El Lazo Que Nunca Se Rompio

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POV BECKY

Abrí los ojos lentamente, sintiendo un dolor pulsante en mi cabeza. La luz del sol se filtraba a través de las cortinas entreabiertas, iluminando débilmente la habitación. Me incorporé lentamente, dándome cuenta de que estaba en mi propia habitación, pero no recordaba cómo había llegado allí ni en qué momento me había cambiado de ropa.

Las imágenes de la noche anterior eran borrosas. Traté de recordar, pero mi mente parecía estar envuelta en una densa niebla. Me dirigí al baño, deseando refrescarme. Sentía un nudo en el estómago, anhelando que no hubiera hecho nada estúpido.

Cuando salí de mi habitación, Alexandra estaba a punto de tocar a mi puerta.

"¿Cómo te sientes? ¿Dormiste bien?" - me preguntó.

"Creo que bebí demasiado. La cabeza aún me da vueltas" - respondí con pesadez.

"Ven, debes comer algo. La medicina también está lista, te ayudará con la resaca" -me dijo mientras me llevaba al comedor.

Cuando entramos al comedor, vi comida, varias bebidas y medicina para la resaca, esperando que me ayudara un poco.

"Disculpa si te causé líos" - le dije a Alexandra mientras tomaba el medicamento.

"No, Beck, discúlpame. Te dejé sola y no te cuidé como debía" - respondió mientras servía un plato con arroz y carne.

"Arruiné tu noche con Isabella. Para la próxima vez, no debo salir en tus citas, Alex" - dije preocupada.

"Beck, ¿recuerdas algo de anoche?" -preguntó Alexandra.

"Intento, pero el alcohol nubló todo. ¿Hice algo que te molestará?" - le pregunté con preocupación.

"No, Beck, ahora solo come" - me respondió.

Me dispuse a comer, pero sentía que algo había pasado. Alexandra se notaba molesta. Tal vez arruiné su noche.

"Más tarde quedé con Isabella para revisar el lugar donde será la exposición, así que saldremos" - habló Alexandra.

"No tengo muchas ganas de salir, Alex. Ve tú y diviértete un rato" - dije, sintiendo que debía darle su espacio, ya que anoche arruiné todo.

"Pero..." - intentó objetar.

"Gracias por la comida y la medicina. Iré a dormir un poco más. Ve con cuidado" - me retiré de la mesa.

Quería a Alex, pero sentía que por estar cuidando de mí, ella había postergado salidas y debía divertirse. Yo estaría bien en casa. Sabía que no podía estar más triste, ya que también le afectaba a ella.

Me senté en la mesa de trabajo de mi habitación y tomé el iPad. Tenía que buscar lo que faltaba para la exposición. En ese momento, escuché que Alexandra pedía permiso para ingresar a mi cuarto, y así lo hizo.

"Beck, ¿recuerdas lo que bebiste anoche?" - me preguntó mientras tomaba asiento a mi lado.

"Whisky, vodka, tequila y ron. Pero si me dices lo que hice, podré disculparme y así puedes dejar de estar molesta" - respondí, sintiéndome un poco incómoda.

"No estoy molesta, solo... bueno, ayer tú... intentaste besarme. Pensé que lo recordarías" - dijo, y en ese momento abrí mis ojos sorprendida.

Me sonrojé de inmediato y aparté la mirada. ¿Qué demonios había hecho? Me quedé en silencio mientras varios recuerdos llegaban de golpe a mi mente, las dos veces en las que intenté besarla, pero Alexandra se negó. Había malinterpretado sus señales o tal vez simplemente no hubo señales.

"Alex, yo... bueno, discúlpame... discúlpame por hacerte sentir incómoda" - titubeé, sintiendo cómo mi voz temblaba.

"Beck..." - me miró fijamente.

"soy una idiota. Interprete las cosas mal, nunca me has visto de esa manera" -

"Beck, escúchame" - continuó, tomo mis manos entre las suyas. - "No tienes idea de lo mucho que deseo besarte. No sabes lo mucho que me resistí a hacerlo, pero tú estabas mal". -

"Pero... pero ¿qué... Quieres decir?" - pregunté confundida.

"Si en algún momento ese beso ocurriera, desearía que lo recordaras. Quisiera que lo anhelaras tanto como yo" - dijo.

me miro por unos segundos, tomo mi barbilla y acerco su rostro al mío. Sentí su aliento cerca y mi corazón comenzó a latir más rápido. Luego, depositó un pequeño beso sobre mis labios. Cerré los ojos y temblé un poco por el momento.

"¿Más tarde saldremos, de acuerdo?" - dijo antes de salir de la habitación. Yo solo asentí, quedándome ahí con mi respiración entrecortada, pensando en lo que estaba sucediendo. ¿Qué era todo esto que había pasado? ¿Qué significaba? Me quedé sumida en mis pensamientos, tratando de entenderlo todo.