12

3.9K 400 3
                                    

POV FREEN

Habían pasado dos días desde que el resfriado de Becky desapareció por completo, y estaba tratando de dejar eso atrás. No había momento en el que no me recordara y me presionara para iniciar los trámites del divorcio. Era algo molesto y agotador, así que decidí salir a cenar con mis amigos Nam, Heng y Noey para distraerme y tranquilizarme.

Elegimos una terraza con una vista impresionante de los imponentes edificios de la ciudad. Justo cuando nos sentamos, mis ojos se posaron en la televisión, ya que Rebecca estaba siendo presentada en Artimon Digital, la más importante agencia de marketing en Bangkok anunciando su contratación.

"Freen, ¿no es esa Becky?" - preguntó Heng emocionado.

Sabía que a Rebecca le gustaba vestirse de forma informal y cómoda, así que verla tan arreglada y formal era algo inusual. Lucía extremadamente hermosa, era imposible apartar los ojos de ella.

"Las chicas como Rebecca son muy populares entre las mujeres. No sabes lo afortunada que eres, Freen" - Noey alzó su copa brindando y volvió a mirar detalladamente a Rebecca en la televisión.

"Noey, basta. Sabes que Freen solo tiene ojos para Heidi. Es la única en su corazón. Aunque Becky sea hermosa, a Freen no le importa en lo más mínimo" - Nam dijo con burla mientras me miraba como si fuera una idiota.

Siempre que Rebecca era tema de conversación, mis amigos se burlaban de mí. Me cansaba escuchar sus tonterías y sarcasmos, y al mismo tiempo me sentía molesta y traicionada cuando hablaban de Rebecca con tanta admiración. Ella era mía.

Además, últimamente, cuando alguien mencionaba a Rebecca, mi mente divagaba en sus labios, en su cuerpo. Era frustrante.

"En serio, Freen, ¿no sientes nada por Becky?" - preguntó Noey, y yo solo la miré molesta.

"Olvídalo, Noey. Deja de molestar a Freen. Pronto Becky será libre y podrá salir con cuantas mujeres quiera y acostarse con quien ella quiera" - añadió Nam.

"¿Qué acabas de decir?" - mi voz sonaba molesta. Imaginar a Rebecca saliendo y siendo tocada por alguien más me inquietaba y me daban ganas de gritarle a Nam.

"Dije que Becky es increíble y hermosa. Pronto estará divorciada y si sale con alguien mas, creo que eso no debe interesarte, Freen" - contestó Nam, mirándome fijamente.

"Rebecca y yo crecimos juntas. A pesar de que nos divorciemos, ella es mi familia y me preocupa" - dije tratando de excusar mi exaltación. Se suponía que no sentía nada por Rebecca, pero nadie de mis amigos lo creyó.

"¿Familia? En serio, Freen? En los últimos años, ¿la llamaste? ¿Fuiste a verla? Vaya familia contigo" - contestó Heng mientras tomaba un vaso de whisky.

No dije nada. Ellos tenían razón. En estos tres años, jamás llamé a Rebecca, jamás fui a verla a Londres. La volví a ver hasta que regresó a Bangkok. Los comentarios sobre Rebecca saliendo con alguien más seguían perturbando mis pensamientos.

"Mira, quieres ver las fotos de Rebecca" - Noey agitó su teléfono frente a mí.

"No" - cuando Noey estaba a punto de quitarme el celular, lo tomé y comencé a ver las fotos del perfil de Instagram de Rebecca.

Revisé sus publicaciones una por una. Tenía fotos de su vida diaria y en varios monumentos se veía tierna e inconscientemente sonreí. Pero mi sonrisa fue reemplazada por una de enojo al ver fotos con Alexandra, muy cerca de ella, una donde la besaba en la mejilla, lo que me enfadó, así que devolví rápidamente el teléfono a Noey.

"¿Por qué no admites que te gusta tu esposa?" - comentó Nam. - "Solo estás con Heidi por lástima."

"Yo amo a Heidi" - contesté casi al instante.

"Se nota" - sonrió Noey.

Tan pronto como admití que amaba a Heidi, esas palabras parecieron amargas. A estas alturas, ya no sabía lo que sentía. Estaba a punto de irme, no quería seguir tolerando sus idioteces.

"Alguien ya está interesada en Becky y tan pronto se divorcien no habrá más impedimentos" - contaba Noey.

"El abuelo pronto llegará de su viaje y serás libre, Freen" - golpeó levemente mi hombro Heng.

"Eso jamás pasará" - grité dando una palmada en la mesa, sorprendiendo a mis amigos.

Salí del restaurante sintiéndome frustrada. No sé a qué jugaban mis amigos, pero al menos ese día estaba harta.

El Lazo Que Nunca Se RompioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora