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POV BECKY


Llegamos temprano a la cafetería, encontramos una mesa en la terraza con una vista espectacular y tomamos asiento. Estábamos esperando a Irin, así que decidimos ordenar mientras tanto.


"¿Crees que debí venir? No quiero incomodar" -  me dijo Alexandra, que estaba a mi lado.


"Irin es mi mejor amiga, le agradarás" - respondí tratando de tranquilizarla.


"Es tu mejor amiga, ¿y eso en qué me convierte a mí?" - preguntó con tristeza en su mirada.


"Bien, tengo dos excelentes mejores amigas a las cuales adoro" - dije mientras apretaba levemente sus mejillas, pero nuestra conversación fue interrumpida por un carraspeo de garganta. Volteamos y ahí estaba Irin.


"¿Interrumpo algo?" - sonrió Irin. Yo negué con la cabeza y me levanté para abrazarla.


"Irin, ella es Alexandra. Alex, ella es Irin. Y antes de que empiecen, ambas son unas excelentes amigas, punto final" - dije y ambas soltaron una risa.


Después de las presentaciones, nos dispusimos a tomar nuestro café mientras nos poníamos al día de todo. Ambas me contaban y yo era feliz estando con las dos. En un momento, Alexandra se disculpó  tuvo que atender una llamada de su abuelo, así que me quedé a solas con Irin en la mesa.


"Y ¿qué sucede con Alexandra?" - preguntó Irin con tono divertido, y entendí a qué se refería.


"Irin, sé por qué camino vas, pero Alex es mi amiga. Me ayudó demasiado cuando estaba sola en Londres. Deja de ver cosas donde no las hay. Ella me quiere como tú me quieres" -  le dije mientras tomaba un sorbo de mi bebida.


"Becky, yo te quiero, claro, eres mi mejor amiga. Pero en estas tres horas me he dado cuenta de la forma en que ella te mira, de cómo te trata. Todo el tiempo está atenta a tus movimientos, sus ojos demuestran otro tipo de amor" - explicó Irin.


"De repente te volviste experta en el amor" - me burle.


"Eres una idiota" - respondió Irin, y ambas reímos. Pero su comentario me dejó con dudas en mi mente.


Intenté mantener la calma y sonreír, pero las palabras de Irin me desconcertaron. Alexandra nunca me había hablado de amor, nunca había intentado algo más, así que probablemente todo estaba dentro de la imaginación de Irin. Alexandra regresó y volvió a tomar asiento conmigo. Sacudí mis pensamientos y traté de tranquilizarme.


"¿Todo bien?" -  le pregunté a Alexandra.


"Sí, el abuelo quería saber si me había instalado" -  respondió.


"¿Estarás viviendo en ese hotel?" -  pregunté, aún con dudas.


"Solo esta noche. Mañana me instalaré en el departamento que adquirió el abuelo. Solo esperaba que lo acondicionaran" - explicó.

El Lazo Que Nunca Se RompioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora