endurecieran y mi respiración se volviera aún más agitada.

De manera lenta y provocativa, Freen bajó sus dedos por mi estómago, trazando un camino de suaves caricias que despertaron cada nervio de mi piel. Su toque era delicado y excitante, y mis jadeos se mezclaban con el latido acelerado de mi corazón. Jugó suavemente sobre mi vientre, explorando cada curva y rincón, mientras mi cuerpo se llenaba de un deseo incontrolable.Con habilidad y destreza, Freen se adentró bajo mis bragas, deslizando sus dedos con suavidad hasta encontrar mi sexo ansioso por su toque y estimulación. En ese instante, un gemido incontrolable escapó de mis labios al sentir su cercanía.


- "Mmmh, mi amor, estás tan mojada..." - susurró Freen, dejando escapar un gemido que resonó en el aire, aumentando aún más el fuego que ardía dentro de mí.


Comenzó a estimular mi clítoris con maestría, moviendo sus dedos en un vaivén perfecto que encajaba a la perfección con mis fluidos. Cada roce era como una descarga de placer que recorría todo mi cuerpo, haciéndome temblar. Me aferré a su espalda, dejando que el deseo me envolviera por completo, disfrutando de cada sensación que ella me regalaba.


"Mmmnh, Freen... ahh... así" - gemí cerca de su oído, dejando escapar todo el deseo y la pasión que había acumulado en mi interior.


Cada movimiento, cada caricia, me acercaba cada vez más al borde del orgasmo. El placer se intensificaba con cada movimiento de sus dedos sobre mi clítoris, y mis sentidos se agudizaban, captando cada detalle de esa experiencia tan intensa.


Mis gemidos se volvieron más intensos a medida que Freen continuaba estimulando mi clítoris con maestría. Cada roce de sus dedos era como una descarga eléctrica que recorría todo mi cuerpo, desde la punta de los dedos de los pies hasta la coronilla de la cabeza. Mis piernas temblaban de placer, incapaces de contener las sensaciones abrumadoras que me envolvían.

"Dime que eres mía". Su voz ronca resonó en mi mente, haciendo que todo mi cuerpo temblara de excitación y anticipación. Estaba a punto de alcanzar el orgasmo, y ni siquiera me había tocado como deseaba.

En ese momento, comprendí que mi entrega total a Freen, mi deseo de ser suya, eran incontrolables.

Estaba a punto de responder su pregunta cuando comenzaron a tocar suavemente la puerta. Ambas nos asustamos y rápidamente aparté a Freen de encima de mí. La empujé y la metí en el clóset, lanzando su ropa para ocultarla de la vista. Un balde de agua fría se sintió en mi cuerpo, interrumpiendo el momento y así se fue mi orgasmo...

El Lazo Que Nunca Se RompioWhere stories live. Discover now