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POV FREEN


Pasé toda la mañana hablando con Nam, quien me contó todo lo que había dicho estando ebria. ¡Cómo iba a explicarle a Heidi todo lo que dije! Rebecca había llegado y había desequilibrado los muros que había construido a mi alrededor.


Encendí mi teléfono y comencé a realizar llamadas para coordinar todos los pendientes del trabajo. En ese momento, entró una llamada de mamá.


📱"Mamá" - dije al contestar.


"Freen, en dos días es el cumpleaños de tu abuela" -  me informó.


"Lo sé, mamá. Sabes que nunca falto a su cumpleaños" -  respondí.


"Esta vez será aquí en la mansión. No quiero ver que intentes traer nuevamente a esa mujer, ¿entendiste, Freen Sarocha?" - me regañó mamá.


"De acuerdo" - respondí, y ambas colgamos.📱


Hace un año estábamos celebrando el cumpleaños de la abuela e intenté integrar a Heidi al ambiente familiar, pero todo resultó un desastre. No había manera de que aceptaran a Heidi.


"Si vas a casarte con Heidi, debes hablar seriamente con tu abuelo. Ella será parte de tu vida" -  me dijo Nam, sacándome de mis pensamientos.


"Nunca lo harán" -  respondí con frustración.


"Si la amas lo suficiente, deben entenderlo" - dijo Nam encogiéndose de hombros.


"Últimamente me siento perdida" -  confesé a Nam.


"Lo sé, pero son decisiones tuyas. Afronta las consecuencias" -  sentenció Nam.


Habían pasado varias horas y Nam aún se encontraba en mi departamento. Estaba absorta mirando su celular cuando de repente me miró y rompió el silencio.


"Freen, alístate. Debemos ir al bar, Heng y Noey nos esperan" - me dijo con determinación.


"No quiero" -  respondí sin ganas.


"No me importa, debes venir conmigo. Me lo debes" -  insistió Nam.


"Está bien" -  susurré resignada.


Después de arreglarme, partimos rumbo al bar de Nam. Al llegar, nos dirigimos a una sala VIP donde reinaba la tranquilidad. No había ruido, solo música relajante, y teníamos nuestro propio bartender y mesero.


"¿Estás bien, Freen?", preguntó Heng con duda en su voz.


"Estoy bien... ¿debería estar mal por algo?", respondí confundida.


"Bueno, creímos que estarías molesta o peor", agregó Noey.


"Cierren la boca, idiotas"-  los regañó Nam. No entendía qué les pasaba a todos.


"¿Qué les parece si me lo dicen y dejan sus estúpidos jueguitos de adivinanzas para después?"-  dije, empezando a sentirme molesta.


"Son un par de idiotas" -  volvió a regañar Nam a Heng y Noey, pero esta vez sacó su celular.


Tomé el celular de Nam y en la pantalla vi una foto donde Becky estaba junto a otra chica. Reconocí a esa chica, la había visto en fotos anteriores... Alexandra... La foto era reciente, de hoy. ¿Qué demonios hacía Becky con ella? Muchos sentimientos se apoderaron de mí: celos, enojo, rabia. Me sentía traicionada. En la foto, Becky lucía feliz, con una mirada diferente.


"Me tengo que ir" - dije entregándole el teléfono a Nam.


Salí de allí mientras mis amigos intentaban detenerme, pero lo único que quería en ese momento era buscar a Becky.


Mientras manejaba, marqué el celular de Becky más de 8 veces seguidas, pero no contestó. En la siguiente llamada, su celular estaba apagado. Golpeé el volante de mi automóvil y aceleré lo más que pude. Debía llegar rápidamente a la mansión.Al llegar, las luces de la mansión estaban apagadas. Tal vez Becky ya estaba dormida. Ingresé y había un inusual silencio. Subí a la habitación principal, pero Becky no estaba. Era extraño e imaginé lo peor. Abrí el clóset y ninguna de sus prendas estaba. La casa parecía vacía, como si la presencia de Becky hubiera sido solo un recuerdo.


Llamé al mayordomo de la residencia familiar, pero me informó que Becky no había estado allí. No quería admitirlo, pero en lo más profundo de mi ser, sabía perfectamente que estaba con esa idiota.


Me senté en la sala principal, mirando en la oscuridad la foto de nuestra boda que aún colgaba en la pared. Dolía... vaya que dolía. 💔

El Lazo Que Nunca Se RompioWhere stories live. Discover now