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POV FREEN

Las dos semanas habían pasado rápidamente y el día de la boda finalmente había llegado. Sin embargo, en lugar de sentirme llena de alegría y emoción, había un peso en mi pecho y un nudo en el estómago que me recordaba la dura realidad de la situación en la que me encontraba. Aunque este debería ser uno de los días más felices de mi vida, solo me sentía ahogada por una sensación de resignación.

Me levanté de la cama con esa sensación de aceptación, sabiendo que hoy daría un paso hacia un futuro que yo misma había elegido. Miré mi reloj y me di cuenta de que a esta hora los preparativos de la boda ya estarían en pleno apogeo. Me sentía atrapada en una espiral de emociones contradictorias. Mi familia no estaría presente y aunque mis amigos sí lo estarían, no estaban del todo de acuerdo con mi decisión.

El vestido de novia colgaba en una esquina de la habitación, como una silenciosa prueba de la elección que había hecho. Era el momento de partir hacia la ceremonia. Me encontraba parada frente al espejo, mirando mi reflejo con ojos vacíos. Me puse el vestido, consciente de que debía enfrentar lo que estaba por venir.

Nam, Heng y Noey habían pasado por mi a mi departamento en la limusina que Heidi había dispuesto, todos rumbo a mi sentencia de muerte.

"Freen, aún puedes huir" - susurró Heng con una mirada llena de preocupación.

"Tenemos la pista libre para el aeropuerto" -agregó Noey, intentando darme una salida.

"Freen, no lo hagas" - dijo Nam con voz temblorosa.

"Basta, chicos. Hoy desearía que me dieran ánimos" - les pedí, tratando de ocultar mi propia inseguridad.

Llegamos al enorme lugar del evento, donde ya había periodistas, gente del medio artístico y personal de la rama financiera. Bajé del vehículo y mis pasos para ingresar a aquel lugar eran pesados. Sabía que una vez que cruzara esa línea, no habría vuelta atrás. El mundo estaría observando y mi vida cambiaría para siempre.

Los aplausos inundaron el salón de eventos mientras los flashes de las múltiples cámaras se encendían una y otra vez una vez que ingresé al lugar. Era momento de actuar y una sonrisa se dibujó en mi rostro. Caminé con paso seguro hasta el pie del altar, donde el salón estaba lleno de invitados esperando la entrada de Heidi. Cuando la vi ingresar por esa puerta, una oleada de sentimientos encontrados me invadió, en ella veía a Becky, la persona a la que realmente deseaba tener a mi lado en ese momento.


La ceremonia transcurrió tranquilamente. Cada palabra del oficiante y cada intercambio de anillos se sintieron como si estuvieran ocurriendo en cámara lenta. Me esforcé por mantener la compostura, pero por dentro estaba luchando contra una marea de emociones que amenazaban con ahogarme.

La celebración que siguió a la ceremonia era una farsa de alegría y felicidad. Era como una máscara que todos usábamos para ocultar la verdad incómoda que latía justo debajo de la superficie.

El baile parecía eterno, mientras era fotografiada por todos los ángulos. Sonreía mientras se hacía el brindis junto a los padres de Heidi. Después vinieron las felicitaciones, las entrevistas, las fotos. No sabía cuánto más tendría que soportar esta fachada.

"Felicidades, Freen. Espero de verdad que hayas hecho lo correcto" - decía Nam con una mezcla de preocupación y buenos deseos.

"Ahora es oficial, Freen. Tienes una nueva responsabilidad" - agregó Noey, recordándome el compromiso que había adquirido.

El Lazo Que Nunca Se RompioWhere stories live. Discover now