28

3.8K 416 3
                                    

POV BECKY


Después de acompañar a Irin a su vehículo y despedirla, comencé a caminar junto a Alexandra. El sol se estaba ocultando, así que el clima era bastante agradable.

"Beck, múdate conmigo al departamento" - me propuso Alexandra.

"Mmm, déjame pensarlo. ¡No!" - respondí divertida.


"No sucederá lo mismo que en Londres, te prometo que te aceptaré un alquiler" - rogó Alexandra con la mirada.

"¿Lo prometes?", la apunté con mi dedo y saqué mi lengua.


"¿Acaso tienes 6 años?" - se burló.


"En realidad, 5 y medio" - respondí.


"Deja de ser testaruda y múdate. Si aceptas, prometo ir contigo a una montaña rusa" - dijo Alexandra, y yo sonreí maliciosamente, sabía que ella había vomitado la última vez.


"De acuerdo..." -  miré mi reloj - "debería ir por mis pertenencias antes de que anochezca".


Aunque no quería ir a la residencia, posiblemente estaría Freen y no deseaba verla. Después del incidente de hoy con Jane y el tema de su estúpida apuesta, mi cabeza era un caos. Me había prometido no ser tan débil, pero todo esto me había sobrepasado.

Jane tenía razón, era huérfana, pero nunca quise competir por tomar el lugar de nadie. Me casé con Freen porque me había enamorado, no por los beneficios económicos. Ahora debía tomar distancia con Freen y no causar más problemas.

"Beck, no es necesario. Mandaré a alguien por tus cosas" - dijo Alexandra, como si leyera mis pensamientos. - "Solo dame la dirección. Mientras tanto, tú y yo iremos a conocer el departamento".

El departamento en el centro de Bangkok era una verdadera joya. Estaba totalmente equipado con todas las comodidades dignas de la familia Saint-Clair. A través de la ventana, podía observar el hermoso paisaje que ofrecía la ciudad. Me encontraba contemplando la vista cuando mi celular sonó. Miré la pantalla y mi pulso se aceleró. Era raro cuando el abuelo llamaba, así que me retiré a la terraza para poder atender la llamada.


📱"Hola, abuelo" - saludé.


"Rebecca, espero que no hayas olvidado el cumpleaños de tu abuela" - dijo.


"Descuida, ten por seguro que estaré ahí" - respondí.


"¿Sucede algo que debería saber por ti?" - preguntó. Suponía que sabía que había salido de la mansión, pero no deseaba hablar de ese tema.


"Deseo tu autorización. Me gustaría asistir con Alexandra Saint-Clair a la celebración" - dije con cautela. Sabía que el abuelo siempre se mantenía hermético.


"Estaré encantado de que esa jovencita se presente por ella misma" - respondió el abuelo.


"Lo hará. Gracias, abuelo" - dije, aliviada.


"Rebecca, en dos días quiero que vengas a mi oficina. Debemos hablar" - dijo el abuelo, su tono de voz tornándose serio.

"Entendido" - respondí, y ambos colgamos.📱


Regresé con Alexandra, que se encontraba en la sala. Mis cosas habían llegado, al igual que muchas bolsas de comida. Negué con la cabeza y ella me regaló una sonrisa. Dejó las bolsas en la mesa y se acercó a mi lado.

"No hace falta que hagas malas caras. Ahora que estamos en una relación, te debo consentir, ¿no?" - dijo, provocando que riera.


"¿Y lo siguiente será un vehículo, un perro y un anillo para casarnos?" - bromeé.


"No, primero debo enamorarte" - respondió, tomando con ambas manos mi cintura y pegándome a su cuerpo. Sentía casi chocar mi nariz con la suya.

Me tensé y me quedé inmóvil. Su mirada estaba fija en mí. Sentí cómo el calor subía. Nunca me había puesto nerviosa con ella. Sentía cómo mi respiración se estaba yendo. Había olvidado respirar. Ella no se movía, de hecho, sentí que se había acercado más, pero tal vez eran solo mis nervios.


Solo pude reaccionar y apartarme cuando mi celular comenzó a sonar. Alex sonrió, no dijo nada, me soltó y se apartó para comenzar a abrir las bolsas para comer. Tomé el celular y un nudo se formó en mi estómago, el nombre de Freen aparecía en la pantalla. Supuse que a esta hora había visto la foto en redes y se habría dado cuenta de que me había ido.Dudé, pero no contesté. No quería saber nada de ella. Así estuvo un largo rato, era una llamada tras otra, hasta que me harté y apagué el teléfono.


"No le vas a contestar?" - preguntó Alexandra.

"No tengo nada que decir" - respondí, con determinación.

"De acuerdo, entonces vamos a comer" - dijo, mirándome de manera dudosa. Bajé la mirada y quise esquivar el tema.

"Por cierto, será el cumpleaños de mi abuela y quiero que me acompañes. El abuelo quiere conocerte" -  le dije, intentando cambiar de tema.


"Esta relación avanza rápido" - se burló.


"Eres una tonta"-  respondí, riendo.


"Esta tonta te acompañará, esperando que tu abuelo me dé su permiso para todo" - dijo, con una sonrisa.

En este momento y después de lo mencionado por Irin, ya no sabía si Alexandra lo decía en serio o solo le gustaba verme nerviosa y molestarme.



El Lazo Que Nunca Se RompioOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz