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POV BECKY

La luz del sol se filtraba suavemente por las cortinas, y poco a poco abrí los ojos. Sentí el brazo de Freen rodeando mi cintura por detrás, recordándome que aún estábamos desnudas en la cama. Las imágenes de la noche anterior inundaron mi mente y mi rostro se encendió de un intenso rubor. Había sucumbido al deseo que sentía hacia Freen, sin pensar en las consecuencias.

Me tensé al sentir los cálidos labios de Freen recorriendo mi cuello y espalda, mientras sus manos se deslizaban por mi abdomen y vientre, explorando cada rincón de mi cuerpo. Cerré los ojos y me dejé llevar por sus caricias, y pronto sus manos ascendieron hasta llegar a mis senos, masajeándolos con pasión, apretando y pellizcando mis pezones alternadamente.


"Mnnh, Freen" - gemí sin poder contenerme.

"Me encantas, Becky" - susurró en mi oído, enviando escalofríos por todo mi cuerpo.

Entre caricias, Freen fue bajando su mano, acariciando mi piel y despertando sensaciones hasta llegar a mi entrepierna. Sus caricias combinadas con sus besos hicieron que mi sexo empezara a humedecerse. Sentía mi intimidad palpitante, y cuando su mano llegó a mi sexo, un gemido escapó de mis labios. Abrió paso con sus dedos entre mis pliegues, deslizándolos de arriba a abajo lentamente, disfrutando de mi humedad.

Me giré por completo para quedar acostada sobre la cama, permitiendo que Freen estimulara directamente mi clítoris. Debido al placer que me estaba dando entrecerré mis ojos.

"Así... así... qué rico, mi amor" - solté entre jadeos y gemidos, entregándome por completo al placer que Freen me estaba brindando.

Abrí mis piernas aún más, ofreciéndole un mayor acceso, y ella entendió mis deseos. Introdujo dos dedos en mi interior, y un fuerte gemido escapó de mi boca. Comenzó un vaivén de embestidas, llevándome al límite con sus expertos dedos.

"Mnnh, Freen... ¡no te detengas!" - gemí, rogándole que continuara.

Freen introdujo un tercer dedo, lo que hizo que mi cuerpo se arqueara por el intenso placer que sentía. En la habitación, solo se escuchaban las embestidas de Freen combinadas con el sonido de mis fluidos.

"Me... me voy a correr" - dije entre jadeos y gemidos, sintiendo cómo mi orgasmo se acercaba.

"Hazlo, amor, córrete en mis dedos" - susurró Freen mientras mordía levemente mi hombro, aumentando aún más mi excitación.

Freen aceleró las embestidas, y pude sentir cómo mis paredes se contraían, apretando los dedos de Freen que trabajaban incansablemente dentro de mí. Un espasmo recorrió todo mi cuerpo, seguido de un fuerte orgasmo que empapó sus dedos. Ella continuó moviendo sus dedos, prolongando mi orgasmo. Mis piernas temblaban y mi respiración seguía agitada.

"Me gusta escucharte gemir" - susurró Freen antes de atrapar mis labios en un beso apasionado.

Lentamente, se separó de mí y se quedó contemplándome, haciéndome sonrojar aún más.

Freen había despertado sensaciones en mí que había tratado de reprimir. Me sonrió y se acercó a mí, escondiéndose en mi cuello y haciendo que su respiración me causara cosquillas. Deposito un beso en mi piel, haciéndome temblar.

"¿Qué te parece si te preparo el desayuno en nuestra casa y hablamos?" - susurró Freen. Yo solo asentí.

Salimos de aquel lugar donde habíamos sucumbido a nuestros deseos. Aún era temprano, así que los abuelos y mis padres aún estaban dormidos. Tratamos de ser lo más sigilosas posible para salir de la residencia sin que nos cuestionaran.

El Lazo Que Nunca Se RompioWhere stories live. Discover now