El Lazo Que Nunca Se Rompio

23

Esa tarde quedé de reunirme con Heidi después de una serie de mensajes rogando hablar conmigo. Me estaba empezando a molestar. No entendía por qué no podía dejarme en paz de una vez. Fuimos a un café cercano para conversar, y nos sentamos en un área privada. Tan pronto como nos acomodamos, las preguntas comenzaron.

"¿Sabes cuál es el propósito de esta charla?" - cuestionó Heidi.

"Para molestarme por el divorcio, Freen lo pospuso nuevamente porque hay problemas en la empresa desde temprano" - respondí de manera directa.

"Si de verdad quisieras divorciarte, ya lo habrías solicitado. Incluso si Freen estuviera ausente. Rebecca, si no te adelantas, pensará que no quieres divorciarte de ella" - dijo Heidi. No podía creer que me estuviera culpando.

"¿Por qué me presionas a mí y no a ella?" - pregunté, incrédula.

"Yo no puedo estresarla con este tema, tú sí. Además, estoy segura de que también quieres que esto termine de una vez. Las dos sabemos que Freen no está, nunca ha estado y nunca estará enamorada de ti. No sé por qué pierdes tu tiempo... y hablando de tiempo, no es algo que yo tenga de sobra. Solo quiero ser su esposa antes de irme de este mundo. Te lo ruego, Rebecca, termina todo vínculo con Freen" - suplicó Heidi.

"Muchas gracias por hacerme darme cuenta de lo obvio" - respondí con cierta ironía. Heidi estaba a punto de llorar, lo que me causó cierta gracia. Se veía tan desesperada por casarse con Freen que me estaba prácticamente rogando.

"Toma, aquí hay un millón de euros. Puedes empezar una nueva vida. Quiero ayudarte económicamente. Considéralo un regalo" - puso frente a mí una tarjeta bancaria.

"¿Me estás sobornando para acelerar el divorcio?" - pregunté burlonamente.

"Si quieres verlo de esa manera, es tu problema, Rebecca" - respondió Heidi indiferente.

"¿Crees que acepto divorciarme de Freen por lo que me pueda dar?" - solté una risa fingida.- "Heidi, no soy estúpida. Si de verdad estuviera interesada en el dinero de Freen, no la dejaría ir y pelearía contigo por ella".

"No, Rebecca, escúchame. No estaba tratando de humillarte..." - intentó explicarse Heidi.

"¡NO MIENTAS MÁS! No finjas ser una pobre enferma cuyo único deseo es casarse con el amor de su vida. No sé lo que tramas, y si Freen no lo quiere ver, ya no es mi problema. Váyanse a la mierda, tú, Freen y su maldito dinero" -  Gtite furiosa.

Heidi me miró muy sorprendida. Nunca me había visto reaccionar de esa manera. No quería seguir escuchando sus estupideces, así que me levanté y salí de la cafetería. Tomé mi teléfono y marqué el número de Freen.

📱Voy a poner la solicitud de divorcio sin ti' 📱- solo hubo un silencio absoluto del otro lado de la línea, estaba a punto de continuar hablando, pero de repente colgó.

Trate de controlar mi molestia y guardé mi teléfono. Caminé alejándome de la cafetería, iba por la acera cuando me sorprendió ver estacionándose un deportivo blanco a mi lado. Perfectamente ubiqué a aquella chica, bajo de su vehículo caminando hacia mí.

"Podría invitarte esta noche a cenar o a tomar algo?" - me dijo Jane.

"Jane..." - accedí sonriendo. 

Me abrió la puerta del copiloto para que subiera. Jane manejó hasta un restaurante de lujo en el centro de Bangkok. Nos asignaron un área privada que emanaba un ambiente acogedor. Me ayudó a quitarme el blazer y ambas tomamos asiento. Empezamos pidiendo una copa de whisky antes de ordenar la cena.

"porque hay fotos tuyas con otra mujer" - ,dijo Jane sin rodeos.

"Déjame ver si entendí... ¿Estás celosa?" - solté una risa.

"Sí, lo estoy" - Jane hizo una cara seria intentando parecer molesta.

"Quien diría que Jane Florence es una celosa, pero resulta que tus celos se ven tiernos"- Jane me miró haciendo un puchero.

"Becky, sé que te di tiempo, pero sigues huyendo de mí. No lo hagas, puedo entender todo lo que estás pasando. Déjame estar contigo" - su voz detonaba un poco de tristeza. Jane tenía razón, yo la había estado evitando. Debía darle la oportunidad y dejar de crear falsas ilusiones con Freen. Si me veía totalmente con Jane, así Freen accedería a firmar el divorcio lo antes posible.

"Quiero salir contigo, Jane, pero no debería arrastrarte a mi desastre" - al decir todo aquello, Jane me sonrió y su mirada detonaba ilusión.

"Yo estaré para ti siempre" - tomo mi mano acariciándola.

Jane me miró con ojos de amor, observando mis reacciones, tratando de descifrarme o entenderme más. Cuando estaba a punto de volver a hablar, escuchamos un escándalo en el primer piso del restaurante. No prestamos atención, pero de pronto la puerta del área privada se abrió violentamente. Era Nam junto con Heng, quienes lucían agitados. ¿Cómo demonios me habían encontrado?

"Becky, tienes que venir con nosotros y detener a Freen. Está bebiendo como loca hasta ahogarse" - me miró Nam.

"¿Qué? ¿Dónde?" - pregunté mientras me paraba de la silla. Jane me observó.

"Noey, Nam y yo hemos tratado de detenerla, pero no nos hace caso. Ya sabes que es testaruda" - contestó Heng.

"Llévenme con ella" - dije decidida. Estábamos a medio camino de la puerta cuando de repente me detuve. Jane me observaba desde la mesa, pero no dijo nada.

"No, llamen a Heidi, debería ser ella quien hable con Freen" - les dije.

"Pero Becky..." - protestó Nam, pero yo regresé a tomar asiento con Jane. Ambos esperaron mirándome hasta que se dieron por vencidos y se fueron.