49

4.8K 470 83
                                    


POV FREEN

Me encontraba en el silencio de mi oficina. Ya eran las 4 de la tarde y cada día, desde hace un mes, el peso del arrepentimiento me invadía. Me preguntaba cómo había llegado a este punto, cómo había tomado una decisión tan estúpida.

Me había refugiado en el trabajo, en la nueva inversión con el grupo Saint-Clair. Trabajaba todos los días, intentando darle forma al proyecto. Quería que avanzara rápidamente, no por las ganancias, sino porque sentía que si tomaba forma rápidamente, Becky tomaría las riendas de la empresa y podría estar nuevamente en Bangkok.

Cada vez que mi móvil sonaba o cada correo recibido, deseaba enormemente que fuera ella. Había leído los 1095 correos que me mandó cuando estaba en Londres. Me torturaba leyendo cada uno de ellos. ¿Por qué no le dije la verdad? Tal vez hubiéramos buscado una solución. Ahora no debía lamentarme, solo enfocarme la mayor parte del tiempo en este proyecto y solo tal vez ella regresaría.

El teléfono de mi oficina sonó. Mi secretaria informaba que Nam había llegado. No había dejado de venir a verme, cuidando que comiera o durmiera. Había días en los que me quedaba en su casa solo para estar lejos de Heidi y sus deseos de tener sexo.


"Freen, vayamos a comer algo. Necesitamos hablar" - dijo Nam, esperando a que dejara la computadora.

"Dame 5 minutos, pronto termino. Piensa qué deseas comer" - le respondí, aún concentrado en mi computadora.

Apagué mi computadora y salí con Nam. No tenía hambre, pero siempre me presionaba para comer. Esta vez había elegido fideos picantes. Pidió un par de whiskys, lo cual me sorprendió, ya que era temprano. Tal vez había peleado con Dew y necesitaba consuelo.

"¿Qué te hizo el idiota de Dew?" - pregunté.

"Todo hasta el momento bien, no me quejo" - respondió Nam.

"Entonces, ¿qué sucede?" - pregunté preocupada.

"Me preocupas, Freen. Ya no vas a casa, te estás quedando en un hotel. Duermes poco, trabajas todos los días por largas horas" -  me dijo con sinceridad.

"Quiero que Becky regrese. No puedo más. Me aferré a la idea de que la olvidaría. Pensé por un momento que no duraría una semana fuera. Debí hacerte caso e ir a buscarla y no comportarme como una estúpida" - confesé.

"Eres una idiota. Dejaste escapar al amor de tu vida por un capricho estúpido" - dijo Nam con frustración.

Yo solo guardé silencio. Realmente había cometido un error grave.

"Desde los 15 años, Freen, estabas locamente enamorada de ella. Cuando me contaste que la besaste por primera vez, irradiabas amor. No dejabas de sonreír. Luego, por no querer contarle las cosas, simplemente te alejaste. ¿Sabes el daño que le causaste?" -  me reprochó Nam.

"Lo sé... lo sé... fue un error terrible. Estaba cegada creyendo que Heidi me había salvado. Y cuando Becky se fue con Alexandra, la ira y el dolor me hicieron acceder a un matrimonio que no deseaba. Heidi supo manejarme y manipularme desde años atrás" - expliqué con un sentimiento de culpa.

"Nunca quisiste escucharme. Yo te amo, Freen, pero a veces haces cada idiotez" - expresó Nam con tristeza.

"Quiero recuperarla. Quiero amarla y que me ame. Haré lo necesario para enmendar ese error" -dije

"No puedes" -  dijo Nam con pesar.

"A qué te refieres? ¿De qué hablas?" - pregunté confundida.

El Lazo Que Nunca Se RompioWhere stories live. Discover now