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Volvieron a tocar la puerta de la entrada y me vestí lo más rápido que pude, tratando de recomponerme. Acomodé mi cabello y mi respiración aún estaba agitada por lo sucedido con Freen. La adrenalina seguía corriendo por mi cuerpo. Abrí la puerta de la habitación y me encontré con la abuela.

"Lo siento, cariño, ¿te desperté?" - sonrió la abuela y yo negué con la cabeza, nerviosa.

"¿Sucede algo, abuela?" - me aparté para dejarla entrar a la habitación. La abuela observó la cama, que estaba totalmente desordenada, y me miró sin decir nada. Luego se sentó en el sofá al pie de la cama.

"Quería hacerlo mañana, pero no puedo dormir y esto no puede esperar. ¿Has pensado seriamente en el divorcio con la idiota de mi nieta?" -

"Abuela..." - no contesté, ya que Freen estaba escuchando todo y hablar de mis sentimientos no era lo correcto. Aunque amaba a Freen, ella no sentía lo mismo por mí. Quedarme con ella cada día se volvía más doloroso.

"Aún están a tiempo de frenar esta locura" - dijo la abuela, visiblemente afligida.

"Abuela, Freen merece ser feliz con la persona que realmente ama. No voy a interponerme en su felicidad. Ya ha tenido suficiente de mí en estos años" - sentía un nudo en la garganta al decir esas palabras. Quería llorar.

"Entonces, aceptarás salir con Jane?" - me sorprendió la pregunta de la abuela.

"No lo sé aún" - la miré a los ojos y sonreí. - Pero en cuanto firme el divorcio, lo más conveniente es regresar a Londres. Buscaré iniciar mi propia empresa.

"¿Me volverás a dejar sola?" - preguntó la abuela, con tristeza.

"Vendré a visitarte y tú puedes venir a visitarme siempre Te querré a mi lado" - sonreí

La abuela salió de la habitación después de un largo abrazo. Sabía que le dolería que me fuera, pero no debía seguir en Bangkok. Estar cerca de Freen no era lo más conveniente, y ella debía estar tranquila con Heidi.

Cerré la puerta de la habitación y escuché el armario abrirse. Al voltear, vi a Freen salir de él y su mirada reflejaba molestia. Su semblante volvió a ser frío y distante, ya no era la tierna Freen de hace unos momentos.

"No puedes irte a Londres, ¿con qué derecho? ¿Qué demonios te sucede, Rebecca?" - Freen comenzó a reprocharme.

"Está decidido, es lo más conveniente. Es lo mejor para todos" - traté de sonar lo más tranquila posible.

"¿Quieres regresar a Londres porque quieres abrir una empresa o porque quieres ir a los malditos brazos de Alexandra?" - me gritó, agarrándome del brazo con fuerza.

"Freen, ¡BASTA! Lárgate" - me zafé de su agarre, bastante molesta.

"¡No! Aún debemos terminar lo que empezamos" - Freen intentó acercarse a mí. Me tensé un poco, pero puse mis manos en sus hombros, frenando sus movimientos.

"No debió haber pasado. Nunca volverá a pasar. Tú estás con Heidi" - dije mientras miraba a Freen, que permaneció en silencio. Di media vuelta para caminar hacia el baño, pero sentí los brazos de Freen rodeándome por detrás.

"¿Por qué eres tan jodidamente molesta?" - susurró cerca de mi oído y comenzó a depositar besos en mi cuello y hombros.

"Freen, suéltame. Deja de ser tan idiota. Si tantas putas ganas tienes, ve y dile a Heidi que te haga el estúpido favor" - grité forcejeando. Freen se quedó en silencio, me soltó y me dio la media vuelta. Estaba bastante molesta y a punto de reclamar, pero su celular comenzó a sonar.

"Justo a tiempo, anda, contesta a tu noviecita" - susurré y sonreí. Freen se quedó inmóvil, sin decir nada. Dudó unos segundos, pero luego caminó a paso veloz para contestar. Tomé mis cosas rápidamente y salí de la habitación antes de que Freen pudiera impedirlo.

Llegué a la habitación de invitados, puse el seguro en la puerta, me metí entre las sábanas, cerré mis ojos y dejé que el sueño me envolviera.

Al Dia siguiente Me desperté con dificultad, Mi mente, aún adormecida, se llenó de recuerdos de lo ocurrido con Freen la noche anterior. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, y negué con la cabeza tratando de apartar esos pensamientos. Debía olvidar esas tonterías y concentrarme en lo que tenía por delante.

Tomé una profunda bocanada de aire y me levanté de la cama con determinación. Hoy era el día en que tenía que ir a realizar los papeles del divorcio. Era el paso final para cerrar ese capítulo de mi vida y seguir adelante. Me apresuré a vestirme y me dirigí rápidamente hacia la habitación de Freen, pero para mi sorpresa, no estaba allí.

Bajé las escaleras de la mansión con paso apresurado, buscando a Freen en cada rincón. Miré en el salón, en la cocina, pero no había rastro de ella.

"Señorita Rebecca, Freen salió hace una hora. La llamaron de urgencia por problemas en la empresa" - dijo el mayordomo a mis espaldas.

"Gracias" - respondí. ¿De verdad había problemas en la empresa o solo fue una maldita excusa? Intenté llamarla por teléfono, pero iba directo al buzón de voz. Opté por enviarle un par de mensajes, esperando que me dijera la hora para ir con el abogado.

Después de desayunar con la abuela y mamá, me despedí de ellas. Debía ir a la oficina y ya iba tarde. El chofer de la familia me dirigió hacia mi trabajo. Justo cuando llegué a las oficinas, vi a Friend esperando en la entrada. Apenas me vio bajar del automóvil, se acercó a mí con un café que me ofreció.

"Buenos días, Friend. Gracias" - tomé el café y vi sonreír a Friend. Comenzamos a caminar para ingresar a la empresa, pero Friend tomó mi mano antes de entrar. Volteé a verla, un poco sorprendida.

"Sé que lo de ayer fue muy precipitado, pero déjame conocerte" - su mirada era dulce.

"Friend, yo..." - intenté decir algo, pero ella me interrumpió.

"Entiendo si quieres pensarlo. Solo no me rechaces ahora. Podemos empezar con una cena como dos amigas" - sugirió Friend, y yo solo asentí.

Llegamos a nuestras respectivas oficinas. Me senté en mi silla para comenzar a trabajar, Había pasado casi una hora y Estaba tan concentrada que no me di cuenta cuando la asistente de Friend entró a mi oficina. Su rostro lucía pálido y estaba visiblemente preocupada.

"Señorita Rebecca, esta mañana alguien tomó una foto de ti junto a la jefa fuera de la empresa, tomadas de la mano, y dicen que..." - tomé rápidamente su teléfono para leer todo lo que salió en la prensa amarillista.

[Han ganado el corazón de la soltera más codiciada del marketing] - se leía en el encabezado de aquella nota. Sacudí la cabeza en señal de desaprobación. Justo debajo del título, había una foto donde estaba yo de la mano con Friend esta mañana. El artículo había sido publicado en la prensa más amarillista, pero que tenía demasiado público. Me hacían ver como una seductora desvergonzada.

Tenía que hacer algo para callar y anular esa falsa noticia. No podía permitir que me convirtiera en una figura pública debido a chismes y no por mi trabajo. Eso podría arruinar todos los contratos que estábamos a punto de firmar, y eso era lo último que quería.

"Deja que Friend se encargue, Señorita. Ella sabrá qué hacer en estos casos" - dijo la asistente tratando de tranquilizarme.

"Gracias por informarme. Más tarde hablaré con Friend" - respondí. La asistente salió de mi oficina y yo recargué mi cabeza en el respaldo de la silla. Cerré los ojos y pensé en qué hacer. Era demasiado y yo ya estaba lo suficientemente estresada. Esperaba que Friend pudiera arreglarlo.

El Lazo Que Nunca Se RompioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora